La alta pastelería llega a Pozuelo de Alarcón

¿Qué tienen en común la ingeniería informática y la pastelería? A priori parecerá que nada, pero como en todo, si se estudia en profundidad existen excepciones. Una de ellas la encontramos en Pozuelo de Alarcón, concretamente en Sugar Experience, donde Sonia, “la ingeniera” y Paco, “el pastelero”, decidieron crear juntos una pastelería totalmente artesana, con un diseño y una calidad digna de los mejores gourmets parisinos.
La alta pastelería llega a Pozuelo de Alarcón

Los dos son chefs, maestros pasteleros, creadores y emprendedores. Sugar Experiencie ha unido por un lado la pasión por la repostería y por otro lado la innovación y las nuevas técnicas con los sabores más tradicionales

La historia de estos emprendedores comienza en la escuela de artes culinarias Le Cordon Bleu Madrid, en la Universidad Francisco de Vitoria, a la que Paco se matriculó para continuar con sus estudios de pastelería -anteriormente ya se había formado en Valencia- y Sonia, aprovechando una excedencia de trabajo en una consultoría tecnológica, por el embarazo de su cuarta hija, se matriculó para cumplir una de sus grandes pasiones.

Allí se conocieron, se graduaron como chefs de pastelería y pusieron los cimientos de su proyecto y acercar así la alta pastelería a los habitantes de la capital.

Desde un principio tuvieron claro “no queríamos montar una pastelería tradicional”. Según relata Sonia querían que Sugar Experience destacase porque sus productos fuesen artesanos, “todo y absolutamente todo lo que trabajamos lo hacemos nosotros a mano”; porque sus productos fuesen “visualmente muy atractivos con una terminación súper-cuidada, muy bonitos a la vista y sobre todo que tuvieran muy buen sabor”.

Además, apuestan por utilizar nuevas técnicas y fórmulas que les ayuden a crear sus postres reduciendo al mínimo las grasas y los azúcares, “al final el azúcar es un elemento estructural e intentamos que tengan la menor cantidad posible”. Ésto hace que trabajen principalmente con frutas fresca, desechando las cremas de mantequilla, los preparados, los precocinados, los aromas artificiales y los congelados.

De esta forma han creado su propia versión de una pastelería francesa, con sus propias recetas sus propios diseños y con un obrador en la primera planta donde los clientes pueden ver con sus propios ojos cómo hacen las elaboraciones y en qué condiciones de higiene. “Nosotros queríamos ser lo más transparentes posibles, que la gente viera realmente de donde sale ese pastel tan delicioso y estupendo que se están comiendo”. Aunque reconocen que al principio era raro trabajar mientras todo el mundo les observaba, “luego llega un momento en el que te acostumbras, en que tú haces tu trabajo y estamos tranquilos porque sabemos que lo hacemos bien, y que lo hacemos con higiene y que la forma de trabajar es la correcta”.

De la idea de Sugar Experience a la pastelería que actualmente podemos encontrar en Pozuelo de Alarcón hay un esfuerzo, una dedicación y mucho trabajo por parte de ambos emprendedores. “Lo hicimos todo de forma autónoma y autodidacta buscando información en internet… Hicimos nuestro propio plan de negocio, el diseño de los pasteles, del empaquetado, del logo, de la pastelería en sí, de la página web…”, relata Sonia.

En este sentido Paco y Sonia se complementan a la perfección. La formación tecnológica de Sonia les ha facilitado todo lo relativo a la gestión del e-commerce de la pastelería y la experiencia profesional de Paco como pastelero les ha ayudado saber cuáles son los pasos a seguir.

Como en toda pastelería tradicional, Sugar Experience tiene un producto estrella: los macarons. Han conseguido hacer de estas mini-galletas su especialidad debido a la gran variedad de sabores que hacen – más de 20 sabores distintos-. Aunque según confiesa su tarta chocolate experience ha conseguir deleitar el paladar de sus clientes y es uno de los productos que más venden.

Sugar Experience al punto justo de azúcar

 

El nombre de la pastelería llama la atención y es que en sí es una paradoja. Si bien afirman elaborar sus productos reduciendo al máximo la cantidad de azúcar, y sin embargo forma parte tanto de su propio nombre (en inglés sugar) como de sus creaciones. Y es que “aunque lo intentemos reducir al máximo, evidentemente es una pastelería”.

Ahora bien lo importante no es el azúcar sino la experiencia. Querían crear un espacio que para los clientes “fuese algo distinto a lo que puedes vivir en otro tipo de pastelerías”. De ahí la palabra experiencia “para transmitir que sensorialmente era diferente”

Entonces… ¿sugar por qué? Pues “porque hoy en día todos los nombres, todo lo que se nos ocurría estaban cogidos o el dominio, o el nombre comercial. Nos pareció que la combinación Sugar Experience quedaba bonito”.