Con las mismas condiciones que en el estado de alarma

ATA pide recuperar el cese de actividad extraordinario ante los nuevos rebrotes

ATA pidió esta semana al Gobierno que reestablezca el cese de actividad extraordinario que hubo durante el estado de alarma, ante los rebrotes y las nuevas restricciones. Muchos autónomos van a necesitar acogerse a esta ayuda y, con los requisitos actuales, les será imposible.
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ATA pide recuperar el cese de actividad extraordinario ante los nuevos rebrotes

A situaciones extraordinarias, medidas extraordinarias. Es el mensaje que lleva semanas lanzando la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA) para exigir al Gobierno que vuelva a poner en marcha el cese de actividad extraordinario que cubrió a más de 1,4 millones de autónomos y que fue reemplazado en el mes de junio por una prestación más parecida a la ordinaria y que ha dificultado el acceso a buena parte del colectivo.

La prestación extraordinaria terminó con el estado de alarma. Sin embargo, muchos autónomos continúan afectados por situaciones de fuerza mayor similares a las de aquellos meses. Ahora que tanto el Gobierno como algunas comunidades autónomas han impuesto restricciones más severas para algunos sectores a raíz de los rebrotes, miles de autónomos podrían necesitar volver a acogerse a esta medida.

Por eso, Lorenzo Amor, presidente de ATA,  pidió esta semana al Gobierno que reestablezca la prestación extraordinaria. "Ante los rebrotes, las nuevas restricciones sanitarias y una caída de actividad considerable entre muchos autónomos. No hay excusa para no impulsar nuevamente un cese de actividad extraordinario que ayude a todos los autónomos que están cotizando".

Muchos autónomos ya necesitan la prestación extraordinaria

La declaración de estado de alarma se acompañó con medidas económicas, entre las que se incluyó la prestación extraordinaria por cese de actividad. "Esta nueva prestación no contemplaba prácticamente ningún requisito respecto al acceso, no agotaba el tiempo de prestación por cese de actividad y respondía a dos causas: la caída de la facturación superior al 75% o la fuerza mayor, es decir, que te prohibiesen ejercer tu actividad. Cosa que ya está pasando en algunas actividades muy concretas y que se va a ir ampliando a muchos otros sectores de aquí a muy poco tiempo", explicó Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA.

La posibilidad de que vuelva una situación parecida a la anterior parece cada vez más probable. De hecho, en su última comparecencia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ofreció respaldo a las comunidades autónomas para poner en marcha un estado de alarma "individualizado", con restricciones similares a las que hubo entre marzo y junio, y que implicarían de nuevo el cierre decretado de miles de negocios.

Por tanto, "hay muchos autónomos que se van a ver impedidos a la hora de desarrollar su negocio y por eso la prestación extraordinaria debe volver a ponerse en marcha y se ha de recuperar de nuevo la causa de fuerza mayor. El actual cese de actividad, tal y como está diseñado, ha demostrado no ser suficiente para cubrir a buena parte de los autónomos que lo necesitan". 

Tres razones para reestablecer la prestación extraordinaria

Es cierto que cuando se negoció esta nueva prestación las circunstancias eran otras. "Se estaba reactivando la economía y todos pensábamos que se habían superado esas limitaciones y esos cierres pero estamos volviendo a lo anterior y, ahora, los requisitos de la prestación ordinaria no atienden a la situación actual y mucho menos a lo que se nos viene encima de aquí a unos meses", dijo la vicepresidenta de ATA.

La extraordinaria no exigía tiempo mínimo de cotización

Para la vicepresidenta de ATA, fundamentalmente, hay tres aspectos que cambiaron en junio y que complicaron demasiado el acceso al cese de actividad. El primero de todos es "la exigencia de un tiempo mínimo de cotización. La prestación ordinaria, a diferencia de la extraordinaria, depende de un concepto por el que ya han cotizado los autónomos que es el cese de actividad. Por tanto, necesita que se haya producido un periodo mínimo de cotización, de doce meses, que muchos trabajadores por cuenta propia no cumplen". 

Ejemplo de ello serían los autónomos acogidos a la tarifa plana, "que están exentos de cotizar por cese de actividad pero, además, y aunque lo hicieran, muchos no cumplirían el requisito de los doce meses cotizados. Con esta condición se ha restringido el acceso a todos los emprendedores que pusieron en marcha un negocio en el último año siendo que, posiblemente, son los que más lo necesiten porque no tienen una actividad consolidada y les es más difícil aguantar la caída de clientes y facturación". 

