Muchos enseñan a jóvenes por su cuenta

La Formación Dual es muy complicada para los autónomos

Formar trabajadores para un negocio es uno de los retos a los que tienen que hacer frente los autónomos. La Formación Dual Profesional, denominada así porque aúna las enseñanzas teóricas con las prácticas en empresas, tiene un recorrido al que los autónomos pueden sumarse para instruir a sus empleados. Pero no lo tienen fácil. Un posibilidad es el contrato de formación y aprendizaje. Otra vía es acudir a las cámaras de comercio y la tercera, a la que recurren no pocos autónomos, es enseñar al trabajador por su cuenta, lo que tradicionalmente se conoce como disponer de aprendices del oficio.

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La Formación Dual es muy complicada para los autónomos

El Gobierno ha anunciado, en declaraciones de la ministra de Educación Isabel Celaá, que una de sus medidas educativas prioritarias es que las empresas que participen en la Formación Dual redacten los temarios de Formación Profesional, para lo cual se les va a incluir en el Observatorio de Cualificaciones, en el que se deciden, entre otras cosas, los perfiles que el mundo empresarial necesita. Este anuncio confirma una realidad de la España actual: la dificultad de los empleadores, y en España el 80% de ellos son pequeños, encuentren trabajadores formados en la actividad que realizan. Problema que, en el caso de los autónomos, es endémico. La figura del aprendiz ha perdido peso en la sociedad como tal, aunque lo cierto es que sigue existiendo y es muy necesaria.  

Una manera de que los autónomos instruyan a sus trabajadores, presentes o futuros, es a través del contrato de formación y aprendizaje. Con el fin de facilitar la inserción de los jóvenes en el mercado laboral, en 2016 se creó esta fórmula para alternar la labor retribuida en el negocio con la formación. Las empresas con menos de 250 trabajadores que firmen estos contratos, destinados a personas entre 16 y 25 años, tienen una reducción del 100% en la cuota empresarial del trabajador a la Seguridad Social. Los costes de tutorización para aquellos negocios que tengan menos de cinco trabajadores pueden llegar a una cuantía máxima de dos euros por alumno y hora de tutoría. Para los autónomos que quieran trabajadores conocedores de la actividad del negocio este contrato es una vía en la que el aprendiz tiene que dividir su tiempo entre la actividad laboral (un 75% el primer año) y la formativa (un 25%). El segundo año y tercer y último cambian ligeramente los tiempos (85% y 15% respectivamente).

Labor de las Cámaras de Comercio

Los trabajadores por cuenta propia tienen a su disposición otra manera de formar a personas para que desarrollen su actividad como son los programas de Formación Dual a la Empresa de las Cámaras de Comercio. “Nuestro reto a día de hoy es que se sumen a este programa cuantos más autónomos y microempresas mejor”, declara María Tosca, directora de Empleo, Formación y Emprendimiento de Cámara de España. “Ofrecemos asesoramiento y apoyo en la tramitación para que haya formación dual, que es mareante para los más pequeños y además acercamos al autónomo al centro educativo”, señala.

En cada cámara de comercio y por medio de este Programa, el autónomo puede recibir información personalizada adaptada a su negocio para tener ocasión de participar en la FP Dual y conocer los centros formativos, así como entrar en un registro de empresas validadas para participar dicha formación. 

Proyecto para 2019

Conscientes de la dificultad de que las microempresas de los autónomos entren en este mundo formativo, María Tosca anuncia que el próximo proyecto de Cámara de España en 2019 es una “mancomunidad de servicios” entre grandes, medianas y pequeñas empresas, incluidas por supuesto las que cuentan con muy pocos empleados. Esta mancomunidad o mancomunación se basa en que las grandes y medianas que cuentan con un tutor de empresa -figura fundamental para ofrecer FP Dual- “presten” este servicio gratuitamente a los más pequeños. “Con ello se crea una cadena de valor, puesto que todos ganan y ven satisfechos sus intereses. Las grandes tienen proveedores formados y los pequeños se benefician”, afirma Tosca. Ejemplos ya existen: Mercadona trabaja con proveedores que ha hecho a su medida y Repsol forma aprendices para pequeños negocios. La mancomunidad de servicios formativos o prestar al tutor es una forma también, añade la directora de Empleo, de que las grandes ejerzan la Responsabilidad Social Corporativa (RSC).

Aprendices a cuenta del autónomo

Hay una tercera vía de enseñanza de la actividad a los jóvenes, y no tan jóvenes, para los autónomos y es la de impartir clases por su cuenta. De ello saben no pocos autónomos. Esta actividad, que no está reglada y no forma parte de la FP Dual, es a la que muchos recurren para que su actividad profesional continúe en las próximas generaciones y sus conocimientos no se pierdan o para que el negocio posea empleados a los que contratar. Es muy común entre sectores de trabajadores autónomos como artesanos de todo tipo de objetos, propietarios de talleres de reparación de automóviles, restauradores, comercios especializados u oficios varios.

Es una formación profesional dual en toda regla aunque no cumpla los requisitos marcados por el Ministerio de Educación y las consejerías respectivas. “Quiero que el oficio se mantenga, por eso he montado el taller de enseñanza de la imaginería que yo trabajo”, afirma Miguel Ángel Tapia, escultor imaginero de Valladolid. Incluso, la enseñanza se ha convertido en el sostén económico de su actividad artística.

“A los aprendices del taller los formo aquí, entre horas y cuando puedo”, declara Pedro Gómez, que regenta un taller de reparación de vehículos en el centro de Madrid. “Si quiero operarios en mi negocio los tengo que enseñar yo, porque ninguno viene con los conocimientos suficientes, son escasísimos los que tiene algún estudio más allá de los básicos y, por supuesto, nada de FP”, añade y recuerda que él empezó de la misma manera en el taller de reparaciones de un vecino del barrio. El propietario de un restaurante de la costa mediterránea, Jaime Alonso, coincide y ofrece casi el mismo testimonio. “Por las mañanas dedico unas dos horas a que los jóvenes aprendan el oficio. En este restaurante, y supongo que en todos, no nos podemos permitir que un camarero no sepa atender debidamente una mesa o a un cliente en la barra".

La Formación Profesional Dual “por cuenta propia” ha llegado a ser institucional, en el sentido de que asociaciones de autónomos de un sector determinado han creado escuelas taller propias. Uno de los casos más conocidos es el de Ubrique, donde se ha creado la Escuela de Artesanos de la Piel a expensas de los propios trabajadores de la marroquinería que tan célebre ha hecho a esta localidad gaditana.