En la reforma fiscal que viene

Pedro Sánchez promete que no subirá los impuestos a los autónomos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, aseguró este jueves que es "inevitable" que haya una reforma fiscal para compensar el "esfuerzo" realizado durante la crisis con la puesta en marcha de ERTEs o prestaciones. Adelantó que subirá "los impuestos a las grandes empresas pero no a las pequeñas". 
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Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.
Pedro Sánchez promete que no subirá los impuestos a los autónomos

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, adelantó este jueves en una entrevista concedida a La Sexta que será cuestión de tiempo que se apruebe una reforma fiscal.para "acompañar el crecimiento" económico tras haber hecho un "esfuerzo sin precedentes" con la puesta en marcha de algunas medidas como los ERTEs, los avales para la financiación a través de las líneas ICO o la prestación extraordinaria por cese de actividad.

Según apuntó el presidente, esta reforma no sólo es "inevitable", sino que además es una cuestión "de justicia social". Por eso, y en línea con lo previsto en su acuerdo programático con Unidas Podemos, Sánchez adelantó que próximamente se implementarán nuevas medidas fiscales. Entre ellas, una subida del IRPF a las rentas altas, un aumento de impuestos medioambientales -algunos ya se aprobaron y entrarán en vigor de aquí a un año- o un aumento del tipo del Impuesto de Sociedades. 

En relación a la subida de este último gravamen, que afecta a las empresas y autónomos societarios, el presidente incidió en la necesidad de equilibrar los tipos soportados entre las grandes corporaciones y los pequeños negocios. De hecho, recordó que España sigue padeciendo un problema a nivel de recaudación, ya que nuestro país ingresa a través de impuestos siete puntos menos de PIB respecto a la media de la UE, algo que el presidente considera "insostenible".

La necesidad de poner en marcha una reforma fiscal que aumente los tipos impositivos -aún no está claro si afectará al IVA-  también se abordó en el informe recientemente publicado por el Banco de España. En su balance, la entidad aconseja poner en marcha determinados cambios estructurales, entre los que incluye precisamente una subida de impuestos -aunque no entra en discriminaciones por tamaño de empresa- y otros ajustes en el gasto que contribuyan a ir rebajando la deuda pública. Si no se toman medidas, el  Banco de España estima que dentro de 10 años la deuda de la Administración podría ascender al 110% del PIB. 

Subir impuestos "a grandes empresas, no a las pequeñas"

Al parecer, la receta de Sánchez para hacer frente al agujero generado en las arcas públicas por las medidas que se pusieron en marcha en los últimos meses sería subir los impuestos a las grandes corporaciones que, según recordó el presidente del Gobierno, siguen teniendo tipos en el Impuesto de Sociedades inferiores al 10%, mientras que los autónomos societarios y los negocios más pequeños "pagan más".

Por eso, " vamos a hacer una reforma fiscal, queremos tener un Estado de bienestar y vamos a subir impuestos a grandes corporaciones y no a pequeñas y medianas empresas", aseguró Sánchez.

Para el presidente, la subida en los tramos más altos del IRPF y la puesta en marcha de un tipo mínimo en el impuesto de sociedades será clave para la reactivación de la economía. "Hemos resistido, ahora toca entrar en una senda de recuperación de crecimiento, empleo y cohesión", dijo. 

Al parecer, el Ejecutivo mantiene la misma idea de reforma fiscal contemplada ya en el acuerdo programático con Unidas Podemos y en el que se incluía como medida la puesta en marcha de un tipo mínimo del 15% en Sociedades. Sin embargo, Sánchez no precisó si la subida de impuestos a grandes empresas vendrá acompañada de otra de las medidas más importantes en materia fiscal que se previó en el mismo acuerdo: la bajada del impuestos a autónomos y pequeños negocios

Pendiente la bajada de impuestos a pequeños negocios

Tanto el PSOE como Unidas Podemos realizaron una serie de promesas en las últimas elecciones que fueron después recogidas en el pacto de coalición. Una de las más importantes para autónomos -societarios- y pymes es la bajada del Impuesto de Sociedades, acompañada de otras reformas fiscales.

El acuerdo prevé, por un lado, subir el IRPF a las rentas altas (hasta un gravamen máximo del 47% para los contribuyentes con ingresos por encima de los 130.000 euros y de 49% para los que ingresen más de 300.000 euros); gravar el impuesto de patrimonio y endurecer la llamada fiscalidad verde -cuestión que ya se ha empezado a poner en marcha a través del impuesto al plástico, que entrará en vigor de aquí a un año-.  

