Aprobado el plan de rescate

El Gobierno destina 200 millones a los pequeños negocios afectados por la quiebra de Thomas Cook

El Consejo de Ministros ha aprobado el plan de rescate para los afectados por la quiebra del gigante turístico Thomas Cook.  De los 500 millones de euros previstos, 200 irán a parar a una línea de crédito para autónomos y pequeños negocios afectados de los sectores de turismo, comercio y hostelería.

 

  

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Reyes Maroto, Ministra de Industria, Comercio y Turismo
El Gobierno destina 200 millones a los pequeños negocios afectados por la quiebra de Thomas Cook

El naufragio de la casi bicentenaria compañía Thomas Cook supuso un shock para el turismo en España. Exceltur, patronal de las empresas y subsectores turísticos, cifró en más de 200 millones las pérdidas del sector. Principalmente, en Baleares y Canarias. Para paliar los daños -que, según la patronal de las agencias de viaje, Fetave, "se prolongarán hasta bien entrado el 2020"-, el Gobierno en funciones aprobó el pasado viernes en el Consejo de Ministros el Real Decreto que recoge el plan de rescate para las empresas afectadas del sector turístico por la quiebra del turoperador británico, cuya dotación será finalmente de 500 millones de euros (200 más de los inicialmente previstos) y que se destinarán en su mayor parte a Canarias y Baleares, las dos comunidades autónomas más afectadas.

De dicha cantidad, 200 millones de euros se concentrarán en una línea de crédito para los negocios afectados, incluidas las pymes y autónomos, de los sectores de comercio, turismo y hostelería. Esta línea de crédito será gestionada por el ICO (Instituto de Crédito Oficial) a través del Fondo Financiero para la Competitividad Turística (Focit). A través de estos "créditos blandos", el Ejecutivo pretende que las empresas se modernicen y digitalicen sus sistemas de ventas online, lo cual permitirá reducir la dependencia que actualmente tienen de los turoperadores, y reducir los riesgos empresariales en casos como el acontecido con Thomas Cook.

También se ampliarán a los meses de octubre y diciembre las bonificaciones de hasta el 50% para las empresas y negocios de viajes que tengan empleados contratados bajo la modalidad de ‘fijo discontinuo’. 

Aunque el presidente de Fetave, César Gutiérrez Cueva, aplaudió la decisión tomada en las reuniones entre Gobierno y comunidades autónomas, así como en las comisiones interministeriales, matizó que el mayor impacto económico recaerá “en los hoteles, grandes turoperadores y líneas aéreas” por el agujero que deja la quiebra de la compañía en sus cuentas. “Los pagos se realizan a 90 días y, por tanto, todo lo que se contrató en plena temporada alta -junio, julio, agosto y septiembre-, aún no se ha cobrado”, afirmó Gutiérrez.

Deuda que “les va a costar cobrar entre uno y dos años y a la que, lo más probable, es que se practique una quita”. A este respecto, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, anunció que el Ministerio de Justicia trabaja en el diseño de una "estrategia jurídica" para apoyar a las empresas y negocios en los procedimientos de reclamación de las cantidades impagadas por la compañía quebrada. 

El Real Decreto tiene que obtener el visto bueno de la Comisión Permanente del Congreso de los Diputados, algo para lo que fuentes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, creen que "no habrá problema",

13 medidas para una respuesta "integral"

El plan diseñado por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, acordado con las comunidades autónomas en las reuniones celebradas los días 3 y 8 de octubre, cuenta con 13 medidas con las que se pretende dar -en palabras Reyes Maroto- “una respuesta integral en, apenas, una semana a todo un abanico de problemas que ha generado esta crisis”. Estos son: la pérdida de conectividad aérea, la atención a los empleados de Thomas Cook en España, y la recuperación de la demanda turística y el impacto en pequeños negocios y autónomos, a los que irán dos tercios de la dotación.

Además, tanto la Tesorería General de la Seguridad Social como la Agencia Tributaria, abrirán una ventanilla ad hoc en las delegaciones territoriales para informar sobre los procedimientos para solicitar posibles moratorias, diferimiento de cuotas o aplazamiento del pago de determinados impuestos. También se reorientarán las actuales políticas activas de empleo de cara a “facilitar y acelerar”  que los afectados vuelvan a reincorporarse al mercado de trabajo.

