Diferencias de 500 euros de media entre ciertas provincias

Esto es lo que cobran los autónomos por Cese de Actividad en cada CCAA

Más de 1,1 millones de autónomos han tenido que acudir en esta crisis a la prestación por Cese de Actividad extraordinario. Sin embargo, la diferencia entre lo que se cobra de media en una provincia u otra puede ser de más de 500 euros al mes. Todo se debe a la base de cotización que elige cada autónomo.

Esto es lo que cobran los autónomos por Cese de Actividad en cada CCAA

La prestación por Cese de Actividad Extraordinario se ha convertido en el salvavidas de miles de autónomos, cuyo negocio lleva cerrado más de dos meses, o abierto pero con ingresos bajo mínimos. Ya son más de 1,1 millones los trabajadores por cuenta propia que han logrado acceder a esta prestación extraordinaria, aunque no todos cobran lo mismo. 

Un autónomo de Soria, por ejemplo, percibe de media por el Cese de Actividad extraordinario 1.248,08 euros, mientras que uno de Tarragona apenas llega a los 668 euros de media, según los datos proporcionados por la asociación de Mutuas de Accidentes de Trabajo (AMAT). Una diferencia de casi 600 euros cuya única explicación está en la base de cotización. La prestación extraordinaria  permite a los autónomos con pérdidas o que hayan tenido que cerrar el negocio cobrar el 70% de la base por la que cotizan. Sin embargo, todavía a día de hoy, más del 70% del colectivo sigue cotizando por la base mínima, en muchos casos porque no pueden aumentar su cuota y, en otros, porque no valoran las ventajas de subir su cotización..

La crisis por el coronavirus ha dejado claro algo que desde distintos foros se venía diciendo. Que la cotización brinda coberturas esenciales para el futuro como es la pensión, pero también para el presente más inmediato (cese de actividad, accidente laboral, baja temporal, incapacidad, maternidad, etcétera). Más de un tercio del colectivo lleva ya dos meses, desde que se decretó el Estado de Alarma, manteniéndose a flote tan sólo con lo que su mutua le paga cada mes por el Cese de Actividad, en función de la base por la que cotizaba hasta que llegó la crisis.

"Cotizar más sirve para cobrar más cuando te jubiles, sí, pero también para percibir una prestación digna el día que tengas un posible accidente, o cuando se dé cualquier circunstancia como, por ejemplo, la que estamos viviendo ahora mismo. Sólo se ve lo importante que es la base por la que elijes cotizar cuando suceden cosas como éstas", explicó Alberto Ara, abogado laboralista. 

A 2020, la base mínima a la que pueden optar los autónomos es de menos de 945 euros. Teniendo en cuenta que la prestación extraordinaria da derecho al cobro del 70% de esta base, los trabajadores por cuenta propia que vinieran cotizando por la mínima antes del COVID-19 han tenido derecho a unos 660 euros. Los datos de AMAT confirman que una parte muy grande del colectivo está percibiendo un importe muy cercano -cuando no igual- a esta cantidad, cuando algunos hubieran podido cotizar más y ahora percibir una prestación mayor hasta un máximo de 2.400 euros al mes aproximadamente.

La prestación media nacional es de sólo 729 euros

La prestación extraordinaria media que están cobrando los autónomos españoles en este momento de crisis supera por muy poco al importe correspondiente a la mínima. Concretamente, los trabajadores por cuenta propia han percibido durante estos dos meses, de media, 729 euros mensuales, según la tabla proporcionada a este diario por la asociación de mutuas. Menos de 730 euros con los que el trabajador por cuenta propia tendrá que hacer frente a todos sus gastos. 

La falta de cultura de cotización a la que llevan décadas refiriéndose las diferentes asociaciones representativas del colectivo, "se ha dejado ver de la peor de las formas posibles" comentó el abogado laboralista Alberto Ara. Los datos aportados por la asociación de mutuas registran importes medios en la prestación extraordinaria, en casi todas las comunidades, muy por debajo del SMI (Salario Mínimo Interprofesional).  De hecho, hay diez comunidades autónomas cuya prestación media es incluso inferior a los -ya de por sí muy bajos- 729 euros que cobran de media el conjunto de los autónomos españoles.

Importe medio de la prestación por CCAA

Según los datos de AMAT, que recogieron las mutuas en el momento de efectuar el primero de los pagos de la prestación a los autónomos a mediados del pasado mes de abril, Extremadura es la comunidad en la que los autónomos han cobrado un importe más bajo por el Cese de Actividad extraordinario, con 690,44 euros de media. Sin embargo, las demás no se quedan muy lejos de esta cifra. 

