Según el despacho Life Abogados

Tres delitos por los que un empresario puede terminar entre rejas

El despacho de abogados, Life Abogados, asegura que los tres delitos económicos más comunes por los que un empresario puede terminar entre rejas son: la administración desleal, las insolvencias punibles y los abusos de Administradores y socios mayoritarios,

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Tres delitos por los que un empresario puede terminar entre rejas

La del administrador de un negocio es una profesión, cada vez, de mayor riesgo. Debido a la carencia de un blindaje frente a futuras responsabilidades fiscales, mercantiles e incluso penales. De hecho, asegura Life Abogados en un comunicado, la lista de empresarios a los que sacan de sus despachos para llevarlos a prisión no deja de engrosar, ya sea con condena firme o en prisión preventiva. Lo cierto es que, la mayoría de los dueños de un negocios que están condenados o esperando juicio, no han delinquido con los rostros camuflados y una arma en la mano, sino que se ven ante el juez por casos de fraude o abuso.

Desde el despacho de abogados han identificado los tres delitos económicos más comunes que pueden llevar a un empresario a la cárcel:

  • Administración desleal

Ésta se produce cuando el administrador de una empresa se excede en el uso de las facultades que tenga conferidas, siempre y cuando, éstos excesos causen un daño al patrimonio de la sociedad. Lo que se castiga aquí  no es gestionar mal la sociedad o incurrir en errores frecuentemente, esto serían asuntos civiles-mercantiles.

Para aclarar este delito, Life Abogados, pone de ejemplo el caso de Domingo Parra, que fue condenado por la Audiencia Nacional a cuatro años de cárcel por administración desleal en Banco de Valencia, causando un perjuicio para esta entidad financiera de casi 200 millones. El motivo de la condena fue, precisamente, que el directivo llevó a cabo las operaciones societarias saltándose el manual de procedimientos de la entidad que dirigía, así como las recomendaciones del Banco de España.

  • Insolvencias punibles 

Hace alusión a los concursos de acreedores (antiguas quiebras y suspensiones de pagos), que resultan fraudulentos porque el Administrador infringe gravemente su deber de diligencia en la gestión de la empresa, causando a ésta un daño u ocultando su situación real. Todo ello cuando la sociedad ya ha dejado de cumplir regularmente sus obligaciones o está a punto de hacerlo.

Como ejemplo reciente de este tipo de delitos, el despacho explicó el caso de seis miembros del Consejo de Administración de la farmacéutica Asturpharma, que se enfrentan a una pena máxima de seis años de prisión por haber "vaciado patrimonialmente" la compañía después de haber sufrido pérdidas millonarias por el suministro de una partida en mal estado en 2006. La Fiscalía entiende  que "las salidas de dinero, carentes de justificación, la forma de financiación a corto plazo y la irregular administración de la compañía produjo una situación de endeudamiento con todas las entidades financieras por importe de 60 millones de euros". Pues bien, todo ello ha sido constitutivo de un delito de falsedad de documento mercantil, de otro de falsedad de cuentas anuales y de un delito de insolvencia punible.

  • Abusos de Administradores y socios mayoritarios

Los abusos de Administradores y socios mayoritarios de las sociedades a la hora de adoptar determinados acuerdos que, además, han de resultar perjudiciales para la sociedad, para alguno de sus socios o para un tercero. En este caso, destacarían las imposiciones de mayorías sobre las minorías, por ejemplo.

Protección frente a responsabilidades

A pesar de esto, apuntó el despacho, hay muchos casos en los que el administrador se ve sometido a un proceso penal que finalmente acaba en absolución. Como le sucedió, cuenta Life Abogados, al expresidente del F.C. Barcelona, Sandro Rosell. Ello no impidió que durante ante años tuviese que soportar una larga investigación de la causa, un juicio oral y, posteriormente, los recursos que se tramiten contra la sentencia. Todo ello le habrá generado cuantiosos daños (los derivados de la prisión preventiva, por ejemplo) y costes. En esta línea, existen alternativas, mecanismos con los que blindarse y aliviar la carga de una decisión cuestionada.

Se trata, explican desde Life Abogados, de seguros específicos como el de administradores y directivos, un medio de protección frente a las responsabilidades que puedan surgir frente a terceros y una medida básica, teniendo en cuenta la relación tranquilidad-precio y el enorme coste que en muchos caos conlleva una defensa adecuada contra las acusaciones de comisión de delitos económicos.

De cara a reforzar la defensa frente a cualquier acusación. han cobrado un protagonismo las medidas de control y prevención de riesgos dentro de la compañía, los planes de cumplimiento y la existencia de órganos, internos o externos, específicamente dedicados a este fin, como son las auditorías internas o las comisiones de control. Y más importante aún: compartir riesgos. El administrador tiene un abanico de posibilidades para evitar tomar las decisiones en solitario, bien sean asumidas por el consejo de administración, el comité de auditoría o por tantas otras personas implicadas que pueden mitigar, en definitiva, esta soledad extrema en la que puede sentirse muchas veces el que tiene las responsabilidades últimas sobre la vida de la empresa.