Según el Informe Mundial GEM

España adelanta a Alemania y Holanda en innovación emprendedora

El grado de innovación en España ha aumentado hasta alcanzar el 25%, situándose por delante de otras economías competitivas como Alemania (23%) y Holanda (22%). Sin embargo, la cifra continúa por debajo de la media europea, que alcanza el 28%. Además, la Tasa de Actividad Emprendedora nacional ha superado el umbral del 6% por primera vez en ocho años, lo que representa el inicio de la recuperación hacia los porcentajes que alcanzaba antes de la crisis.

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España adelanta a Alemania y Holanda en innovación emprendedora

España por delante de Alemania y Holanda en innovación emprendedora. Así lo demuestran los datos del último informe internacional de Global Entrepreneurship Monitor (GEM), organización encargada de analizar la actividad emprendedora a nivel mundial.

Dicho estudio analiza -entre otros aspectos- el grado de innovación de la actividad emprendedora de cada país, en cuanto a la creación de un producto o servicio nuevo que se lanza al mercado, y refleja que el de España ha aumentado hasta situarse en el 25%, por delante de otras economías más competitivas como  Alemania y Holanda (23% y 22% respectivamente). Sin embargo, la cifra continúa por debajo de la media europea, que alcanza el 28%.

La actividad emprendedora en España

El principal índice que mide Global Entrepreneurship Monitor es la Tasa de Actividad Emprendedora (TEA), el cuál mide las iniciativas que tienen hasta tres años y medio de vida en el mercado sobre la población de 18 a 64 años. De esta manera, la actividad emprendedora en España ha aumentado un punto con respecto al año anterior, creciendo del 5,2% al 6,2%. La TEA nacional, por primera vez en ocho años, ha superado el umbral del 6%, lo que representa el inicio de la recuperación hacia los porcentajes que alcanzaba antes de la crisis.

Tal y como explica el informe, las economías con mayor desarrollo muestran niveles más altos de iniciativa emprendedora impulsada por oportunidades, del mismo modo que reportan mayores índices de innovación y de perspectivas de creación de empleo. De esta manera, la iniciativa emprendedora impulsada por oportunidades se ha estabilizado en torno al 70% en España.

Del mismo modo, la tasa de negocios establecidos con una vida superior a los 3,5 años también ha mejorado. España, con una tasa del 7%, se sitúa en la media de los países europeos y por encima del total de las economías impulsadas por la innovación.

Ecosistema emprendedor en España

Según los autores del informe, el descenso en el nivel de las expectativas de creación de empleo podría indicar que cada vez más emprendedores eligen trabajar de forma autónoma. Respecto a esto, Federico Gutiérrez-Solana, director de Centro Internacional Santander Emprendimiento (CISE) y presidente de la RED GEM España, indica que “esta es una tendencia de futuro inmediato, los nuevos emprendedores van a encontrar sus oportunidades en el autoempleo basado en el propio conocimiento más que en la creación de empresas”.

Además, GEM explica que también existe una correlación entre los altos niveles de motivación por oportunidad y las perspectivas de creación de empleo. En este sentido, en España el 42% prevé generar empleo, asimismo, un 9% espera contratar seis o más trabajadores para el crecimiento de sus iniciativas en los próximos cinco años.

El informe evalúa doce componentes que se consideran imprescindibles para crear un ambiente estimulante para los emprendedores. GEM ha resaltado el valor de las iniciativas gubernamentales encaminadas a impulsar el emprendimiento en España, aunque inciden en que deberían acompañarlo con políticas que reduzcan los trámites burocráticos y las cargas impositivas.

Asimismo, ha mejorado la valoración sobre la educación en emprendimiento que ofrece España, sin embargo, añaden que esta formación todavía tiene un papel secundario y recomiendan la introducción de más conceptos sobre actividad emprendedora, tanto en la etapa escolar como la universitaria.

Global Entrepreneurship Monitor señala que el fomento de la transferencia de I+D al tejido productivo es uno de los puntos débiles de España, e indica que es necesario realizar políticas más efectivas. Respecto a esto, Gutiérrez-Solana añade que “las personas emprendedoras son un vehículo sustancial de la transferencia del conocimiento y, por tanto, potenciadores de la innovación y la competitividad”.