La Ley de Apoyo a Emprendedores les ayudó a instalarse

Más de 7.000 venezolanos han creado negocios en España

La crisis ha atraído al país a unos 250.000 venezolanos. Para muchos el autoempleo ha sido, tanto un refugio ante la situación del mercado laboral, como una forma para conseguir la tarjeta de residencia.

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Más de 7.000 venezolanos han creado negocios en España

Más de cuatro millones de venezolanos han abandonado su país desde que Maduro accedió al poder en 2013. A ellos se suman los que, habiendo emigrado provisionalmente en los años anteriores, han decidido no regresar. En torno a 250.000 de ellos han elegido España –segundo destino preferido después de Estados Unidos- para empezar una nueva vida. A su vez, según los datos del Instituto Nacional de Estadística), casi 96.000 han conseguido regularizar su situación. Sin embargo, pocos pensaban en el emprendimiento como opción.

De cara a un futuro y, si finalmente se produce la transición a la democracia, desde Venezuelan Business Club (VBC) -una institución creada hace 15 años en Miami, que desde 2012 está presente en España y cuyo objetivo es promocionar los negocios y proyectos de la comunidad venezolana en el exterior, estableciendo además redes de contacto entre inversores, emprendedores y empresariosio en España- explican que serán muchos los venezolanos que “volverán a su país pero para expandir su negocio allí. Participarán en la recostrucción de nuestro país, crecerán allí y abrirán nuevas oportunidades de negocio para los españoles". 

Si tenemos en cuenta los 5.000 asociados con los que cuenta el Venezuelan Business Club y sus estimaciones,  el número de venezolanos que tienen un negocio en España estaría entre los 7.000 y los 7.500. A éstos habría que sumar los que se encuentran en situación irregular. 

“Muchos de nosotros somos profesionales, contamos con una carrera universitaria y vinimos acá con la idea de encontrar un trabajo en nuestra área. No fueron las empresas quienes nos lo proporcionaron, sino el autoempleo”, relata Hermes Medina, ingeniero de redes y fundador y CEO de KHS Networks, una consultora informática, que llegó a Madrid hace cinco años con la intención de estudiar y regresar a su país.

El caso de Hermes, que optó por desarrollar su proyecto en el sector en el que se formó, no es la tónica general de los emprendedores venezolanos. “Dadas las circunstancias del empleo en España los venezolanos hemos tenido la capacidad de reinventarnos y dejar de lado nuestro título. Es mejor emprender que el desempleo o la precariedad laboral”, afirma Mariale Rodríguez, abogada y secretaria general de Venezuelan Business Club .

De hecho, según explica la portavoz del VBC, la hostelería es el sector preferido por los venezolanos. Tal es el caso de Fernando Rodríguez, fundador de Antojos Araguaney, obrador de productos típicos de Venezuela, cuyo producto estrella son los tequeños (rollitos de hojaldre rellenos de queso). “Abrimos nuestra primera fábrica de quesos en 2008. Mi mujer es española y, aunque nos planteamos hacerlo en Venezuela, la situación que se avecinaba hizo que nos decantásemos por España”. A día de hoy cuentan con 57 empleados y  comercializan sus quesos y viandas  venezolanas en las cuatro tiendas que tienen abiertas en la Comunidad de Madrid (Las Tablas, Majadahonda, Rivas-Vaciamadrid y Mercado de San Antón). Además, recientemente, Andoni Goicoechea –inversor venezolano y fundador de las hamburgueserías Goiko Grill- ha entrado en su accionariado con el objetivo de expandir el negocio por toda Europa.

El de Patsy Montiel, es otro ejemplo. Esta periodista llegó a España hace 18 años para estudiar un máster pero la crisis venezolana la empujó a replantearse su futuro. Y es que Montiel es la fundadora y directora de Madrid Seduce, un blog experiencial, que descubre los mejores secretos gastronómicos y culturales de la capital de España. Además, hace pocos meses creó su propia agencia de comunicación, G al Punto, especializada en gastronomía. “Después de terminar el máster, lo lógico hubiera sido volver a mi país, pero no lo hice por la situación que ya se estaba empezando a vivir. Dí un giro de 180 grados a mi vida y tras trabajar varios años por cuenta ajena, en 2012 decidí dejarlo y construir un negocio”.

