"Competencia desleal" para ellos

Alarma entre los loteros por la posible venta directa de lotería en grandes almacenes

La competencia en la expedición de los juegos de la lotería estatal aumenta y su preocupación también, dado un plan en estudio por parte de Loterías y Apuestas del Estado, al que este diario ha tenido acceso y que ha sido confirmado por varias fuentes.

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Alarma entre los loteros por la posible venta directa de lotería en grandes almacenes

Los propietarios de administraciones de loterías, unos 4.000 en toda España, reconocen que este tipo de negocios son rentables por lo general, lo que no significa que esto vaya a ser siempre así.

La amenaza más reciente es un proyecto piloto, en estudio por parte de la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado (Selae), por el cual se quiere ampliar el número de puntos de venta de sus juegos en grandes almacenes y grandes superficies, hipermercados, aeropuertos, estaciones, etcétera.

Para ello, se abre la posibilidad de que la venta de loterías no recaiga solo en personas físicas como hasta ahora (los propietarios de las administraciones de lotería), sino también en personas jurídicas, es decir, en empresas. Este posible cambio ha alarmado a los loteros, que ven como pueden dejar de ser los vendedores en exclusiva de los juegos de la lotería pública. El proyecto piloto contempla empezar la experiencia en unos pocos puntos para comprobar su rentabilidad. Fuentes del Ministerio de  Hacienda han declarado, sin embargo, a este diario que “no hay ningún cambio normativo” en este sentido.

Uno de los beneficiados con el plan piloto sería El Corte Inglés pues “nosotros tenemos muchos años de experiencia en la venta de lotería, ya que desde hace décadas existen puntos de venta en más de 50 de nuestros centros”, asegura un portavoz de la empresa a AyE. Esos puntos de venta siempre han sido y son administraciones de lotería que ocupan un espacio en el centro comercial. De llevarse a cabo el proyecto en estudio ya no serían sólo administraciones de lotería las vendedoras o, por lo menos, las principales, pues podrían hasta convertirse en sucursales de los nuevos propietarios del punto de venta en cuestión.

En la Agrupación Nacional de Asociaciones Provinciales de Administradores de Loterías (Anapal) afirman que desconocen “cómo acabará” este proyecto. En todo caso, reconocen que, de salir adelante, sería un duro golpe para ellos y un peldaño más en la competencia “desleal” que, señalan, están empezando a sufrir cada vez más. “La competencia para nosotros sería fortísima”, declara a AyE Jorge Anta, miembro de la Junta Ejecutiva de Anapal y su próximo portavoz desde enero.

Sector regulado

La situación de los propietarios de administraciones de lotería, autónomos “puros y duros” como se definen en Anapal, es un tanto peculiar. El 98% de ellos tienen en la actualidad un contrato mercantil con Loterías y Apuestas del Estado para montar y llevar su negocio. 

Ya no son una concesión administrativa pública, como lo han sido durante décadas, pero tampoco son unos comerciantes absolutamente libres en el ejercicio de su actividad. El hecho de vender un producto público, como son los juegos de Loterías y Apuestas del Estado, les obliga a cumplir la normativa que les marca este organismo. En definitiva, no son concesiones pero están sumamente regulados.

Por ello, consideran “competencia desleal” aquellas iniciativas para la venta de los juegos de Selae fuera de las administraciones. Así, aceptaron “con resignación” la llamada red mixta de venta, por la cual se pueden adquirir boletos de juegos activos (Primitiva, Bonoloto o quinielas) en máquinas situadas en bares, restaurantes, estancos, librerías, etcétera.

La venta online fue un escalón más en la pérdida de exclusividad que ya dolió más. “Es que es muy fuerte, porque somos pequeños comercios que no tenemos el poder de la web de Selae y muchos loteros no pueden tener tecnología para vender online”, explica Jorge Anta. El proyecto piloto de ampliación de los puntos de venta es ya la puntilla. “Es como si permitieran a Amazon vender lotería y nosotros, que seguimos tan regulados, no podemos ni abrir sucursales”, señala Anta.

Comisión

Otra de las amenazas para la rentabilidad, y en ocasiones hasta para la supervivencia de los más pequeños, es la congelación de las comisiones que se llevan las administraciones por cada venta. Desde el año 2004, el porcentaje por décimo vendido sigue inalterable. En el caso de los destinados al sorteo de Navidad, el más jugoso del año para las administraciones, la comisión es el 4% del precio del décimo, con lo que cada lotero se queda con 80 céntimos brutos por producto vendido. Si resulta premiado se añade un 2,5%.

“En estos trece años todo lo demás ha subido. Los gastos que tiene un autónomo, luz, teléfono, internet, impuestos, etcétera, no se han congelado precisamente, mientras que nuestros ingresos sí. El porcentaje debería revisarse ya al alza”, asegura Jorge Anta.

Y un tercer problema que afecta al sector de las administraciones y que quieren destacar en Anapal está relacionado con su seguridad en estas fechas cercanas al sorteo de Navidad: el transporte de fondos. En la asociación declaran que, estos días es muy común que las administraciones tengan que transportar montantes entre 30.000 y 50.000 euros en efectivo como resultado de las ventas. “Tenemos un seguro voluntario para incidentes pero sólo cubre hasta 40.000 euros. Por eso pedimos que la recogida de fondos se gestione de una manera segura”, afirman.