Expectativas del sector

Los ingresos de la hostelería crecerán en Semana Santa un 10%

La Semana Santa es, tradicionalmente, la primera salida vacacional del año y el sector de la hostelería la espera con ansia. Las previsiones generales para este periodo vacacional de 2018 son muy buenas, con crecimientos cercanos al 10% respecto al año pasado. Pero también es tradición que no llueva a gusto de todos y este año en sentido literal. Mientras que los hosteleros y restauradores de provincias del interior se frotan las manos y prevén casi llenos totales, en zonas como la costa gaditana no tiran cohetes precisamente.

chiringuito playa
Los ingresos de la hostelería crecerán en Semana Santa un 10%

Las previsiones medias en toda España sobre la evolución de la hostelería en Semana Santa, para la que faltan apenas días, son excelentes. Compañías como Adecco y Randstad, especializadas en derechos humanos, vaticinan aumentos significativos de las contrataciones en el sector respecto a la Semana Santa de 2017. La primera ha publicado que la hostelería y la restauración crecerán en empleo (de duración determinada) por encima del 12% y que los perfiles más demandados son camareros, cocineros y ayudantes de cocina. Por su parte, Randstad considera que la hostelería liderará las contrataciones en Semana Santa y que el sector aumentará los empleos casi un 10%. Ambas compañías destacan en sus previsiones que la hostelería no ha dejado de crecer desde 2014 en este primer periodo vacacional del año y que 2018 mejorará los números de anteriores ejercicios.

Predicciones desiguales

Pero no todos opinan los mismo. Los propios implicados, los hosteleros locales, ofrecen versiones distintas según se trate de una zona o otra del país. Las previsiones de las provincias del interior, a pocos días de que empiece la Semana Santa, son mucho más halagüeñas que las de algunas provincias costeras del Sur.

Valgan dos ejemplos. La ciudad de Salamanca espera una Semana Santa como las de antes de la crisis económica. La asociación de empresarios de hostelería de Salamanca ha declarado que sus expectativas son de ocupaciones del 95%. Crecerán poco respecto al año pasado, que fue asimismo magnífico, pero porque no hay plazas nuevas. Y los establecimientos hosteleros salmantinos como restaurantes, bares y cafeterías empezarán a colgar el cartel de “Completo” desde casi el primer día de la semana a tenor de las reservas.

En el otro extremo se encuentra Cádiz, un destino vacacional de primer orden. La Federación de Hostelería de la Provincia de Cádiz (Horeca) ha facilitado las previsiones de esta Semana Santa en dos periodos -los primeros días de la semana y los cuatro últimos que son festivos- y, aunque no son malos, en comparación con los de 2017 hay una buena caída. Así, por ejemplo, una localidad tan turística como el Puerto de Santa María registró del 13 al 16 de abril del año pasado (de Jueves Santo a Domingo de Resurrección) una ocupación del 86%. Los vaticinios de los hosteleros para 29 de marzo-1 de abril (los mismos días festivos) es del 82,6% en el Puerto. Las principales localidades turísticas gaditanas experimentan caídas, aunque el caso más espectacular es el de Zahara de los Atunes donde en 2017 se llegó al 95,8% y este año no se espera más que un 56,1%. 

Climatología y expectativas

Hay dos explicaciones para la euforia de unos y el desencanto de otros. La primera es de carácter general: este año la Semana Santa ha caído a finales de marzo, quince días antes que el año pasado, con lo que las expectativas de buen tiempo y disfrute de la playa prácticamente no existen. Por eso, zonas como Salamanca, Zamora, Valladolid o La Rioja atraen a los turistas en busca de unos atractivos culturales y gastronómicos, sobre todo en años como éste, si bien son destinos tradicionales en estas fechas. Al visitante del interior no le importan las condiciones climatológicas.

Al visitante de las costas del Sur, en un 90% sí le importan y lo que va buscando es un anticipo de los placeres veraniegos. Los quince días de diferencia entre la Semana Santa de 2017 y la de 2018 influyen mucho. Sin embargo, hay algo más. Este año las temperaturas están siendo muy bajas para la época, tanto que la primera semana de marzo un temporal, con tornados y todo, arrasó parte de las costas andaluzas. La peor parte se la llevaron las provincias de Cádiz y Huelva. Todo el litoral quedó destrozado y las pérdidas en los establecimientos hosteleros a pie de playa, uno de los atractivos turísticos de la zona (los famosos chiringuitos), han sido cuantiosas. Los empresarios del sector de Cádiz han calculado que los daños se pueden cuantificar entre 70.000 y 100.000 euros por chiringuito. Ante este panorama, no son de extrañar las malas previsiones del sector para las vacaciones que están a la vuelta de la esquina.