Por otro lado, ambas formaciones prometieron una rebaja sobre el Impuesto de Sociedades del 25 al 23% para las pymes, que todavía está pendiente. También estaba previsto bajar los impuestos de los productos de primera necesidad a la gente trabajadora y a los autónomos. "Ofreciéndoles, a estos últimos, cuotas proporcionales a lo que facturan, y persiguiendo el fraude fiscal", según recogía el programa de Unidas Podemos y se trasladó al acuerdo de coalición.

Las pymes pagan tipos tres veces más altos

El tipo nominal del Impuesto de Sociedades es el mismo para todos los negocios. Sin embargo, el tipo efectivo - el porcentaje que acaba pagando la empresa después de deducciones- varía mucho según el tamaño del negocio. Según el sindicato de técnicos de Hacienda (Gestha), "los grupos consolidados tributaron entre 2007 y 2016 con un tipo del 6,37%, frente al 16% de las pymes". En 2018 -últimos datos que maneja la entidad-, las grandes empresas tributaron por un tipo medio de un 5,69% de sus beneficios mientras que las pymes lo hicieron al 15,14%. 

Por ello, el presidente de Gestha, Carlos Cruzado, reclamó también "establecer unos tipos mínimos para que se equipare la tributación de estas grandes empresas a la del resto". Cuestión que ha generado discrepancias entre los expertos. "Quizás la clave no sea disminuir la diferencia impositiva subiendo los tipos de las grandes empresas, sino bajando los de las pequeñas. Hay muchas soluciones. Lo que está claro es que el problema del Impuesto de Sociedades en las pymes no se solucionará subiéndole la carga impositiva a las grandes" aseguró Joan Torres, presidente de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales (FETTAF).

Si a caso, continúo el experto, "se solventaría el problema de recaudación. Pero ¿A qué precio? Es cierto que las grandes empresas pagan un tipo real mucho más bajo que las demás, pero no porque el impuesto sea más bajo para ellas. El Impuesto de Sociedades es del 25% para todas las sociedades, independientemente de su tamaño. Cosa diferente es que las grandes empresas accedan a deducciones que están fuera del alcance de las más pequeñas". 

¿Es cierto que las grandes empresas pagan menos?

Tal y como apunta el presidente de FETTAF, la ley es clara y todas las empresas, sean grandes, medianas o pequeñas están sujetas al mismo Impuesto de Sociedades- cosa diferente es el IRPF, que va por tramos y aumenta porcentualmente para las rentas más altas-. A día de hoy, el tributo que, en teoría, deben abonar las sociedades es siempre del 25%, " pero no es menos cierto que los negocios tienen a su disposición herramientas para reducir este gravamen y que no todos pueden acceder en igualdad de condiciones a estos mecanismos", dijo Torres.

El problema es que dichas herramientas están, casi siempre, "sólo al alcance de unas pocas empresas con la envergadura suficiente como para llevar a cabo determinadas acciones de internacionalización o de investigación que dan derecho a deducciones en el Impuesto de Sociedades" aclaró el presidente de FETTAF.

La diferencia está en las deducciones

Según comentó el presidente de los asesores fiscales, hay que andar con pies de plomo a la hora de poner en marcha propuestas que buscan regular el tipo poniendo topes y limitando las deducciones porque, "si bien es cierto que las grandes empresas pagan mucho menos en proporción a cualquier otra -y eso hay que solucionarlo-, si recortamos en deducciones para que paguen más impuestos, evidentemente dejarán de invertir en ese tipo de cuestiones que les brindan el derecho a las deducciones. Y eso no les conviene, ni a ellas ni al resto de españoles". 

A lo que se refiere Torres es a incentivos como el de I+D+I (Investigación Desarrollo e Innovación), que es "la deducción más habitual a la que suelen acceder los grandes conglomerados. Es cierto que esta deducción tiene trampa porque ningún pequeño negocio puede tener un equipo expresamente dedicado a la investigación y, por tanto, no podrá deducirse en la misma medida los desembolsos que haga en este concepto, vía impuestos. Pero, ojo, si se limitan este tipo de deducciones para que las grandes paguen más hay que tener también presente que eso repercutirá en menos investigación y desarrollo para el país. Porque no hay que olvidar que las investigaciones nacionales también vienen por parte de la empresa privada".