Todo lo anterior acompañado por un programa de promoción de España como destino turístico, con el que se pretende mantener la competitividad de los destinos afectados, el desarrollo de medidas para consolidar la oferta turística 2019-2020 en Canarias y Baleares y el refuerzo de la Red de Destinos Turísticos Inteligentes a través de Segittur, sociedad dependiente del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, a la que se destinarán 1.485.000 euros.

A las ayudas del Gobierno central hay que sumar las propias acordadas por las comunidades autónomas. Por ejemplo, Cataluña, que anunció hace dos semanas que destinará una partida de 10 millones de euros para los perjudicados por la quiebra.  

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Oportunidad para las agencias de viaje

Lo que, a priori, puede ser un duro golpe podría convertirse en una oportunidad para los autónomos, las pymes y las empresas. Es el caso de las agencias de viajes, en las que desarrollan su actividad 17.329 autónomos, lo que supone una cuarta parte del empleo total que sostiene el subsector. “Habrá grandes beneficiados que ocuparán el espacio de la turoperadora británica”, afirmó Gutiérrez Cueva. En en su opinión, la quiebra de Thomas Cook “reforzará” la imagen de las agencias de viaje por la “seguridad y protección” que ofrecen a los turistas. “Todos nuestros clientes están protegidos y son repatriados por Ley”, explicó. Algo que no ocurre en el caso de los que han contratado el viaje por su cuenta.  

Gutiérrez Cueva explicó que, ahora, la Ley exige a todo aquel emprendedor que quiera abrir una agencia de viajes aportar una “garantía por insolvencia" de mínimo 100.000 euros. Cuantía que varía en función de la facturación y de las comunidades autónomas, que son las que tienen las competencias en materia de turismo y se encargan de la regulación. Esta cantidad, precisamente, es la que se destina a cubrir posibles contingencias como la acontecida con la compañía británica.

Además del mencionado aval o seguro de caución, las agencias de viajes deben tener suscrito un seguro de Responsabilidad Civil cuyo coste dependerá de la facturación. En definitiva, “todas las garantías en las que invertimos y que suponen gran parte de los costes de nuestro negocio revierten en los clientes, que son rescatados de inmediato”.

Sector pujante pese a la desaceleración

A pesar de la desceleración del turismo, motivada por el Brexit y la recuperación de los destinos del Norte de África y Oriente Medio, las agencias de viaje continúan siendo un subsector pujante. Las ventas crecen a un ritmo del 5,8%, el empleo al 3,2% interanual y los salarios al 6,6%, según los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística).

No obstante, las agencias de viaje afrontan un proceso de reestructuración cuyo telón de fondo es el cambio de hábitos de los turistas a la hora de contratar sus viajes. Ante esto, desde Fetave, aclararon que las que están teniendo mayores problemas son las que actúan como “intermediarias de otros turoperadores, ya que no aportan ningún valor añadido”.

El presidente de la patronal de las agencias de viaje, apuesta por la “especialización. Mantenerse en el mercado pasa por diferenciarse o crear un producto propio, bien especializándose en un destino concreto o bien en tu propio destino”.

Ofrecer algo distinto amplía “muchísimo” los ajustados márgenes de las agencias de viaje. Según explicaron desde Fetave, para que sea rentable una agencia de viajes ha de tener un volumen de negocio de entre 700.000 y 800.000 euros. En el caso de un negocio no especializado, el margen es de entre el 10 y el 20%, lo que deja una rentabilidad de en torno al 2%. En las agencias que ofrecen productos más exclusivos y adaptados a las demandas del cliente, los márgenes se elevan hasta el 30 o 33% y la rentalibilidad alcanza porcentajes de entre el 5 y el 15%.

Otra de las opciones que apuntó Gutiérrez Cuevas es el “desarrollo de negocio”. Es decir, aprovechar el local para ofrecer otros servicios vinculados a la actividad turística. “Estamos en plena adaptación y todo lo que está ocurriendo nos afecta. No obstante, España es y seguirá siendo un destino atractivo”, concluyó.