Las ventas han crecido un 70% en los últimos años

¿Es útil guardar el dinero del negocio en una caja fuerte?

Las cajas fuertes han evolucionado. Ya no son sólo parte del cine del oeste y el imaginario popular. Pueden ser muy útiles para algunos autónomos como los joyeros, loteros o relojeros. Quizás por eso, las ventas de estos pequeños fortines han crecido más de un 70% en pocos años. Cabe la opción de comprarlas o contratarlas en un banco.

 

 

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¿Es útil guardar el dinero del negocio en una caja fuerte?

Las cajas de caudales nos causan fascinación. Quizás sea porque guardan cierto misterio, o porque las hemos visto muchas veces en el cine o en la televisión, o por mera curiosidad de saber qué pueden haber tan importante para guardarse bajo kilos de hierro. Su importancia va más allá de películas como la saga de Ocean´s o The Score. Son un gran dispositivo de seguridad y no son pocos los autónomos que se plantean utilizarlo.

Declaraciones como las de Nicolás Risterucci del responsable comercial de Hexacoffre.com, una empresa que se dedica a la venta de cajas fuertes en internet, ya en 2015 lo dejaban claro: Las cajas fuertes están de moda. Risterucci aseguró que sus ventas habían crecido un 70% desde 2011. Además, estudios como el de Retail Security in Europe, pronostican una pérdida de 636 millones de euros por robos este verano. Por todo esto, muchos autónomos pueden pensar que hacerse con una caja fuerte es una buena idea. Pero ¿Realmente lo es? ¿merece la pena guardar el dinero de tu negocio en un caja de caudales?

Desde la Asociación de Comerciantes de la Plaza Mayor, José Antonio Aparicio, su director, no recomienda contar con una caja de caudales. A no ser que seas una joyería, que necesitan una por ley. Aseguró que para el pequeño comercio no merece la pena” porque es un servicio que hoy en día otorgan los bancos y ,así, de paso evitas la manipulación del dinero por parte de los trabajadores". En su lugar, recomienda tener el mínimo stock posible en el local. No sólo eso, dependiendo de las circunstancias puede llegar a ser incluso contraproducente. "Una caja de seguridad mal colocada puede ser un reclamo para los ladrones.Tienen que estar bien empotradas en el muro o fijadas en el suelo". 

Por otra parte, este tipo de cajas de seguridad pueden llegar a abaratar la prima del seguro. Esta cuota irá en función del valor que quieras asegurar. Eso sí, si decides no declarar lo que haya en su interior puede ser que el seguro no lo cubra. De modos, en caso de robo o de avería, las empresas responsables de estas cajas ofrecen un sistema de mantenimiento y reparación, aunque con un coste extra.

¿Comprar o contratar una caja fuerte?

Aquellos autónomos que estén decididos a hacerse con una caja fuerte deben saber que, actualmente, hay dos formas en el mercado de hacerse con ella.

  1. Alquilar una caja de seguridad en un banco.  Las cajas de seguridad en alquiler son, según la página web de la entidad bancaria BBVA: “Un servicio ofrecido por las entidades bancarias donde no sólo se puede guardar dinero en metálico, sino también otros bienes, como joyas y documentación, siendo totalmente confidencial lo que se guarde en ellas.” Esto quiere decir que se puede guardar prácticamente cualquier cosa, siempre que no sea un elemento peligroso, nocivo o de comercialización prohibida. Es más, la propia entidad explicó que el contenido de esta cámara es tan estrictamente confidencial que ni siquiera el propio banco sabe lo que está guardando en la caja.

Los requisitos para alquilar una de estas cajas fuertes suelen ser varios. Según la misma página web del banco BBVA, “Es un servicio reservado para los clientes que tienen cierta vinculación.” Es decir, ser cliente anteriormente del banco, tener una cuenta corriente, con un saldo mínimo, para domiciliar los pagos de alquiler y tener el DNI en vigor. Por último, como no podía ser de otra manera, habrá que firmar un contrato, donde se fije el tipo de caja y sus costes. En él, también se tendrá que dejar constancia de las firmas de aquellas personas que puedan tener acceso a los valores que guarde la caja.

