Diez aspectos a tener en cuenta

¿Es necesario darse de alta en el IAE si se realizan trabajos por cuenta propia?

Cuando una persona desarrolla trabajos por cuenta propia que le reportan ingresos bajos y no periódicos, siempre le surge la misma duda: ¿es obligatorio darse de alta en el Impuesto sobre Actividades Económicas? La respuesta no es sencilla, dada la casuística y la propia indefinición de la Administración. Sin embargo, es conveniente conocer cómo está la situación para trabajar en orden.

mesa ordenada
¿Es necesario darse de alta en el IAE si se realizan trabajos por cuenta propia?

El Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) es desde 2003 un instrumento meramente censal pues sólo están obligados a tributar las personas jurídicas con cifras de negocio por encima del millón de euros anuales. Las personas físicas están exentas de pagar el impuesto gracias a que asociaciones como ATA exigieron que los autónomos por debajo de esta cifra de facturación no lo pagaran pero eso no significa que tengan que olvidarse de inscribirse. De acuerdo con su función censal, hay que darse de alta siempre que se ejerza una actividad “con carácter empresarial, profesional o artístico, cuando suponga la ordenación por cuenta propia de medios de producción y de recursos humanos o de uno de ambos, con la finalidad de intervenir en la producción o distribución de bienes o servicios”. El alta en el epígrafe del IAE tiene que ir acompañado del correspondiente en el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social.

Ahora bien, hay 10 aspectos que se han tener en cuenta cuando la actividad es esporádica:

  • La Administración considera que es obligatorio cuando hay “habitualidad”. Por ésta, se entiende que la actividad se desarrolla todos o la mayoría de los meses del año. En todo caso, si la actividad es la principal del trabajador, se tiene por habitual.
  • La Sala de lo Social del Tribunal Supremo sentenció en 1997 que “no hay habitualidad cuando los ingresos no superan el Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”, fijado en 10.302,60 euros anuales en 2018.
  • Las sentencias del Supremo sientan jurisprudencia, lo cual no descarta que desaparezca el riesgo de una inspección por parte de Hacienda o de Trabajo.
  • Si la actividad se desarrolla en un local abierto al público, hay habitualidad y obligación de darse de alta sea cual sea la facturación.
  • Los trabajos que no sean habituales a los efectos de alta, sí que deben tributar por otros impuestos. Aunque no se esté dado de alta en el IAE, hay que pagar el IVA si la actividad no está exenta y el IRPF. A este respecto, la Dirección General de Tributos ha contestado a una consulta sobre el tema que, si se compatibiliza (la actividad esporádica) con un trabajo por cuenta ajena, a efectos del IRPF los ingresos de ésta son rendimientos de trabajo, no de actividad económica. No es necesario emitir facturas al uso pero sí un documento justificativo en el que figure la retención correspondiente de IRPF.
  • Es muy conveniente tener en cuenta que si los ingresos por la actividad empiezan a subir de manera continua, hay que darse de alta inmediatamente aunque el trabajo no sea periódico.
  • La decisión de darse de alta en el IAE implica necesariamente darse de alta como trabajador autónomo en el RETA de la Seguridad Social. En muchas ocasiones, ronda la tentación de estar al día con Hacienda, por aquello de llevar en orden otros impuestos como el IRPF o el IVA, pero no pagar las cuotas de la Seguridad Social. Las dos instituciones cruzan datos con más frecuencia de lo que se imagina.
  • Cuando la actividad como autónomo, aunque sea pequeña y poco remunerada, es la única que se ejerce, lo adecuado es darse de alta en el IAE y, lógicamente, en el RETA.
  • En algunas consultas a las oficinas, tanto de Hacienda como de la Seguridad Social, se ha recomendado darse de alta sólo unos días hasta cobrar el trabajo y después darse de baja. Este trámite es perfectamente legal, pero muy engorroso si se tiene que hacer más de una vez.
  • Hay que recordar que para los que inician una actividad existe la tarifa plana, lo que alivia bastante al trabajador que decide darse de alta y aflorar como autónomo.