Opinión

Guía del buen directivo

El buen Directivo es el que se intenta rodearse de los mejores en cada especialidad y los potencia en vez de competir con ellos.

Guía del buen directivo

Muchas veces se ha planteado la pregunta de si el Directivo nace o se hace, yo creo que el Empresario y el Emprendedor nace más que se hace, mientras que el Directivo, se hace más que nace, es evidente que se necesitan una serie de características fundamentales para poder ser Directivo, si bien la forma en la que se llega a puestos de Dirección en las empresas, solo en un pequeño porcentaje exige realmente tener las características que te puedan acreditar como tal.

Me refiero al hecho de que se puede llegar a Directivo a través de tres caminos distintos, el primero es por las relaciones que se tiene con ciertas personas con poder en la empresa en un momento dado, otro camino es el que se consigue por no tener escrúpulos para realizar ciertas actuaciones y en general actuar de forma más que dura, es decir no ser precisamente una buena persona y por fin nos encontramos con una tercera forma que es en la que nos vamos a centrar y que no es otra que la profesionalidad y la aptitud para ser un buen directivo.

Hay varias características que tiene que tener el buen Directivo, la primera que tiene que tener es querer serlo, a bote pronto, alguno dirá pues todos queremos serlo, pero no es un tema tan claro, muy especialmente en áreas técnicas he conocido a técnicos extraordinarios que claramente no querían ser directivos, querían seguir en su tema y cuando les han promocionado para poder incrementar sus condiciones económicas, no ha actuado como tales Directivos, porque no les interesaba en absoluto.

Si ya aceptamos que tenemos la ambición de llegar a ser un Directivo y vamos por la tercera vía, es decir, la profesional, lo primero que tenemos que entender es que una promoción a Directivo es un premio, pero con sus compromisos, a partir de ese momento tienes que entender que tu compromiso con la empresa sube un peldaño y tu compromiso con tus colaboradores debe ser total.

Un buen Directivo es el que entiende perfectamente que es corresponsable de las acciones de sus colaboradores, por lo tanto tiene que tomar las medidas para que todos sus colaboradores realicen sus actividades correctamente y eso se consigue, primero evaluando el nivel de cada colaborador y asignándole actividades que puedan realizar con éxito.

Siempre he dicho, que la primera obligación de un buen Directivo es formar a su gente, a sus colaboradores, hay que prepararlos para que puedan asumir las actividades que tengan que realizar y si no tienen el conocimiento suficiente, el buen Directivo tiene que ocuparse de que sus colaboradores tengan el conocimiento suficiente como para cumplir su cometido con éxito.

El buen Directivo es el que da feedback continuo a sus colaboradores, que no espera a la evaluación anual para decirles si lo han hecho bien o mal, no en el día a día, el buen Directivo tiene que decirles a sus colaboradores como lo están haciendo y si hay que cambiar o que mejorar en algún aspecto, ayudarles si no saben cómo hacerlo y ayudarles es ayudarles, nunca hacerlo por ellos, tomarse el tiempo necesario para enseñarles y luego dejarles para que lo hagan ellos con el nivel de supervisión necesario.

La evaluación anual debe ser normalmente un resumen del feedback continuo, un poco más amplio, más profundo y formal, en el que se tiene que repasar de forma general los conocimientos a los que tiene que acceder el colaborador para que pueda cumplir con los cometidos y actividades que tenga que realizar en el próximo año.

Un mal directivo utiliza la evaluación anual para calificar y hablar de lo que ha pasado porque durante el año no lo ha hecho, mientras que el buen Directivo es el que en la evaluación anual dedica un pequeño porcentaje del tiempo en repasar el pasado, lo que ha sucedido, realizando las recomendaciones correspondientes, pero dedica su tiempo muy especialmente al futuro para ver que va a necesitar para cumplir con las expectativas que se pueden tener sobre su cometido durante el próximo año, de acuerdo a las asignaciones que vayan a tener.

La necesidad tiene dos vertientes, una la de formación y otra la de herramientas, que pueden ser tangibles, como un coche, un ordenador o un Smartphone o intangibles, como la autoridad, el mal Directivo delega la responsabilidad pero no la autoridad quiere que todo pase por sus manos, mientras que el buen Directivo delega la responsabilidad y la autoridad y se limita a ayudar orientar y supervisar, delegando el máximo posible en función del nivel de experiencia del colaborador, siguiendo las teorías de liderazgo situacional de Blanchard.

El buen Directivo es el que se intenta rodearse de los mejores en cada especialidad y los potencia en vez de competir con ellos, un buen equipo es aquel cuyos componentes son muy buenos en su especialidad y el jefe no intenta competir con ellos, sino ayudarlos a nivel individual, coordinarlos y alinear las actuaciones y los esfuerzos individuales para el bien del equipo.

Y por último, un buen Directivo, tiene que ser empático, tiene que conocer las situaciones particulares de cada colaborador y ponerse en sus zapatos, ésta en mi experiencia ha sido la parte más dura, pues te puedes encontrar con situaciones muy duras por las que puede estar pasando alguno de tus colaboradores, desde divorcios a agresiones pasando por padres alcohólicos, etc.

En definitiva un buen Directivo debe querer serlo, convertirse en Directivo profesional, utilizar bien las herramientas de comunicación, liderazgo y motivación, crear el mejor equipo posible, ayudar a sus colaboradores a tener éxito y ponerse en sus zapatos.