A los extremeños, les siguen de cerca los canarios, con 701,90 euros de media. Tras las Islas Canarias se encuentran también con una prestación extraordinaria por debajo de la media nacional: la Comunidad Valenciana (716 euros); Andalucía (719,68 euros); Murcia (723,5 euros); Cataluña (724,8 euros); La Rioja (728,7 euros) y Castilla La Mancha (728,8 euros). 

Por encima de la media nacional, pero muy cerca de ella, se encuentran Aragón (734,5 euros); Cantabria  (738,3 euros); Madrid (740,40 euros); Galicia (750,15); Castilla y León (752,9 euros); Navarra (757,4); Ceuta (761,9 euros); Asturias (764,04 euros) y País Vasco (765,77).

Y las diferencias en el Cese de Actividad extraordinario que perciben los autónomos no son sólo entre las diferentes Comunidades Autónomas, sino también entre sus propias provincias. Así, por ejemplo, los trabajadores por cuenta propia de Castilla y León registran entre sí diferencias de cerca de 400 euros de prestación media, según la ciudad en la que habiten: mientras que los sorianos cobran de media 1.248,08 euros, los salmantinos sólo perciben 717,01 euros.

El trecho es incluso mayor comparando el importe medio de la prestación con otras provincias, como la de Tarragona, donde los autónomos registran la cantidad más baja de toda España: 668 euros, que es poco más de lo que se percibe por la base mínima.

Todo depende de la base de cotización

Para el catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social de  la Universidad Politécnica de Valencia Juan López Gandía, hay decenas de variables que pueden generar esta diferencia entre las comunidades y provincias españolas. Pero, "al final, lo que de verdad importa aquí es la base por la que cotizas, no la región ni la provincia a la que pertenezcas. Y esta base varía mucho dependiendo de factores como el sector en el que el autónomo desarrolla su actividad, la edad o el tiempo que lleva con su negocio en marcha. No cotizan lo mismo los autónomos que sacan 'limpios' más de 10.000 euros al mes, que los que apenas consiguen un salario mínimo. Tampoco tiene la misma base un autónomo, gane lo que gane, cuando acaba de poner en marcha un negocio que cuando ya lleva más de una década al frente de él, porque sabe lo que gana y cuánto puede destinar a su cuota". Sin embargo consta en la Seguridad Social autónomos que declaran ingresos medios-altos y que continúan cotizando por la base mínima.

Además, según apuntan los expertos, hay que tener en cuenta que los datos proporcionados por las mutuas van a tender siempre a reflejar prestaciones bajas porque los que han solicitado la prestación extraordinaria es porque la necesitan y son, casualmente, los que se encuentran en sectores vulnerables como la hostelería o el comercio, donde se cotiza por las bases más bajas porque se suele tener necesidad de recortar de los costes más esenciales, como puede ser la cuota. 

En todo caso, lo único que cambia con la prestación extraordinaria frente a la ordinaria es el acceso - además de otras cuestiones añadidas por el Gobierno, a petición de las asociaciones, como la exoneración de la cuota-.  Pero, al final, es una prestación, como otra cualquiera, en la que el autónomo cobra un porcentaje de la base que tiene. Es una contraprestación por las aportaciones que ha hecho el afiliado durante los años que estuvo dado de alta en el RETA. "Si no has aportado lo suficiente, la Administración no te va a dar lo suficiente. Es así de sencillo, pero muy difícil de planteárselo cuando todo va bien, cuando no hay crisis y el autónomo no necesita de estas prestaciones para subsistir" añadió el catedrático la Universidad Politécnica.

Ahora, en plena crisis sanitaria y económica, casi 1,2 millones de autónomos sobreviven con una prestación que, en realidad, se han costeado ellos mismos. En este punto incidió en varias ocasiones el presidente de la Federación de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, cuando el Gobierno todavía estaba decidiendo el alcance y forma de la prestación extraordinaria: "el Cese de Actividad no es una ayuda, sino una prestación por la que han cotizado los autónomos y a la que tienen derecho". No se trata de un subsidio cuya cuantía es fija, sino una contraprestación por las aportaciones que ha hecho un colectivo, el de los autónomos, donde más del 70% cotizan por la mínima.

Por eso, lo que reflejan los datos de las mutuas, una vez más, es "la importancia de cotizar todo lo que te permita el bolsillo. Lo han dicho las asociaciones y se lo seguimos diciendo los gestores y abogados a nuestros clientes: la cotización no es un gasto, sino una inversión. En función de lo que cotices, cobrarás si tiene un accidente y necesitas una incapacidad o, como ahora, cuando la coyuntura en la que te encuentras inmerso te impide seguir desarrollando tu actividad. Cuando todo va bien hay que pensar que no siempre será así. Esta crisis nos vuelve a recordar lo importante que es cuidar nuestras cotizaciones, para cuidar nuestra prestaciones. No las de dentro de 20 años, sino las que puedes necesitar mañana mismo" explicó Alberto Ara, abogado laboralista. 

