Claves para emprender en Iberoamérica

Emprender supone un proceso que se inicia desde el surgimiento de vocaciones y capacidades y finaliza con la concreción y el desarrollo de la empresa.

‘Emprender en Iberoamérica’, publicación presentada por Rebeca Grynspan, Secretaria General Iberoamericana, en Montevideo (Uruguay), el 20 de noviembre de 2017, supone un intento de brindar la gran cantidad de información sobre instituciones e instrumentos de apoyo al emprendimiento para que instituciones y nuevos emprendedores se sirven de ella para aprovechar las nuevas oportunidades del sector.

Esta publicación tiene el objetivo de realizar un mapeo sobre los instrumentos públicos, privados, multilaterales y mixtos que existen para incentivar y mejorar el emprendimiento en los países iberoamericanos, además, trata de identificar y analizar, a partir de las percepciones de actores estratégicos, los principales avances y desafíos para el emprendimiento en Iberoamérica.

Etapas del proceso emprendedor

Según Hugo Kantis, Director del Programa de Desarrollo Emprendedor (PRODEM), se distinguen las siguientes etapas:

1. La gestación, basada en la adquisición de una motivación y unas competencias para emprender, la identificación de una idea de negocio y la elaboración de un proyecto.
2. La puesta en marcha de una nueva empresa empezando a operar en el mercado.
3. La gestión de la empresa durante los primeros años, desarrollo del emprendimiento.

Instrumentos para el emprendimiento

La actividad emprendedora está relacionada con el crecimiento económico nacional, aunque varía según el grado de desarrollo económico de cada país y región. Para medir el dinamismo emprendedor se utiliza el indicador TEA, tasa de actividad emprendedora en etapa temprana.

A nivel mundial, las regiones con un desarrollo relativo menor presentan mayor actividad emprendedora. En economías en las que se impulsa el emprendimiento la TEA es más alta y desciende a medida que aumenta el Producto Interior Bruto (PIB) del país, debido a que niveles altos de PIB generan mayor cantidad y calidad de empleo.

“El Estado tiene un rol muy importante en el emprendimiento”, explica Juan José Llisterri, ex director general del Instituto de la Pequeña y Mediana Empresa (IMPI). En la última década, los gobiernos, nacionales o federales, han realizado un esfuerzo para otorgar cierta especificidad al emprendimiento, diferenciándolo de las políticas destinadas a las Pymes, lo que incluye la sanción de instrumentos legales específicos.

En total, seis países cuentan con normativa específica: Colombia, España, México, Paraguay, República Dominicana y Puerto Rico.

Número de organismos e instituciones de apoyo al emprendimiento.

Del total de instrumentos de apoyo, el 42,7 % pertenece al sector público, el 28 % al sector privado, el 21,7 % al tercer sector, mientras que el 7,7 % restante son iniciativas público-privadas. Además, se observa que el mayor número de instrumentos de apoyo al emprendimiento se destina a personas emprendedoras innovadoras y dinámicas y la mayor inversión proviene del sector público.

Instrumentos de apoyo según tipología de persona emprendedora destinataria y sector.

En cuanto a la etapa del proceso emprendedor que más apoyos concentra, es la de gestación y arranque, reuniendo el 43% de apoyos. Le sigue la etapa de desarrollo inicial, asistido con un 40% de los instrumentos de apoyo, y solo el 16% son apoyos a emprendedores que se encuentran en la etapa de crecimiento. Esto es un indicador de que los apoyos se concentran en emprendimientos nuevos que están en periodo de arranque, frente a los ya consolidados debido a la necesidad de aumentar la masa crítica de emprendedores, a la vez que se destinan ciertos esfuerzos en que los emprendimientos sean sostenibles y se constituyan en Pymes.

Distribución de los instrumentos según tipo de persona emprendedora y etapa.

‘Emprender en Iberoamérica’ aborda la necesidad de incorporar mujeres y jóvenes al sector del emprendimiento. Es necesario promover condiciones estructurales para que las mujeres tengan mayor participación en las dinámicas y así favorecer su autonomía y el desarrollo de la región, los instrumentos deben atender a aspectos vinculados con el financiamiento y con los apoyos.

De esta misma manera, la incorporación del sector joven requiere de un esfuerzo por entender sus particularidades, sus características y sus perspectivas en torno al futuro y a la posibilidad de insertarse como emprendedores. Dado que la mayoría de jóvenes viven en economías en desarrollo, la creación de pequeñas y medianas empresas es crucial para generar nuevos empleos, fortaleciendo, de esta manera, el crecimiento de la economía.

Instrumentos de apoyo según tipología de persona emprendedora destinataria.

Desafíos

“Tal y como reconocieron los 22 países reunidos en la XXV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, celebrada en octubre de 2016 en Cartagena de Indias, el emprendimiento representa uno de los ejes dinamizadores del crecimiento económico, que redunda en comunidades más inclusivas e incluyentes, a través de la incorporación de actividades productivas basadas en nuevo conocimiento” recuerda Grynspan. También añade que para el año 2030 casi la mitad de los puestos de trabajo actuales se habrán automatizado o habrán quedado obsoletos, además, tres cuartas partes de las 500 empresas más importantes del mundo habrán sido sustituidas por otras, muchas de estas especializadas en sectores aún inexistentes. Debido a esto, Iberoamérica debe abordar cuanto antes unos desafíos concretos entre los que destacan el promover la cultura emprendedora en cuanto a la posibilidad de innovación y cambio social, fortalecer la capacidad de gestión, monitoreo y evaluación de resultados y de impacto de los organismos especializados.

Las instituciones y organismos iberoamericanos necesitan atender las brechas en el acceso a la educación de calidad en el marco de las estrategias de desarrollo de los países, además de avanzar en regulaciones orientadas a promover modelos de negocios globales, además, abordar la necesidad de apoyar iniciativas productivas que crezcan de manera sostenible para garantizar ingresos estables y no transitorios. De esta manera, también fomentar el vínculo con el mundo académico y científico para así incrementar el perfil tecnológico de los emprendimientos, derivando en la creación de nuevas empresas y el desarrollo cientificotecnológico del país.

Por último, diseñar instrumentos que incorporen aspectos vinculados con el financiamiento e incluir una mayor cantidad de mujeres, jóvenes y otros grupos en situación de vulnerabilidad en los programas de apoyo a las personas emprendedoras.