“Digitalización, internacionalización y sostenibilidad”, sobre estos tres pilares se sostiene el futuro de la franquicia en España según Eduardo Abadía, director gerente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF). Si bien el primero y el tercero progresan adecuadamente, la internacionalización avanza a pasos agigantados entre quienes optan por emprender al arropo de una marca consolidada en el mercado.

Entre las 161.454 empresas exportadoras con las que cerró el pasado año, 334 eran enseñas de franquicias, un 6,7% más que en 2016. Éstas representan a su vez casi un 30% de las 1.116 marcas franquiciadoras que hay en España, según los datos de la AEF. Asimismo, las franquicias españolas cuentan con 22.394 locales franquiciados distribuidos por 139 países de todos los rincones del mundo. De hecho, lugares tan diversos como Mongolia, Bahrein o San Marino han sido elegidos por Mango, Imaginarium, Eurekakids o 100 Montaditos para sus expansión internacional.

Aunque los datos son realmente alentadores, implantarse en países extranjeros abanderado por una enseña como Día, Zara, Equivalenza o Telepizza no es garantía de éxito. El clientecentrismo ha de integrarse en la estrategia y gestión de este tipo de negocios, “la internacionalización no hay que verla sólo desde el punto de vista del mercado nacional, sino también desde el que aporta el mercado exterior. Hay que preparar y hacer atractivos los negocios a los consumidores del país destino”, ha explicado Abadía durante la jornada Las franquicias como oportunidad de negocio organizadas por Madrid Foro Empresarial.

Moda, hostelería y Latinoamérica

En España operan un total de 1.348 franquicias contando las extranjeras -50 de ellas se crearon el pasado año- de las cuales casi el 83% son de origen nacional y se integran en su mayoría en el sector de la moda, seguido por hostelería y restauración.

Al igual que ocurre a nivel nacional, las franquicias de ropa y complementos son las que más presentes están en los mercados exteriores, concentrando a tres de cada diez negocios internacionalizados. Le siguen de lejos, hostelería y restauración y belleza y estética.

Aunque Europa continúa siendo, “por proximidad”, el destino preferido, Latinoamérica y Estados Unidos se están convertido poco a poco en un foco de atracción para franquiciados y franquiciadores. En su informe La franquicia española en el mundo, la AEF sitúa a Portugal a la cabeza de marcas españolas, le siguen México, Andorra y Francia. Colombia asciende a la sexta posición tras implantarse en el país seis nuevas marcas, hasta las 48. Llama la atención el caso de Brasil y Argentina, donde que pese a que las enseñas rondan apenas la veintena, el número de locales franquiciados abiertos se eleva a 1.684 y 1.045 respectivamente.      

La sombra del proteccionismo de Donald Trump, parece no amedrentar a los emprendedores que optan por esta, en palabras de Abadía, “forma de distribución”. El pasado año Estados Unidos entró a formar parte de los diez destinos preferidos por los franquiciados, con 40 marcas y 641 locales abiertos. En declaraciones a Autónomos y Emprendedor, Abadía explica que “el mercado estadounidense abre las puertas de más de 300 millones de personas, lo que, ya de por sí, lo hace muy atractivo para la franquicia española. No obstante, entrar no es sencillo y hay que tener muy en cuenta los costes (aranceles…) como la normativa, especialmente en sectores como la alimentación”.    

Generadores de empleo

La franquicia en España movió el año pasado unos 27.600 millones de euros, con un incremento de facturación del 1,9%. Asimismo, según la AEF, el ritmo de crecimiento es del 5,5% frente al 1,5% del negocio tradicional. No es de extrañar que se haya colocado entre los modelos de negocios que más empleo generan. A finales del año pasado 278.951 personas -un 3,7% más que en 2016- trabajaban para una enseña. Además, en términos de ocupación, la franquicia registró en 2017 un crecimiento del 3,7%, esto es, un punto por encima del registrado por la EPA (Encuesta de Población Activa) en el mismo periodo.

Durante la jornada han sido varios los franquiciados que han relatado su experiencia. Todos ellos han coincidido en que si bien el autoempleo supuso una salida profesional a día de hoy se han convertido en empleadores. Tras haber trabajado en el sector de la banca hace cuatro años, Sergio decidió abrir su propio negocio “de la mano de un top ten del sector de la comida rápida”, McDonalds. Moreno escogió el sistema de franquicia porque “me ayudaría a perdurar en el tiempo y no equivocarme”. Así ha sido. A día de hoy gestiona tres restaurantes, uno en Lucena (Córdoba) y dos en Vitoria, y cuenta con una plantilla de 100 empleados.

Erika, franquiciada de las papelerías Carlin, fue expulsada del mercado laboral durante la crisis. A día de hoy regenta cinco tiendas en Madrid en las que trabajan con un total de 14 personas, “lo más difícil es la gestión correcta del equipo humano”, ha explicado.  

Otro caso es del de José Manuel, que hace seis meses con la recuperación del sector inmobiliario, se decantó Century 21 para abrir su primera oficina en la madrileña localidad de Aravaca. En su caso no contratan a trabajadores por cuenta ajena. “Gestionamos autónomos con la dificultad que eso conlleva”, explica. “Hay que convencerles de que se están asociando contigo y que han de ser igual de emprendedores o más que tú”. Actualmente son 10 los autónomos que prestan sus servicios para este franquiciado. Su estrategia pasa por ampliar el equipo hasta los 30 de aquí a 2019.