Por supuesto el titular de la caja es el que responde en caso de que los objetos ahí depositados sean ilegales o peligrosos. La entidad bancaria añadió además que este es un modelo de negocio muy poco rentable para el banco, por lo que está desapareciendo, ya que “consumen mucho espacio físico y las comisiones no son muy elevadas”. Por esta razón, cada  vez menos sucursales cuentan con este servicio. Lo habitual es una por provincia y son comunes las listas de espera.

A pesar de que en todas se cobre anualmente, el precio varía de una entidad a otra, ya que cada entidad aplicará sus propias tarifas. Lo principal suele ser por el tamaño de la caja, medido en decímetros cúbicos. Por ejemplo, en Bankia cobran 50 euros por cada decímetro cúbico, exigiendo un mínimo de tres. CaixaBank, sin embargo, lo cobra a 13,50. Pero el precio va más allá del alquiler, existen, además, ciertas comisiones que el banco cobrará por su uso. Hay que destacar que cada entidad pondrá las suyas propias. Las más habituales, según el BBVA, son:

  1. De apertura o fianza, pudiendo recuperar la segunda solamente cuando finalice el contrato. Bankia, por ejemplo, cobra el doble a personas jurídicas.
  2. Comisión por apertura de la caja. Estas cuotas suelen rondar los 5,50 euros (como es el caso de Caixabank).
  3. El coste de los seguros contratados. El básico suele ser un precio cerrado por el banco. Otros seguros complementarios, que no declaren el contenido, cubrirán hasta los 6.000 euros. A partir de ahí habrá que declarar y comprobar los bienes introducidos.  Esta opción no la tienen todas las entidades.
  4. Suplementos por incorporar a otros autorizados. En CaixaBank y Bankia son del 50% de la tarifa original.

Por otra parte, Tomás Epeldegui, el director en España de Degussa, empresa que se dedica al comercio de oro físico en inversión, recomendó analizar también el horario, ya que este suele coincidir con el tiempo en que está abierta la entidad que contiene la caja. .

  1. Comprar una caja fuerte. La segunda opción que tendría el autónomo sería ahorrarse los intermediarios y optar por una caja fuerte propia. “Una caja fuerte sirve para cualquier tipo de negocio, joyería, relojerías, loterías…” declaró Antonio Soler, de la empresa Soler, especializada en sistemas de seguridad.

Sin embargo, hay que tener muy claro qué tipo de caja fuerte comprar antes de realizar ningún tipo de operación.

  1. Lo primero que hay que tener en cuenta es el contenido de la caja ya que su tamaño y forma ideal variarán en función de si queremos guardar dinero, documentación o  joyas, por ejemplo.
  2. Pensar en la ubicación. Es fundamental plantearse el espacio en el que colocaremos nuestra caja. Hay que pensar primero el tamaño que va a ocupar, si va a ser empotrada o de suelo, si va enchufada o no…
  3. Por último, hay que plantarse de qué queremos protegernos. Para ello hay distintos niveles de seguridad, que van del 1 al 5. Por ejemplo, según la página web cajas-fuertes.es, si es un negocio en el que se maneja dinero en efectivo constantemente, será buena idea una caja fuerte de depósito. Este tipo de cajas cuentan con una ranura por la que introducir el dinero sin tener la necesidad de abrir y cerrar la caja en cada operación.
Estas cajas de caudales están al alcance de todos los negocios, los precios rondan entre los 100 y los 7.000 euros según Antonio Soler, y cada uno pueden escoger el diseño que más le conviene, a excepción de los negocios contemplados por ley. Es el caso de las armerías que han de contar con la presencia de un armero y las joyerías, que deben tener  una caja fuerte nivel cuatro o superior, además de una puerta blindada y un circuito cerrado de televisión.