Informe del Banco de España

España tiene el mismo número de autónomos dependientes de un sólo cliente que Alemania o Francia

En España, los TRADE (Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes) representan el 12% del total de autónomos, una tasa entre cuatro y cinco puntos inferior a la de la media europea y en línea con la de Alemania, Francia o Bélgica. En cuanto los autónomos empleadores, el porcentaje en España es un punto superior al del resto de Europa.

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España tiene el mismo número de autónomos dependientes de un sólo cliente que Alemania o Francia

Los Trabajadores Autónomos Económicamente Dependientes conocidos como TRADE tienen un peso del 12% dentro del colectivo de autónomos. Así se recoge en el artículo analítico Caracterización del empleo no asalariado desde una perspectiva europea elaborado por Banco de España, que hace referencia a la situación de los autónomos a finales de 2017.

En términos absolutos, se está hablando de 400.000 profesionales cuyos ingresos dependen en más de un 75% de un solo cliente. Este número es muy superior, tanto al que ofrece  el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año (143.900), como al de los contratos de Trade registrados en el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que rondan los 10.000. Aunque, la poca eficiencia del sistema actual de registro de Trade explicaría que haya tan pocos contratos registrados, tal y como vienen denunciando ATA (Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos) y UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos). Ambas asociaciones propusieron el verano pasado la creación de un registro de Trades, dependiente de la Seguridad Social, en el que estos trabajadores por cuenta propia puedan apuntarse ellos mismos, especificando el nombre de la empresa para la que prestan sus servicios. Sistema que además facilitaría la lucha contra la figura del falso autónomo.

La figura de los trabajadores autónomos económicamente dependientes nada tiene que ver con los falsos autónomos. De hecho quedó regulada en julio de 2007 en el Estatuto del Trabajador Autónomo, que los define como “aquellos que realizan una actividad económica o profesional a título lucrativo y de forma habitual, personal, directa y predominante para una persona física o jurídica, denominada cliente, del que dependen económicamente por percibir de él, al menos, el 75% de sus ingresos por rendimientos de trabajo y de actividades económicas o profesionales”. Además, no podrá tener trabajadores a su cargo ni subcontratar la actividad con terceros con excepción de los periodos de maternidad o paternidad o riesgo durante el embarazo y lactancia.

No obstante, dada la cada vez mayor presencia de Trades en el tejido empresarial por las nuevas formas de empleo que están surgiendo al amparo de la economía digital, desde Banco de España consideran que la definición ha de ir más allá y subrayan que "la necesidad de clarificar el estatus de los trabajadores que se encuentran en la frontera entre los asalariados y los no asalariados es cada vez más relevante".

Estudios bajos, paridad y fidelización

El informe sitúa a España en la sexta posición de un ranking sobre TRADES -el del empleo no asalariado que depende de un único cliente- liderado por Portugal, donde éste supera el 40%. Es representativo también que, aunque en la comparativa España se encuentra por debajo de la media Europea -entre el 17% y el 18% de Trades sobre el total de autónomos-  está al mismo nivel que Bélgica y Alemania y por encima de Francia, donde la cifra se reduce aproximadamente a la mitad (6% - 7%).

Pilar García y Concepción Román, autoras del estudio, señalan que este tipo de empleo autónomo dependiente prevalece tanto en Europa como en España y se da con mayor intensidad entre los “trabajadores con estudios bajos”. En el caso español el 25% solo cuenta con estudios de primaria o de primer ciclo de educación básica, duplicando a quienes han cursado educación secundaria o post-secundaria (12%) y casi triplicando a los que disponen de titulación universitaria (8% - 9%). No obstante, los porcentajes son notablemente inferiores a los de Europa con un 41%, 18% y 11% en cada caso.

Asimismo, y siempre en términos relativos, el número de hombres y mujeres Trade es prácticamente el mismo, en torno al 11% en cada caso. Circunstancia que nos diferencia con respecto a los europeos, donde tiene más peso entre las féminas (21% frente al 13% de ellos).

Llama la atención que en España, el mayor número de Trades se concentra a partir de los 50 años, disminuyendo su incidencia proporcionalmente a la edad. El dato es un síntoma de la fidelización de los clientes con sus proveedores autónomos a lo largo del tiempo. Prueba de ello es que, según los datos de Seguridad Social, la mayor afiliación al RETA se encuentra en el grupo de autónomos que llevan cinco años o más al frente de sus negocios. Con respecto al resto de Europa, es entre los jóvenes de entre 15 y 24 años donde más se aglutina la figura del trabajador por cuenta propia económicamente dependiente.

Por sectores, el mismo patrón se repite tanto en España como en Europa: la agricultura es el ámbito productivo donde se da la mayor presencia de Trade, seguido de industria, construcción y servicios.

El 74% de los autónomos los son por vocación

El documento pone en valor el papel del trabajo autónomo en el emprendimiento y la creación de empresas, "vinculados a este tipo de trabajadores y, por tanto, su dinámica es crucial para alcanzar una estructura económica competitiva que favorezca un crecimiento más innovador". Asimismo, destaca que España se sitúa en la media de la Eurozona respecto al empleo no asalariado, por delante de Francia, Alemania e Irlanda. A su vez, destaca que los autónomos representan el 15,9%  del total de ocupados, dos puntos por encima de la media de europea.

Ahora bien, ¿por qué deciden los españoles dar el salto al autoempleo? Para el organismo que preside Pablo Hernández de Cos, el 26% lo hace por necesidad. Es decir, que el 74% restante está al frente de un negocio por vocación. Así el trabajo autónomo estaría entre las opciones preferidas por los españoles para acceder al mercado laboral.

Donde sí se eleva el porcentaje de quienes emprenden como último recurso es entre los jóvenes de entre 15 y 24 años, elevándose hasta el 60%. Circunstancia que deriva en una menor tasa de supervivencia de las empresas, según se detalla en el artículo.

Por nivel educativo, el 40,5% de los autónomos tienen estudios bajos. En el caso de los trabajadores por cuenta propia que cuentan con al menos con un trabajador en plantilla -un 5% del total de autónomos- el dato se reduce más de cinco puntos porcentuales (35,1%).   

Lo anterior resulta paradójico si tenemos en cuenta que, en 2014 (último dato aportado por el informe), la riqueza neta mediana de los hogares en los que el cabeza de familia es un no asalariado era 2,8 veces superior a la de uno en el que éste era un trabajador por cuenta ajena.

El Banco de España reconoce el efecto positivo de la Tarifa Plana

Por otra parte Banco de España reconoce el efecto positivo que la Tarifa Plana sobre el empleo y desmiente que, una vez finaliza el periodo bonificado, los autónomos decidan cerrar sus negocios como se ha venido diciendo desde algunos foros. “No se encuentra un efecto significativo de esta ayuda sobre la supervivencia de los acogidos a esos beneficios como trabajadores no asalariados”, se detalla en la página 7 del informe, haciéndose eco del estudio Evaluation of the Spanish Flat Rate for Young Self-Employed Workers (Evaluación de las tasa para jóvenes emprendedores en España), de Cueto, Mayor y Suárez.

De hecho, el informe pone el acento en el repunte que experimentó la tasa de autónomos a partir de 2011 derivado de la compleja situación del mercado laboral y de la puesta en marcha, dos años después, de la medida que bonifica el 80% de la cuota de autónomos durante los primeros 12 meses de alta en el RETA, reduciendo con ello los costes durante inicio de actividad.