Contribuirá a flexibilizar las condiciones de los créditos

La Ley Hipotecaría abre la puerta a que existan listas de buenos pagadores

La nueva Ley Hipotecaria ha abierto una ventana a la creación de ficheros de solvencia positiva. Según los expertos simplificará el análisis de riesgos y, por tanto, facilitará la decisión de los bancos en las operaciones de menor importe. Además, podría abaratar los costes de la financiación.

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La Ley Hipotecaría abre la puerta a que existan listas de buenos pagadores

Hasta ahora el ‘refuerzo positivo’ era una práctica que se enviaba al rincón de pensar por parte de las entidades financieras. Circunstancia que limitaba las posibilidades de obtener crédito a muchos autónomos que, obligados por la crisis, fueron incluidos en las listas de morosos pero que a día de hoy son perfectamente solventes. Desde que a mediados de junio entrase en vigor la nueva Ley Hipotecaria todo puede cambiar.

El texto normativo abre la puerta a la creación de ficheros de solvencia positiva, o lo que es lo mismo, listados de buenos pagadores. En opinión de los expertos, supondrá una ayuda para quienes necesiten obtener créditos pequeños. “Los ficheros llamados positivos facilitan la decisión del banco, sobre todo en operaciones pequeñas y de rápida concesión. Estos listados de buenos pagadores, forman su opinión a partir del historial crediticio, por eso son más útiles de cara a operaciones pequeñas o medias, porque pueden simplificar mucho el análisis de riesgos”, explica Juan Fernando Robles, profesor de finanzas del Esiff (Escuela Internacional de Finanzas).

Opinión con la que coincide Matilde Cuena, catedrática de Derecho Civil en la Universidad Complutense de Madrid (UCM), “aportan información sobre el nivel de endeudamiento del cliente y permiten una mejor evaluación de la solvencia. Cuando se comparte información positiva (deudas pendientes, número de préstamos, patrones de pago, activos, pasivos y garantías asumidas) el buen comportamiento crediticio se convierte en un importante activo para el deudor, que puede hacerlo valer con todos los prestamistas”. Es decir, el cliente que aparezca en uno de estos listados tendrá una mayor capacidad para negociar las condiciones de los créditos, lo que a la larga podría abaratar el precio del crédito en términos generales.

Por otra parte, un documento elaborado por Funcas (Fundación de las Cajas de Ahorro) abunda en la idea de que “los emprendedores resultarían especialmente beneficiados ya que el coste de los créditos se podría ajustar a la prima de riesgo de cada uno. De este modo, los clientes con un buen historial crediticio obtendrían condiciones ventajosas a la hora de solicitar un crédito".

Ahora bien, para que realmente cumplan su función, “deben contener información completa y de calidad y eso sin la colaboración de la banca no es posible”, aclara el profesor del Esiff, Juan Fernando Robles. Colaboración ante la que habría ciertas reticencias según Funcas “las entidades financieras no quieren compartir los datos de sus considerados buenos clientes para evitar que la competencia tenga acceso a ellos e intente atraerlos para que cambien de banco”. Sin embargo, este obstáculo se superaría “si se limitara el acceso a los registros, igual que en las listas de morosos, a aquellos casos en que la entidad y el cliente van a iniciar una relación comercial”.

Herramienta de lucha contra la morosidad bancaria

Actualmente, para valorar la situación financiera de los clientes que necesitan financiación, la banca recurre al CIRBE (Central de Información de Riesgos del Banco de España), que recoge todo el historial crediticio. Aunque, tal y como destaca Robles, “es muy fiable y contiene todas las operaciones vivas que un sujeto tiene en el sistema bancario”, tiene una limitación importante y es que “no emite opinión, que queda a la interpretación de cada banco”.

Por otra parte, las conocidas como listas de morosos aportan una información sesgada y poco actualizada del perfil del cliente y sientan precedentes de cara a operaciones futuras. “Cuando los prestamistas comparten información sobre el comportamiento negativo de pago de los prestatarios tiene como efecto la introducción de disciplina en el mercado de crédito. El deudor que incumple con una institución se ve sancionado por todas las demás que le denegarán el crédito con base en el comportamiento crediticio pasado del solicitante con otras entidades”, comenta la catedrática de Derecho Civil de la UCM. Así, las listas negras son una losa para los autónomos que buscan una Segunda Oportunidad.

A diferencia de España, en los países anglosajones y gran parte de Europa las listas de buenos pagadores tienen mayor peso que las listas de morosos. En parte porque, además de la letra escarlata que representa para los clientes aparecer en una de ellas, éstas últimas resultarían menos efectivas que las de buenos pagadores si lo que se quiere es reducir el riesgo de impago. Un estudio de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) elaborado en 2010, refleja que los ficheros positivos permitieron reducir la tasa de morosidad un 33% en Estados Unidos, un 43% en Canadá, un 69% en Argentina y un 114% en Brasil.

Los expertos coinciden en que poner en marcha estos ficheros positivos contribuirían a reducir la morosidad bancaria también en España porque son una herramienta de “prevención del sobreendeudamiento privado y de concesión responsable de crédito”, explica Matilde Cuena. La razón es que estos listados permiten a las entidades obtener una información más fidedigna acerca de la posición deudora y la solvencia presente del autónomo o persona física que solicita el crédito, mientras que las 'listas negras' sólo recogen si se han producido o no impagos. “Un deudor con seis tarjetas de crédito activas que no ha incumplido ninguna de sus obligaciones, puede ser un cliente de mayor riesgo que otro con menos préstamos asumidos que de forma esporádica llevó a cabo un incumplimiento”, ejemplifica la catedrática de la UCM. 

Desde Funcas convienen con la idea de que los ficheros de solvencia positiva “disminuirían la tasa de morosidad y se produciría un mejor control del sobreendeudamiento por parte de las entidades financieras”.

Cabe recordar que pese a que, debido a la caída del crédito y del volumen de impagados, la tasa de morosidad bancaria está en sus niveles más bajos desde noviembre de 2010, ésta permanece en el 5,70%, según los últimos datos de Banco de España. Esto es más de dos puntos por encima de la media del Eurosistema (3,56%).