Opinión

Esto deberías saber si quieres abrir un negocio y eres inmigrante

El autoempleo continúa creciendo cada día entre los españoles, que lo ven cada vez más como una alternativa válida para desarrollar su actividad profesional. Las ayudas al emprendimiento y el cambio de tendencia en el mundo laboral han conseguido un incremento del número de trabajadores por cuenta propia, habiéndose recuperado gran parte de los autónomos que se perdieron durante la crisis, de la que todavía arrastramos ciertos desajustes.

Esto deberías saber si quieres abrir un negocio y eres inmigrante

Ese  incremento también se ha visto reflejado en el número de extranjeros que se ha decantado por el trabajo por cuenta propia para iniciar su carrera profesional en España y su vida en nuestro país, luchando por el arraigo familiar que tanto desean.

El camino de cualquier emprendedor es difícil, y la preparación para el trabajo por cuenta propia arranca mucho antes del alta como autónomo, debiendo estudiar bien su proyecto, analizar las alternativas que el mercado ofrece a su idea de negocio, y tratar de prever una cierta viabilidad a corto o largo plazo, algo que sin duda eleva la dificultad inicial. En el caso de los extranjeros, hay que añadir los trámites previos necesarios para operar de manera legal en España, y en el caso de los no comunitarios que quieren emprender en España, el camino a recorrer todavía se presenta un poco más arduo.

Si un extranjero no comunitario quiere darse de alta como autónomo debe contar con un permiso de residencia específico y para que se lo concedan debe recabar documentación relevante sobre su proyecto y plasmar sus ideas en un plan de negocio que debe ser validado por organizaciones como la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA).

La figura del plan de negocio es fundamental en cualquier proyecto, hay que poner sobre el papel todas las ideas que rondan por la cabeza del emprendedor, de forma ordenada, y siguiendo unas pautas determinadas para no dejar nada en el tintero. Es conveniente incorporar un breve análisis de mercado así como un balance económico que nos permitan prever, al menos de manera estimativa, el rendimiento económico que se puede extraer del negocio, y el plazo de recuperación o retorno de la inversión, en el caso de que se haya efectuado alguna o de que se acceda a financiación crediticia.

Naturalmente con el plan de negocio no está el éxito garantizado pero permite al emprendedor organizar su proyecto empresarial, y sin duda permite tener una idea clara de la estrategia que se pretende seguir.

En lo que llevamos de año, desde el área de inmigrantes de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) hemos tramitado más de 70 expedientes, validando el proyecto de muchos ciudadanos de terceros países no comunitarios que han decidido acudir a España para poner en marcha su idea de negocio. La ayuda que desde ATA se presta a los extranjeros, comunitarios o no, que desean iniciar su actividad por cuenta propia, resulta especialmente importante, y da paso posteriormente a un asesoramiento más especializado, donde una vez iniciada dicha actividad, el gran abanico de proyectos, programas y subvenciones, pueden ayudar a recibir un pequeño impulso y que arrancar resulte más fácil.

Por lo que respecta a la Comunidad de Madrid, el crecimiento del número de autónomos es mayor al de gran parte de las regiones españolas, tanto por su tamaño como por su actividad económica, lo que hace que actualmente haya casi 400.000 autónomos, de los cuales una parte importante son extranjeros.

Muchos de los extranjeros que solicitan el alta en el Régimen de Autónomos son profesionales cualificados, formados en sus países de origen. Aquí, la burocracia que rodea la convalidación de los títulos universitarios, se añade a la ya de por sí tediosa burocracia española, habiendo un gran número de casos en los que la convalidación o reconocimiento de la titulación universitaria llega con posterioridad al inicio de la actividad profesional en España, lo que les obliga a iniciar negocios o proyectos no relacionados con sus estudios originaros.

A pesar de las dificultades iniciales son muchas las ayudas que desde las asociaciones y entidades se prestan para facilitar y agilizar los trámites administrativos, lo que unido a los programas y ayudas económicas de las administraciones públicas y al esfuerzo del propio emprendedor, convierten el emprendimiento en un camino que no se recorre solo.