Por los transportistas que contratan

La Asociación Catalana de Recambistas advierte de posibles inspecciones de Trabajo

La Asociación Catalana de Recambistas (CIRA) agrupa los negocios de las tiendas de recambios de automóvil en Cataluña. Esta organización ha advertido a sus asociados que pueden sufrir inspecciones de Trabajo si tienen contratados transportistas autónomos económicamente dependientes (Trades). Ello conllevaría sanciones en el caso de que se demostrara que son ‘falsos autónomos’. Junto a este problema, la proliferación de coches eléctricos, la antigüedad de los talleres, la atomización del sector y las dificultades como societarios son algunos de los retos a los que también deben hacer frente los autónomos recambistas.

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La Asociación Catalana de Recambistas advierte de posibles inspecciones de Trabajo

Cuando una parte de un coche se rompe, como un faro, los encargados de vender y llevar esas piezas a los talleres de reparaciones son los autónomos societarios recambistas. En España deben existir unos 3.500 autónomos societarios recambistas, que proporcionan y suministran a los 45.000 talleres de reparaciones de automóviles que hay en el país -la mitad de ellos llevados por un máximo de dos personas- las piezas que necesitan para dejar como nuevo un vehículo. La Asociación Catalana de Recambistas (CIRA), presidida por  Juan Rodríguez Perdigones, hace recuento de los problemas que afectan a su sector.

1.- El transporte de las piezas de recambio

La mayoría de los autónomos recambistas cuentan con uno o varios transportistas asalariados encargados de hacer todos repartos que se presentan a lo largo del día. Pero, como apunta Rodríguez Perdigones, “en determinadas fechas, como en vacaciones, contratamos a autónomos,Trades (Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes)”. El trade es la figura donde se engloban todos aquellos trabajadores autónomos que facturan, al menos, el 75% de un solo cliente. Lamentablemente muchas empresas se acogen a la figura del trade para enmascarar falsos autónomos y ahorrarse así las cotizaciones sociales de los que realmente debería ser asalariados. No es el caso de los recambistas pero temen que la Inspección de Trabajo visite estos negocios y se expongan a sanciones. 

Los autónomos recambistas suelen llegan a un acuerdo con el repartidor Trade, para que éste le eche un mano durante una determinada época del año. Establecen un salario y un horario, y el Trade pone su coche. Pero es ahí, en el horario dónde la Inspección podría considerar que se está haciendo un uso fraudulento de la figura del Trade, porque una de las características de estos autónomos económicamente dependientes es que, como todos los trabajadores por cuenta propia, deben tener la libertad de organizar su actividad como deseen.

“En nuestro sector el transportista no puede escoger el horario, porque nosotros repartimos y suministramos las piezas a los talleres casi como lo hacen en las pizzerías. Es decir, un taller llama porque ha recibido un coche y pide cuatro neumáticos que se preparan y que alguien tiene que llevar. Y una hora más tarde, volvemos a recibir otra llamada del mismo taller que ahora necesita unos frenos por lo que se realiza otro nuevo reparto” explicó el presidente de Cira.  Una tienda pequeña en una jornada laboral puede llegar a realizar unos 100 envíos y, en cada reparto, se suelen entregar unos cuatro paquetes de media, por lo que no se pueden “establecer rutas, no puede entregar un paquete a las 9 y luego a las tres, sino que los paquetes se van enviando en función de los pedidos", comentó Rodríguez.

Ésta particularidad del sector es algo que el presidente de Cira intentó hacerle comprender al inspector de Trabajo que le visitó, ya que él mismo sufrió este problema."Le expliqué al inspector que cada sector era diferente. Le suministré los partes del reporte para que viera como funciona ésto” pero no hubo manera. A Juan Rodríguez Perdigones le sancionaron y le obligaron, primero, a poner fijo al Trade y, segundo, a pagar todas las cotizaciones del trabajador desde que lo contrató. “Eso más los recargos. Me han hecho mucho daño”, se lamentó.

Desde Cira buscan una solución. Pero, por el momento, están alertando a sus asociados de este problema y de sus posibles consecuencias.

2.- La atomización del sector

El sector está, en palabras del presidente de Cira, “muy atomizado”. Esto les afecta en el día a día de su actividad, “porque somos muchos” y algunos profesionales son “muy agresivos fijando los precios”. Desde Cira apuestan por una regularización y profesionalización del sector para que ocurra como en Europa, “dónde existen grandes grupos.”.

3.- La antigüedad de los talleres

La digitalización ha llegado a los coches, pero no a los talleres de reparaciones. “A nivel de logística, la preparación de los talleres es muy baja. Nuevos softwares y equipos electrónicos, además de una serie de novedades para la que los talleres no están adaptados” señala Rodríguez Perdigones. Éste es un problema que les preocupa bastante, porque “nosotros tenemos las piezas y somo los encargados de venderlas, pero si el taller, por no estar adaptado, no las compra, nosotros no podemos realizar la venta”.

4.- El coche eléctrico

Aunque se trata de un problema lejano ya que en el 2030 sólo habrá un 30% del parque automovilístico con propulsión eléctrica, según Rodríguez, su auge supone un serio problema para los recambistas. Los coches eléctricos, también se averiarán y romperán, pero como apuntó el presidente de la Asociación, lo harán “en menor medida, ya que no es un motor de combustión que se estropea más fácilmente”

5.- La jubilación activa

Juan Rodiguez Perdigones, presidente de Cira, denunció que, como autónomo societario, no tiene acceso a la jubilación activa. “No entiendo por qué un autónomo persona física puede seguir trabajando y cobrando la jubilación, y un autónomo societario no”.  Considera que se trata de una medida injusta y que muchos societarios reclaman.