Nadie sabe qué se va a hacer con 40 millones recaudados

Los autónomos siguen pagando en su cuota por una formación que no reciben

Los autónomos llevan casi dos años cotizando el 1% de su cuota para pagar su formación aunque, a día de hoy, esta prestación no existe.  Son más de 40 millones de euros en cotizaciones que no se han utilizado.
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Los autónomos siguen pagando en su cuota por una formación que no reciben

Los trabajadores autónomos llevan casi dos años pagando un 1% de su cuota a la Seguridad Social para una prestación que todavía no han podido disfrutar: la formación. Si no pueden acceder a ella es porque el Gobierno aún no ha implementado los mecanismos necesarios para que el colectivo pueda acogerse a estos cursos subvencionados por la Administración que se aprobaron en el Real Decreto Ley 28/2018 y que los asalariados sí disfrutan.

Aunque muchos no lo sepan, desde enero de 2019 todos los trabajadores por cuenta propia cotizan para, más adelante, poder acceder a una formación que mejore y actualice sus capacidades. Se trata, posiblemente, de la partida de cotización de los autónomos más desconocida para el colectivo.

Con la aprobación de ese Real Decreto a finales de 2018 se universalizó el derecho a formación en el colectivo. En la normativa, se exigía un periodo mínimo de un año de cotización para que los autónomos puedan tener derecho a acceder a la formación. No obstante, casi dos años después, el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social aún no ha diseñado estas formaciones ni ha decidido cómo podrán acceder los trabajadores por cuenta propia a este derecho.

Después de dos años el sistema aún no se ha diseñado

A día de hoy no se sabe cómo se va a emplear el dinero recaudado de las cuotas para poner en marcha la opción formativa para el colectivo.

Según José Luis Perea, secretario general y director del área de formación de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), es "imprescindible dar una respuesta a los autónomos sobre esto. Llevamos mucho tiempo exigiendo tanto al Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE) como a la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo (Fundae), que nos sentemos y hablemos sobre qué vamos a hacer con esos fondos para poder ofrecer a los trabajadores autónomos la prestación que se les prometió hace más de un año. Se les está cobrando la parte proporcional de algo que ni siquiera está diseñado".

Por su parte, la Fundación Estatal para la Formación en el Empleo explicó a este diario que ellos no tienen la "competencia para determinar la activación del programa de formación a autónomos aprobado en 2018. Fundae únicamente gestiona y colabora con el SEPE".

A finales de 2019 los fondos ya rondaban los 40 millones

En diciembre del pasado año 2019, el vicepresidente de ATA estimó que las partidas de dinero para destinar a la formación de trabajadores autónomos ya oscilaban entre los 38 y 40 millones de euros. A día de hoy, y tras la crisis del virus Covid-19, desde la Federación no pueden estimar la recaudación actual de estos fondos, ya que "muchos autónomos cuyos negocios no han resistido las consecuencias de la pandemia se han dado de baja, y otros han tenido que acogerse a ayudas para exonerarse de sus cuotas", explicó el director del área de formación de ATA. "En todo caso, aunque no dispongamos de la cifra exacta, es evidente que la partida ha tenido que aumentar", añadió. 

Además, Perea señaló que "el argumento que utilizan desde la Administración es que están empezando a recaudar la cuantía necesaria para sacar adelante el proyecto". Sin embargo, para el director del área de formación de ATA, éste no es suficiente motivo y lamentó que, "casi dos años después, no haya habido ningún tipo de avance en el diseño para un proyecto futuro. Los trabajadores por cuenta propia tienen derecho tanto a saber a qué se destina ese 1%, como a recibir esas formaciones". 

Dos opciones para ofrecer la formación a los autónomos

Según Perea, son dos las opciones que se barajan para ofrecer a los autónomos el acceso a la formación por la que llevan casi dos años cotizando: formación a oferta o formación bonificada.

  • El sistema de formación a oferta, se llevaría a cabo del mismo modo que, actualmente, se hace con Fundae. La Administración saca a oferta una convocatoria pública, los diferentes centros de formación proponen un plan, y se escoge uno de ellos. Esta modalidad sería, posiblemente, la que permitiese el acceso a formación a más autónomos.
  • La otra opción sería la bonificada. En ésta, el autónomo escogería un curso -el que quisiera -, y podría deducírselo. “El problema es que, la Seguridad Social, teniendo en cuenta lo que han cotizado los autónomos -que en la mayoría de los casos están por la base mínima- dispondría al año de unos 14 euros por contribuyente y, con eso, no le daría para cubrir los gastos. Por lo que el pago restante tendría que completarse con dinero de la Administración”, explicó José Luis Perea.

Sin embargo, y desde el punto de vista del secretario general de ATA y director del área de formación, esta última modalidad es muy interesante para los trabajadores por cuenta propia por dos razones. La primera, porque es el autónomo el que decide el curso que le interesa en función de sus necesidades. La segunda, porque serían muchos los pequeños centros de formación que podrían beneficiarse impartiendo las clases y, por tanto, buena parte del presupuesto se reinvertiría en el colectivo. Por el contrario, en el caso de la modalidad de formación a oferta, "suelen ser sólo las grandes consultoras las que concursan” apuntó.

Los tres problemas  actual de la formación pública 

Además, Perea apuntó cuáles son los tres problemas actuales de la formación pública para el colectivo.

  1. Las limitaciones presupuestarias, que hacen que la oferta de cursos dirigidos para este colectivo sea baja.
  2. Los contenidos de los cursos tienen poco -o nada -que ver con lo que demanda el colectivo. “Puede haber un curso sobre cómo utilizar una aplicación o un programa, pero lo que ellos necesitan saber es cómo gestionar su negocio, cómo pueden vender más o qué estrategias existen”, detalló Perea.
  3. La disponibilidad horaria. Muchos de los cursos que se imparten -aunque puedan ser también online-, se hacen por la mañana o por la tarde. “Pero un comerciante, no puede abandonar su tienda para asistir. Los autónomos necesitan horarios específicos, por ejemplo, entre las 15 y las 17, o a partir de las 21 horas”.

A este respecto, Perea anunció que ATA está trabajando en un estudio para identificar cuáles son verdaderamente las necesidades formativas de los autónomos. “Estamos intentando detectar sus necesidades formativas, para, en un futuro, poder ofrecer cursos que sean diferentes a la formación que reciben los trabajadores asalariados, tanto en contenido, como en metodología, o en horario” afirmó. El objetivo es poder cambiar las condiciones de la oferta formativa dirigida a los autónomos que hay en España y enfocarla a las verdaderas necesidades del trabajador por cuenta propia de hoy en día.

Las verdaderas necesidades formativas del autónomo

A día de hoy, no existe en el mercado una formación adaptada a las necesidades del autónomo, "no se imparten cursos con verdadera utilidad formativa para ellos", aseguró el secretario general de ATA. Si bien es cierto que los autónomos pueden acceder a los cursos gratuitos que ofrece Fundae -que están dirigidos para persona ocupadas-, éstos no están específicamente diseñados para el profesional por cuenta propia.

Según Perea, los cursos que oferta Fundae “están pensados por patronal y sindicatos, y tienen que ver con las necesidades formativas que tienen los asalariados, no los autónomos. Cierto es que, en algunas ocasiones, coincide la demanda de ambos colectivos, como sucede con los cursos de riesgos laborales, a los que sí asisten muchos trabajadores por cuenta propia”, concluyó el experto.