Un comandante explica su situación laboral

“Desde que empecé hace 8 años en Ryanair, he pilotado como falso autónomo”

Ryanair obliga a muchos de sus pilotos a crear sociedades en Irlanda para poder ser contratados. Así lo denuncia un comandante madrileño, que asegura llevar trabajando como falso autónomo desde que empezó a volar con esta aerolínea, hace ya ocho años.

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“Desde que empecé hace 8 años en Ryanair, he pilotado como falso autónomo”

Hace ocho años, Juan (35 años) –que pide no publicar sus apellidos por miedo a futuras represalias– empezó a trabajar como piloto comercial para Ryanair. Era el trabajo de sus sueños y para el que había estado estudiando intensamente durante dos años. Sin embargo, lo que no se esperaba cuando le ofrecieron el puesto era que acabaría trabajando como autónomo, sin ningún ecuadramiento laboral con la empresa y con el interrogante de no saber qué pasara si le ocurre un accidente aéreo. ¿Quién sería el responsable: la compañía o él como autónomo?

Su situación se repite una y otra vez, ya no solo en España, si no en toda Europa. Desde el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (SEPLA) denuncian que uno de cada cinco pilotos tienen un contrato precario. Es decir, “trabajan a través de una agencia de trabajo temporal, como trabajadores supuestamente autónomos – evitándose así no tener que pagar los costes sociales de un trabajador -, o con un contrato de cero horas sin un salario mínimo garantizado, por el cual sólo se cobra en función de lo que se vuela” detallan desde el sindicato.

La utilización de la figura del falso autónomo en el mundo de la aviación es un fraude que desde hace años viene denunciando SEPLA. Ésta es sobre todo una práctica particularmente común en Ryanair, que fue demanda en marzo de 2018 por el propio sindicato por realizar contratos fraudulentos. “Pero a Ryanair es una empresa grande y le compensa pagar la sanción y continuar haciéndolo” explicó Juan, quien considera que la contratación de autónomos es una práctica que le sale rentable a la compañía.

“Tengo una sociedad en Irlanda, con dos pilotos que no conozco”

El procedimiento que supuestamente utiliza la compañía low-cost para contratar pilotos como autónomos es complejo. “Aunque de cara al piloto es bastante sencillo, porque se encargan de todo. Es decir, ellos te proponen el contrato - como autónomo -, tu lo aceptas y ellos ponen a tu disposición unos contables para que lleven el tema de la facturación. Es un poco lentejas: o lo tomas o lo dejas”.

Según contó, dejan todo en manos de una subcontrata llamada Storm McGinley. Una compañía, también irlandesa, que se encarga, según dice, de gestionar los contratos de los pilotos y es también a través de la cual éstos facturan, aunque “a efectos del día a día soy un piloto más de Ryanair”.

McGinley es la que se encarga de contratar a los pilotos como autónomos y constituyen para ellos una sociedad en Irlanda. “Ellos cogen tres pilotos y crean una sociedad en Irlanda. Es decir, yo ahora mismo soy miembro de una sociedad en Irlanda, con otros dos pilotos a los que no conozco” reconoció Juan.

A su juicio, lo que hace la aerolínea es “aprovechar un vacío legal. Su actuación puede ser legal o no en función de como se justifique”. Aunque reconoció que él no era un piloto autónomo, porque no tenía autonomía, no decidía el precio de los vuelos, no poseía el avión y, sobre todo, él no había tomado la decisión de constituirse como un trabajador por cuenta propia.

El funcionamiento de la nueva sociedad irlandesa

La empresa se constituye en Irlanda “hasta ahí todo bien a nivel administrativo, porque son tres pilotos que constituyen una sociedad. Pero ahora es dónde comienza el entramado, porque los rendimientos de la sociedad provienen de los trabajos que hacen tres pilotos distintos -que tienen base (su punto de origen) en, por ejemplo, Irlanda, Bulgaria y España, para una compañía que se llama Raynair”.

Es en este punto donde entra el término “doble imposición en España”. Según explicó Juan, ésta se le aplica porque trabaja para una compañía irlandesa (la que tiene con los otros dos pilotos) y presta servicios a una compañía irlandesa (la aerolínea), pero como es residente y trabaja desde España “se me aplica la doble imposición y tengo que darme de alta como trabajador autónomo societario. “Al final, lo que hace esto es obligarme a pagar impuestos en ambos países”.

Según contó el tema de la doble imposición era muy complejo y había muy pocos contables que supieran bien del tema. “Por eso en Irlanda, la compañía te obliga a elegir entre uno de sus contables, en España dejan más libertad” apuntó el piloto.

Se ingresa más como autónomo

Las condiciones de trabajo como autónomo o como un piloto de plantilla son prácticamente las mismas en la compañía. “En ambos casos, te tienes que comprar tu mismo el uniforme” comentó Juan. Y, aunque también había diferencias a nivel salarial, ésta según él, tampoco era muy alta, “se puede llegar a cobrar un 10% más como falso autónomo”.

Los salarios en el mundo de la aviación son muy variados, depende de la compañía, de las horas de vuelto, el rango y la antigüedad. Aún así, este piloto es aventuró que un comandante puede llegar a cobrar unos 90.000 euros brutos anuales a través de un contrato estándar y unos 98.000 euros anuales brutos mediante un contrato como autónomo. “Pero es también porque habrás echado más horas de vuelo. Se cobra por horas de vuelo, también entre los asalariados, que tienen un sueldo base, que varía en función de los vuelos”.

No tienes protección

No obstante, si hay una diferencia básica y fundamental entre un contrato y otro: la protección. Así lo cree este piloto, que lleva años volando con la incertidumbre de no saber qué pasará con él si se queda en paro o tiene un accidente volando. También a la hora de conciliar, pues los permisos de paternidad o maternidad distan mucho de un contrato a otro.

La protección económica y laboral y el respaldo de la compañía ante cualquier incidente son fundamentales para este piloto. Quien ahorra todos los meses de su sueldo un porcentaje para cubrir los días en los que está enfermo y no puede salir a volar o, incluso, para cogerse vacaciones. “Tienes que organizar tu sueldo a futuro. Porque a diferencia del resto, nosotros no tenemos pagas extras, no tenemos una ayuda de la empresa en la jubilación, ni tenemos los mismo ingresos si caemos enfermos o, no tenemos la misma ayuda si nos despiden”. 

Baja el número de pilotos autónomos en Ryanair

Este piloto contó que hace ocho años cuando entró y le ofrecieron un contrato como falso autónomo, la situación era drásticamente diferente a la actual. “Los datos que te voy a dar no son oficiales, pero sirven para hacernos una idea del cambio. Hace diez años, el 70% de los contratos que hacía la compañía eran de falsos autónomos y el otro 30% era normales. Y  ahora, el 80% de los contratos son estándar y solo el 20% eran como falsos autónomos” comentó.

Juan cree que a la compañía “le costó” asumir la normativa española y ver que la forma en la que operaban en otros sitios de Europa, no podía aplicarse aquí. Recuerda también que al ascender a Comandante, tras llevar cinco años, le ofrecieron un contrato normal, pero las condiciones no le interesaron en ese momento, “porque la base era en Bucarest y yo quería seguir estando en Madrid. Me quedé como falso autónomo”.

Espera ahora, que Ryanair siga por el buen camino y, le ocurra como a muchos de los compañeros que conoce: conseguir un contrato normal, para dejar de ser autónomo y empezar a ser sólo comandante.