Cotizar más para cobrar más

Según un estudio realizado por Mapfre, una parte importante del colectivo “acumula un alto grado de desconocimiento o desinformación” sobre el tipo de prestaciones a las que tienen derecho. Y tampoco son conscientes de las mejoras que ha incorporado la Ley de Medidas Urgentes del Trabajo Autónomo, como la baja por maternidad o la cobertura por accidente in itinere. Ni tampoco de lo que ha implicado la universalización a todos los autónomos de las mismas prestaciones que gozan los asalariados, entre otras, la extensión del cese de actividad (antes voluntario) que entró en vigor en enero de 2019 y que garantiza una prestación por desempleo en caso de que el autónomo se vea obligado a abandonar su actividad, o la baja por accidente, o la formación.

Incapacidad Temporal o Permanente, Viudedad, Paternidad y maternidad, Cese de actividad, Formación u Orfandad , son sólo algunas de las coberturas a las que tiene derecho el autónomo sólo con pagar su cuota, y que mejorarían de forma exponencial si la eleva. Prestaciones que no sólo se deben, sino que también se pueden mejorar en muchos casos: según Mapfre, uno de cada tres autónomos podría permitirse cotizar -al menos- por bases superiores a la mínima.

Sin embargo, sólo el 8% de los afiliados al RETA cotiza por encima de los 2.000 euros. Estos autónomos, menos de uno de cada diez, "son los únicos a los que en circunstancias de crisis como las que estamos viviendo les quedaría una prestación digna para hacer frente a todos los gastos y poder vivir tranquilos. Los demás, en el mejor de los casos y en el supuesto de que puedan acceder al Cese, pueden llegar a cobrar menos que sus propios trabajadores", explicó el abogado laboralista Alberto Ara. 

No es sólo un problema de cultura de cotización

Sin embargo, para el catedrático de Derecho no es sólo un problema de falta de cultura de la cotización. "Sí es cierto que hay una parte de eso, que hay que concienciar a los autónomos y que muchas organizaciones  han hecho y siguen haciendo una gran labor al respecto. Pero el problema no es sólo ese. El autónomo tiene que lidiar a diario con una dualidad: es empresario y también trabajador. Esta doble vertiente, muchas veces, hace que el autónomo se perjudique a sí mismo".

Según explicó el catedrático, "las diferentes circunstancias del mercado laboral provocan que el autónomo vea la cotización como un coste empresarial, algo que puede y debe recortar para ganar en competitividad. De lo que no se da cuenta es de que su realidad es diferente a la de un empresario. También es un trabajador (aunque por cuenta propia) y depende de las prestaciones que se está recortando a sí mismo".  

También, según el profesor, el problema tiene que ver con la educación y con lo que se le ha transmitido a trabajadores y autónomos durante años. "Hace décadas que se oye eso de que la Seguridad Social está en quiebra, que no es rentable. Mientras se ha transmitido este mensaje desde las instituciones, a la vez, se le ha intentado concienciar al autónomo de que cotice más. Lo que hace falta no es sólo concienciar de las indudables ventajas de cotizar más, sino también de que la Seguridad Social es un sistema rentable y en el que hay que confiar. De que cuando se den crisis como ésta o la del 2008, y muchos sectores como el turismo o la construcción se vean muy perjudicados, los ingresos que va a tener asegurados el autónomo, sí o sí, serán los que aportó al Estado a través de sus cotizaciones". 

¿Servirá como aprendizaje?  

La crisis del COVID-19 ha puesto al límite de sus fuerzas a miles de autónomos, que se han visto sin ingresos, con gastos y, con la incertidumbre de no saber cuándo ni cómo podrán reabrir sus negocios. ¿Será para ellos la crisis un aprendizaje? "Ojalá, pero lo dudo. La crisis refuerza la idea de la importancia de resguardar lo público. Pero, lo cierto es que la memoria se acaba pronto. Rápidamente, todo volverá a una relativa normalidad, en la que el autónomo seguirá con poco o ningún poder de negociación y se encontrará de nuevo con la tentación de recortar en lo que menos debe recortar: su cotización". 

Lo mismo opina Alberto Ara. Para el abogado, "lo que mirará el autónomo cuando todo vuelva a la normalidad es lo que le queda a final de mes, cuánto ingresa y cuanto gasta. La idea de inversión que debe acompañar a la cotización se volverá a ir y regresarán los mismos problemas: miles de autónomos cotizando por la mínima y descubiertos ante cualquier problema. Miles de pequeños empresarios que se van a terminar jubilando con una prestación inferior a la de sus propios trabajadores".