Copian estos comportamientos de las grandes empresas

Tres prácticas de los negocios en época de crisis que pueden llevarles al cierre

Según los expertos fiscales, los pequeños negocios, imitando a veces a las grandes corporaciones, realizan algunas malas praxis en época de crisis que podrían llevarles al cierre.

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Tres prácticas de los negocios en época de crisis que pueden llevarles al cierre

Muchos negocios están acostumbrados a repartir beneficios todos los años ya sea a sus socios o a los familiares que componen la empresa. ¿Pero qué se debe hacer en época de crisis cuando hay pérdidas? ¿se tienen que repartir dividendos de igual forma? ¿Y si hay dinero en caja porque ha entrado una buena subvención pública? ¿Habría que remunerar a los socios de cualquier manera? Son algunas de las preguntas que se están formulando en estos momentos en los despachos de grandes corporaciones, pero también en los de los negocios más pequeños.

Cómo actuar con los socios y accionistas del negocio en época de crisis es una incógnita que no tiene una única respuesta, ya que cada actividad empresarial actúa a su modo y acorde a lo establecido en sus estatutos. Sin embargo, Joan Torres, presidente de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales (Fettaf) explica que hay una serie de malas praxis que se cometen -tres en concreto – y que podrían abocar a un proyecto al cierre.

Este experto fiscal considera que los negocios, de todos los tamaños, llevan a cabo, principalmente en época de crisis, una serie de actuaciones que afectan gravemente a su supervivencia. “Se trata de comportamientos que se realizan tanto en las grandes empresas, como en los pequeños negocios", aseguró. El único denominador común que hay entre los que cometen estos "errores" sería pertenecer o formar parte de una sociedad aunque sea pequeña o familiar.

Asimismo, apuntó al hecho de que muchos de los pequeños negocios que llevan a cabo dichas actuaciones lo hacen por “imitación” o “reflejo” de las grandes corporaciones.

Tres malas praxis

A juicio del presidente de Fetaff, los negocios cometen tres malas praxis a la hora de gestionar sus finanzas cuando atraviesan dificultades económicas. “Seguramente muchas de ellas se estén cometiendo durante la crisis del covid-19”, advirtió. 

Las ayudas públicas y el reparto de los beneficios

La mayoría de los negocios que tienen socios, reparten dividendos cuando obtienen beneficios. Éstos son una remuneración que otorga la empresa para recompensarles por su inversión o por su trabajo (sociedades laborales). Se trata de la práctica más deseable en todos negocios porque denota que van bien y que los socios participan de su rentabilidad.

Un problema , según Torres, es cuando, por ejemplo, un negocio reparte dividendos a costa o a sabiendas de que va a recibir una ayuda pública. “Suele producirse en época de crisis cuando las empresas tienen más facilidades para acceder a ayudas directas porque desde el Estado se intenta mantener a esas empresas. Es un dinero público para dar un empujón al negocio que no debe acabar en el bolsillo de los accionistas”, dijo Torres. Precisamente se habrá pedido esa ayuda porque la empresa no va lo suficientemente bien con lo que esa ayuda no debe usarse para compensar a los socios.  

Según contó Torres, lo que hacen muchos pequeños -y también grandes- es realizar, como todos los años, el reparto de dividendos y luego solicitar una ayuda. “Pero esto no debe hacerse así. Habría que establecer por norma o en los estatutos que si la empresa no tiene beneficios, no está saneada o atraviesa dificultades no se puede realizar ese reparto de dividendos”. Obviamente, sería falsear la situación real del negocio, por mucho que los socios estén acostumbrados a percibir beneficios, repartir dividendos si ha habido pérdidas y el único dinero con el que se cuenta es una ayuda pública.

  • Los dividendos y los familiares

La repartición de dividendos es un aspecto empresarial bastante complejo, tanto en la gran empresa, como en la pequeña. Y su negación puede ser motivo de disputa. En este sentido, este experto fiscal señaló que en un pequeño negocio debería ser más sencillo tomar la decisión de no repartir dividendos.

“Puede que parezca más complicado decir que no al reparto de dividendos cuando van a parar a un hijo, a un amigo o a una persona cercana, que sabes que lo necesita. Pero ésto no debería ser un problema. Ya que, por norma general, la gente que invierte en un pequeño negocio, suele trabajar en él y tiene un sueldo que depende de esa empresa” explicó Torres. Por tanto suele más fácil explicar a un familiar que este año no habrá reparto que a un socio extraño que ha invertido únicamente capital. 

Los sueldos de los consejos de administración

La segunda mala praxis que identificó Torres tiene que ver con los sueldos de los administradores de la empresa. Según dijo, en muchos negocios los miembros del consejo de administración tienen "sueldos fijos. Los salarios de éstos deberían ir en función del beneficio que tenga el negocio. Y de ellos mismos dependerá si obtienen más o menos, en función de si son capaces de sacar la empresa adelante”.

Un director que no invierte en el negocio

La tercera mala praxis a nivel empresarial que sale a la luz cuando  el negocio atraviesa una crisis es el hecho de que el director no haya invertido en el negocio. El presidente de Fettaf cree que los “directores”, “CEO's” o cualquier persona que dirija un negocio debe haber invertido en él.

“Uno de los puntos claves para que una empresa sea eficiente y consiga esquivar el cierre durante una época de dificultades económicas es que el administrador de una empresa se juegue parte de sus recursos en la misma. Bien sea a través de acciones o que parte de su salario fuese de participaciones. De esta forma cobraría en función de los resultados de la actividad y el empeño en sacarla adelante será diferente”.

A falta de ley, en los estatutos de la sociedad

Para el presidente de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales (Fettaf), Joan Torres, estas tres malas praxis deberían limitarse por ley. A su juicio, habría que modificar la ley mercantil para que “no se puedan repartir los dividendos hasta que una empresa estuviera saneada o hubiese devuelto todas las ayudas/subvenciones que solicitó; también debería establecerse un sueldo máximo a los administradores de la sociedad o se obligase a los directores de un negocio a invertir en el mismo”.

Por eso, a falta de una ley que establezca estos "deberes" que se deberían cumplir en cualquier sociedad, el dueño de un negocio siempre puede imponer estos requisitos en los estatutos de la sociedad, que son las normas de funcionamiento de un negocio.