Ventajas e inconvenientes

Autocaravana o camper, algunas cosas a tener en cuenta antes de elegir

Ya informamos en este medio sobre el aumento de matriculaciones de autocaravanas , aún mayor que el del año anterior, muy ligado a la situación creada por el COVID 19. Hoy explicamos algunas diferencias entre los camper y las autocaravanas además de otras cuestiones a tener en cuenta si se usan estos vehículos para las vacaciones.
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Autocaravana o camper, algunas cosas a tener en cuenta antes de elegir

Lo primero es diferenciar entre ambas posibilidades. Un furgón camperizado (llamado normalmente camper) es una furgoneta o monovolumen en la que se han realizado modificaciones para instalar soluciones de habitabilidad sin alterar su estructura exterior. Es decir, su aspecto desde fuera sigue siendo el habitual pero su interior permite su uso como una pequeña casa. Mientras que una autocaravana es un vehículo construido sobre una estructura de cabina y chasis con una carrocería específicamente diseñada para servir de vivienda, lo que les otorga condiciones y limitaciones diferentes.

Si empezamos por los camper, básicamente habría dos tipos, los furgones medios (la clásica Volkswagen California, Mercedes Vito, etc.) y los llamados gran formato ( Fiat Ducato, Volkswagen Crafter, etc.)

Debemos pensar bien antes de elegir el vehículo

Los camper medias son más adecuados para escapadas cortas y con pocas personas a bordo ya que por tamaño carecen de elementos como un baño separado. Pero ofrecen grandes ventajas como son su maniobrabilidad, su sencillez en la conducción y que pueden entrar en casi todos los parkings por su altura (inferior a los 2 metros generalmente). También son más versátiles ya que los muebles interiores pueden retirarse total o parcialmente, ofreciendo el doble uso de vehículo para todos los días o de trabajo además de su uso en vacaciones.

Los gran formato tienden a ofrecer comodidades más propias de una autocaravana tales como un baño o un dormitorio diferenciado y separado, un comedor más amplio y, sobre todo, una altura que nos permite estar erguidos en su interior sin problemas, siempre sin alterar la carrocería del vehículo. Estas ya permiten incluso cierta comodidad para viajar y dormir una familia de cuatro personas..

Las autocaravanas por su parte, al haber sido construidas para este fin, son más grandes, aumentando la anchura total hasta ofrecer una habitabilidad interesante, eliminando algunos problemas de convivencia en su interior y siendo un concepto más real de vivienda móvil. Pero no todo son ventajas, ya que, si superamos los 3.500 kilogramos, el carné de conducir B, el normal para coche, no nos servirá y tendremos que disponer de una licencia superior (carné tipo C) y, evidentemente, el tamaño complica la conducción sobre todo por calles no muy anchas.

Velocidades permitidas

En cuanto a las limitaciones de velocidad en carretera y autopista, las autocaravanas con una MMA (masa máxima autorizada) inferior a los 3.500 kilogramos, pueden circular a la misma velocidad que turismos y motocicletas, tanto en autopistas, autovías o carreteras convencionales. Pero si rebasan ese peso, están limitadas a 90 Km/h en autopista y autovía y 80 km/h en carretera.

Los usuarios de camper tienen una situación más compleja y dependerá del registro del vehículo. Si están registrados como autocaravanas seguirán las mismas normas, es decir, a la misma velocidad de un turismo. Si lo están como vehículos mixtos adaptables o derivados de turismo, la velocidad máxima será 100 km/h en autopista. Y si están clasificados como furgonetas no pueden rebasar los 90 km/h. Todo esto es importante porque las multas llegan.

Los camper gran formato, sobre todo, están teniendo un aumento importante en la demanda de versiones 4X4 que permiten llegar a lugares alejados de la civilización que, en muchas ocasiones, están vedados a las autocaravanas por simples motivos de tamaño.

Acampar y aparcar no es lo mismo

En lo que sí existe un problema, según declaran numerosos usuarios de estos vehículos, es en esa especie de limbo legal que existe entre aparcar y acampar y que también conlleva numerosas sanciones. Muchos conductores de camper lo hacen de forma correcta, pero existen quienes por ignorancia o porque directamente les da igual no lo hacen bien y al final pagan justos por pecadores.

Si la furgoneta ocupa estrictamente el espacio de su perímetro -es decir, si las ventanas están cerradas y no hay elementos que ocupen el espacio exterior, tales como mesas, sillas o toldos extendidos- se considera que  está aparcada, independientemente de que haya gente comiendo o pernoctando en el interior. En caso contrario, está acampada y eso puede conllevar severas sanciones por normativas estatales, autonómicas o locales.

Igualmente, el vehículo sólo puede estar en contacto con el suelo mediante las ruedas. Los calzos son también considerados elementos de acampada (salvo en zonas de pronunciada inclinación, por motivos de seguridad) y desde luego no se pueden emitir ruidos derivados de dispositivos como un generador eléctrico y mucho menos desechar fluidos de ningún tipo, como aguas residuales. Cualquiera de estas circunstancias haría considerar inmediatamente que el vehículo está acampado, lo que fuera de un camping o un área dedicada a autocaravanas está completamente prohibido.

Hay que destacar que, en cuanto a la acampada y pernocta, la dirección general de tráfico no emite normativa alguna, estando sujetas a las que de manera general se emitan por las autoridades locales o autonómicas.

Como norma general, antes de decidirse por este tipo de turismo, sería recomendable alquilar uno de estos vehículos y comprobar nuestra capacidad de resistencia a vivir con las limitaciones de espacio y equipaje que conlleva o convivir con alguien es un habitáculo tan reducido. A veces debemos permanecer bastante tiempo sin salir de estos muy pocos metros cuadrados y utilizar las áreas de servicio y parkings dispuestos a tal fin. Y recordar que vaciar las aguas negras de nuestra autocaravana o camper, aquellas que provienen de nuestro retrete, es algo que hay que hacer y que no siempre tenemos disposición para ello.