Las bajas cotizaciones les lleva a pensiones de 675 euros

Fomento garantizará una “jubilación digna” a los transportistas autónomos

En la reunión del pasado martes, los responsables de Fomento aseguraron que las ayudas de 30.000 euros al abandono de la profesión de los transportistas autónomos se mantendrán, al menos, hasta 2020. El sector continúa negociando para que se regulen los costes laborales y fiscales.

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Fomento garantizará una “jubilación digna” a los transportistas autónomos

Hay compromiso en firme. Fuentes del sector del transporte aseguraron a Autónomos y Emprendedores que, en la reunión mantenida el pasado martes 22 de octubre,  la directora general de Transporte Terrestre en funciones, Mercedes Gómez Álvarez, "se ha comprometió a ampliar las ayudas, al menos, un año más”

Con el mantenimiento de estas ayudas de 30.000 euros al abandono de la profesión para los transportistas mayores de 63 años, el Gobierno en funciones garantizaría una “jubilación digna y salvaría de la ruina” a entre 6.000 y 7.000 transportistas, la mayor parte de ellos autónomos. Los Presupuestos Generales del Estado para 2019, que finalmente no fueron aprobados por el Parlamento, no sólo preveían su mantenimiento sino que aumentaban la dotación alrededor de un 3,5%, desde los 9.180.000 hasta los 9.496.000 euros.

Ahora bien, la voluntad del Ministerio de Fomento no quita que el sector continúe en vilo, ya que de producirse un cambio en el Ejecutivo tras las elecciones del próximo 10 de noviembre “habría que empezar a negociar de cero con el nuevo equipo de Gobierno”. Pese a ello, los transportistas son “moderadamente optimistas” y desde Fetransa, (Federación Española de Transportistas Autónomos) explicaron que “a priori, todo son buenas intenciones y ninguno planea eliminarlas de cara a 2020”.

Lo que sí tendrá que debatirse en futuras reuniones será si, tal y como vienen solicitando los transportistas al Ejecutivo, se establecerá un periodo de transición de 10 años hasta la desaparición definitiva de estas ayudas, así como si se mantendrá la edad de jubilación de los conductores profesionales en los 65 años, tal y como vienen demandando desde Fetransa. 

Apenas 372 euros de pensión

Detrás de las reuniones mantenidas y las peticiones del colectivo, se esconde la situación de fondo a la que tienen que enfrentarse miles de transportistas. Y es que, son precisamente las historias reales las que ponen de relieve la necesidad de mantener vigentes éstas y otras ayudas. Una de ellas es la de Gonzalo Blas, presidente de Upatrans (Unión de Pymes y Autónomos del Transporte). Pese a que le brillan los ojos al hablar de su profesión que, junto a su mujer, María José, ha sido “mi gran pasión en la vida”, las lágrimas aparecen al recordar uno de los momentos más amargos que ha vivido como transportista. Con poco más de 55 años, una enfermedad le obligó a abandonar la carretera. “Pasé de todo a nada. Tuve que vender el camión y la nave que tenía”.

Sus ingresos se redujeron a una pensión de 372 euros mensuales. “Estuve mal asesorado desde el principio. Cuando eres joven no te preocupas por el futuro. Ganas dinero y no piensas en que el día de mañana tienes que vivir con una pensión, ya sea porque te jubiles o porque de 'golpe y porrazo' te sobreviene una enfermedad que te obliga a dejar tu trabajo. Y, los gestores, por norma general, te aconsejan cotizar por el mínimo, lo cual se paga con creces. Pasas de tener una vida cómoda a malvivir”.

Aunque el caso del presidente de Upatrans se agravó a causa de una contingencia sobrevenida, lo cierto es que la pensión media de jubilación de un autónomo que ha sido transportista toda su vida ronda los 675 euros. Algo que se atribuye a la falta de cultura de cotización, que ha llevado a muchos a considerar la cuota de la Seguridad Social como un coste y no como un colchón de ahorro a largo plazo con el que garantizar su propia protección social.

En relación a ello, José Carlos López Jato, vicepresidente de Fetransa, insistió en que “la salud del sector del transporte no debe de entenderse solamente como un conjunto de números recogidos en apuntes contables. Mas allá de los números se encuentran las personas, por lo tanto, el saldo social del sector también ha de tener un signo positivo”. Y añadió que “ha de pensarse en las necesidades de los diferentes tipos de trabajador que lo componen, sobre todo de aquellos que, debido a su edad, son especialmente sensibles a cualquier cambio que se promueva”.

Cambios que trascienden a inculcar la citada cultura de cotización entre todos los agentes implicados, desde los propios transportistas hasta los gestores que se encargan de velar por la economía de un sector que emplea de forma directa e indirecta a 595.474 personas. Además, “aunque parezca lo contrario, descontadas las dietas o los costes en el caso de los transportistas autónomos, los salarios medios son bajos. En torno a 1.200 euros cada mes, si llega”, puntualizó López Jato.

La raíz del problema se encuentra en el dumping social. Esto es, utilizar el coste social como herramienta de competitividad, de tal manera que “aquella empresa que logre establecer un coste más bajo para esta partida, será la que se acabe llevando el gato al agua”. Lo cual perjudica gravemente a los transportistas autónomos, a los que se les hace casi imposible competir con las grandes empresas y cooperativas de trabajo asociado, que fijan precios en torno a un 40% por debajo del coste que se recoge en el Observatorio de costes del transporte de mercancías del Ministerio de Fomento. Estos oscilan entre los 66.273 euros y los 187.057, según el tipo de vehículo (sin incluir las furgonetas) y de si el transporte es nacional o internacional. A ello hay que añadir las sucesivas subidas que se vienen produciendo desde 2016. Entre enero y junio de este año 2019 el incremento ha sido de entre el 1,1% y el 2%.

Falta de relevo generacional

El transporte de mercancías por carretera supone un 2,9% del PIB. Además, de él dependen en torno al 60% de las exportaciones de bienes a Europa y mueve más de 145.000 millones de euros, según los datos del último Observatorio de Fomento. Además, aunque en palabras del vicepresidente de Fetransa, “goza de una situación de pleno empleo”, entre las asociaciones de transportistas reina la preocupación. El futuro de un sector estratégico para la economía está en juego por la falta de relevo generacional. “Los jóvenes ya no quieren conducir un camión” explicó.

Un sector más cualificado

En lo que sí ha avanzado y mucho el sector del transporte es en la cualificación. Aunque en el caso del transporte de mercancías por carretera todavía hay un 71,3% de profesionales con estudios primarios, el 20,6% cuenta con bachiller, título de FP o equivalente y otro 3,9% dispone de una diplomatura o licenciatura universitaria.

Cifras que, previsibemente, mejorarán ya que se está trabajando en una modificación normativa por la que, para al certificado de actitud profesional -que abre las puertas a que los transportistas puedan gestionar su propia empresa-, será obligatorio contar con el título de bachiller. “Se está elevando el nivel de cualificación, lo cual es muy importante para mejorar la competitividad del sector. Ahora bien, sólo dará resultados si paralelamente se actúa sobre cuestiones como el fraude de las cooperativas de trabajo asociado o las empresas buzón, que dañan sobremanera al transporte de mercancías”, concluye López Jato.