La prestación era compatible con la pluriactividad

Otro de los grandes cambios que se produjeron en junio es que la anterior prestación era compatible con la pluriactividad, es decir, con el desarrollo de un trabajo por cuenta propia y por cuenta ajena al mismo tiempo. Un colectivo compuesto por más de 120.000 autónomos que " tampoco han podido acceder a esta nueva prestación. En la negociación no se hizo referencia en ningún momento a esta incompatibilidad. Se dijo que el nuevo cese era compatible con la actividad sin hacer distinciones entre actividad por cuenta propia y ajena. Sin embargo, aún a día de hoy, la Seguridad Social sigue interpretando que los autónomos en pluriactividad no tienen derecho al cese", aseguró Celia Ferrero. 

El cese de actividad extraordinario contemplaba la "fuerza mayor"

Por último, "la gran razón por la que estamos pidiendo que se reestablezca el cese extraordinario es porque en el ordinario no se contempla la causa de fuerza mayor, a pesar de las nuevas restricciones. Esto significa que para acceder al nuevo cese, estés en la situación en la que estés, tienes que justificar una caída de ingresos. Pero, si te obligan a cerrar, ¿qué sentido tiene que tengas que justificar una bajada de la facturación?". 

Precisamente este último motivo podría ser uno de los que más han disuadido a los autónomos de acceder al cese de actividad más allá de junio, "porque tenemos constancia de que muchos gestores han desaconsejado acogerse a la prestación a los autónomos, por el riesgo que hay de tener que devolverla más adelante. Quizás ha sido una mala interpretación porque, aunque es cierto que si no se cumplen los requisitos hay que devolverla, también existía la opción de renunciar antes de tiempo si se observaba que no se iban a cumplir las condiciones", concluyó Ferrero.

La nueva prestación cubre 1,2 millones de autónomos menos que la anterior

Si bien los autónomos tienen a su disposición un nuevo cese de actividad, lo cierto es que éste ha cubierto a 1,2 millones de trabajadores por cuenta propia menos que la antigua prestación. De hecho, el presidente de ATA tildó de "fracaso" la nueva ayuda. "De los más de 3 millones de autónomos que hay en España, sólo 125.000 tendrán la ayuda puesta en marcha el 1 de julio. Se está dejando atrás a decenas de miles de autónomos que ni siquiera han reabierto desde el confinamiento y a muchos otros con nula actividad", dijo Lorenzo Amor a través de sus redes.

Así, en un mes, se pasó de más de 1,4 millones de autónomos cobrando la prestación a sólo unos 140.500, contando a aquellos que aún percibían el cese de actividad extraordinario de manera retroactiva. Para este mes de agosto, desde ATA estiman que no serán más de 125.000 los autónomos que cobren el cese de actividad.

Según la Federación, las cifras revelan que "hay muchos autónomos que siguen necesitando la prestación para seguir adelante con su negocio y no pueden acceder a ella por culpa de los requisitos. El cambio de la extraordinaria a la ordinaria trajo nuevas condiciones inasumibles para muchos trabajadores por cuenta propia. Y en julio todavía había muchos que podían sobrellevar la situación pero, ahora, se avecina un otoño muy difícil y hay que recuperar la prestación extraordinaria porque las medidas ya son extraordinarias", explicó Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA.. 

¿Continuará el cese de actividad más allá de septiembre?

A pesar de ello, lo único cierto a día de hoy es que las principales medidas económicas que puso en marcha el Gobierno, entre las que se incluye el cese de actividad, tienen fecha de caducidad. Será el próximo 30 de septiembre cuando la mayoría de estas ayudas lleguen a su fin, apenas dentro de un mes, si el Gobierno no decide prorrogarlas. Y, por el momento, no ha movido ficha.

Ambas medidas terminarían en poco más de un mes si no se alcanzase un nuevo acuerdo para su extensión, muy necesaria para determinados colectivos de autónomos y empresarios que todavía están lejos de recuperarse de la crisis. De hecho, para el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), "las previsiones no pueden ser más desoladoras. En el escenario más prudente, se espera una pérdida de casi 300.000 autónomos y más de un millón de puestos de trabajo". 

Por el momento, no hay ningún indicio sólido de que, más allá de septiembre, vaya a continuar la prestación por cese de actividad para autónomos con fuertes caídas de ingresos, ni las exoneraciones en las cuotas de los trabajadores por cuenta propia que estuvieron acogidos al anterior cese de actividad. Ni si quiera se han planteado nuevas soluciones o herramientas complementarias que ayuden a los autónomos más afectados  por la crisis y eviten el cierre de sus negocios.