Opinión

Externaliza: comprar talento y pagar por logros alcanzados

La subcontratación de servicios se ha convertido en un método muy utilizado por los trabajadores autónomos. Éste cuenta con una serie de ventajas y beneficios que hace que el 82% de los empresarios que ha externalizado vuelve a hacerlo.

Externaliza: comprar talento y pagar por logros alcanzados

España es un país con tres millones y medio de pequeños y medianos negocios, responsables de dos tercios de nuestro PIB. Pues bien, a diferencia de las grandes empresas, uno de sus secretos es la subcontratación de ciertos servicios, actividades y funciones, lo que supone ahorro de costes y un aumento de productividad. Y esta práctica habitual de la subcontratación demuestra en sí misma un elevado grado de madurez por parte de nuestro empresariado.

¿Por qué? Pues porque el término anglosajón outsourcing, traducido al castellano como subcontratación o externalización, designa el proceso por el cual una organización contrata a otra/as externas para que se hagan cargo de una parte de su actividad o formen parte de su cadena de producción.

Y nunca del llamado core business, o actividad principal de la empresa, pues es responsabilidad de cada negocio mejorar constantemente aquellos recursos que le permiten generar propuestas de valor a sus clientes.

Esta inversión al externalizar o subcontratar es sin duda la mejor estrategia a seguir para garantizar una estructura firme, conforme a un volumen de negocio que no deja de crecer y que requiere –para poder darle una respuesta adecuada– contar cada vez con más recursos.

¿Por qué se externaliza? Parece bastante claro: con objeto de dedicar nuestros mejores esfuerzos al verdadero meollo del negocio, y de esa forma ser más competitivos y poder dedicarle más tiempo a los clientes, que son el centro de toda empresa. Es más, a estas alturas se considera ya una herramienta estratégica, con su máxima evolución a partir de la crisis recién vivida.

Porque la externalización se basa en dos pilares fundamentales: el ahorro de costes y el aumento de la productividad. Y aquí tenemos que hacer una reflexión, se suele pensar exclusivamente en el ahorro en costes directos, como los salarios y los pagos a la Seguridad Social, pero yo añadiría otro factor importante –que podemos cuantificar en torno al 30%– y es el ahorro vinculado a bajas laborales, absentismo, vacaciones, etcétera. Eso sin olvidar las posibles indemnizaciones.

Por lo tanto, al subcontratar ciertas áreas de trabajo se están eliminando riesgos innecesarios para el negocio. Pero además, la externalización se adecúa al volumen de trabajo generado por la empresa; por lo tanto, hablamos de una inversión variable.

El objetivo es que el profesional o la empresa externa subcontratada –gracias a su especialización y mejora continua– aporte a corto plazo aproximadamente un 20% de aumento en la productividad.

Pongamos un ejemplo muy sencillo y habitual, que se produce con el aumento de negocio en cualquier pyme: la necesidad de un aumento de plantilla. De ella nacerá inevitablemente la necesidad de instaurar un departamento de recursos humanos, que ofrezca: selección de personal, contratos, horarios y vacaciones, nóminas… todo esto se evita gracias a la externalización de servicios. Ojo, con una empresa que además acostumbrada a llevar estos asuntos, y que conoce lo último en legislación, tendencias, etcétera.

Los dos grandes retos de la empresas actuales, para ser competitivas son: mantener una alta productividad y unos costes bajos. Los últimos estudios apuntan que las tareas llevadas a cabo por trabajadores en plantilla no deben sobrepasar el 45-50% de la tareas totales.

A la vista de estos datos es de suma importancia un exhaustivo proceso de selección del proveedor a subcontratar:

  • El 82% de los empresarios que ha externalizado vuelve a hacerlo.
  • En el decenio 2007-2017, las empresas que han recurrido a la subcontratación han pasado del 35% al 67%. Casi el doble; una tendencia que continúa creciendo.
  • Ese 33% que todavía no ha usado servicios externos argumenta: la dificultad de los procesos para delegar en manos ajenas y la política restrictiva de la empresa. Cuando desde mi punto de vista la razón real es el desconocimiento de esta herramienta estratégica, e incluso el miedo a emplearla.
  • Encuestas recientes indican que el 74,5% de las empresas analizadas cree que la subcontratación de servicios va a crecer a corto plazo.

Porque, vamos a ver, ¿qué empresas contrata estos servicios? En la práctica, todo tipo de profesionales y compañías: multinacionales, medianas, pymes, micropymes y autónomos, por la muchísimas ventajas que aporta una servicio a medida en tiempo y cantidad.