Emprender para obtener la residencia 

Gran número de venezolanos optaron por el autoempleo también con el objetivo de conseguir la residencia. La Ley de Apoyo a los Emprendedores, aprobada por el Gobierno del Partido Popular en 2013, permite obtener la conocida como “golden visa” (visado de tramitación rápida cuya resolución se publica a los 10 días de haber iniciado el proceso)  a los inversores y emprendedores que presenten un proyecto empresarial innovador que “vaya a ser desarrollado en España y que sea considerado y acreditado como de interés general”. A este respecto, la secretaria general del Venezuelan Business Club, constata que “aunque desde el mes de mayo de 2018 se han endurecido las condiciones, si se presenta un proyecto de negocio innovador, viable y que generase puestos de trabajo, emprender es un incentivo para conseguir el permiso de residencia de forma más ágil”. 

Hermes Medina, es uno de los emprendedores venezolanos que recurrió a este procedimiento. Tras presentar el plan de negocio apenas tardó seis meses en conseguir unos papeles que en ocasiones llegan a demorarse hasta seis años. “Me hice autónomo por necesidad. Estaba en estado irregular, sin trabajo ni permiso de residencia”, explica.

A este respecto, Patsy Montiel, puntualiza "hay que diferenciar entre quienes vinimos hace años que emprendimos teniendo ya la nacionalidad y los que llegan acá ahora obligados por las circunstancias, que sí que están utilizando más esta vía". 

La inversión en el sector inmobiliario –otro de los preferidos por los ciudadanos de Venezuela- es otra de las fórmulas de entrada en España. La citada Ley de Apoyo a los Emprendedores, también permite obtener el permiso de residencia exprés a quienes adquieran bienes inmuebles por valor igual o superior a 500.000 euros. De hecho, se ha desarrollado todo un modelo de negocio que recurre en sus principios a fórmulas de financiación alternativa. “Muchos de mis compatriotas están recurriendo al crowdfunding para comprar viviendas, reformarlas y posteriormente venderlas”, explica la portavoz del Venezuelan Business Club.

Más trabas que en Venezuela pero también mayor seguridad jurídica

La crisis ha llevado a los venezolanos a reinventarse. “Es habitual el pluriempleo”, afirma Mariale Rodríguez que, además, junto con otro socio cuenta con un despacho (Grupo Gran) en el que asesora a compatriotas que quieren emprender o invertir en España. Un pluriempleo que se enmarca en la compatibilización de un trabajo por cuenta ajena con la creación de un negocio. De hecho, la fundadora de Madrid Seduce coincide en "el emprendimiento forma  parte del ADN de los venezolanos. Queremos ir más allá y aportar valor añadido a lo que ya existe. En Venezuela se valora mucho el emprendimiento".  Ahora bien, ¿qué diferencias hay entre emprender “allá” y hacerlo “acá”? 

En relación a las facilidades, la portavoz del VBC, explica que en Venezuela es “demasiado sencillo. Ustedes aquí tienen tiempos más amplios, allí en una semana se puede constituir una empresa. También hay más trabas burocráticas”.  En cambio “aquí se tiene mayor protección jurídica”, apostilla.

Lo que también varía es los plazos para rentabilizar el negocio. “En España el crecimiento es sólido pero lento, en Venezuela va todo más rápido pero es más inestable por la dependencia del dólar y la propia política”.

A pie de negocio, Patsy Montiel coincide con su compatriota, "en Venezuela es todo mucho más fácil y rápido. Aquí el marco puede resultar muy duro a veces, y hay cosas mejorables. Dicho esto, no me he sentido especialmente trabada a la hora de poner en marcha mis negocios".  

Por otra parte, pese a la juventud que los caracteriza –la edad media está entre los 25 y los 35 años-, la mayoría de los proyectos de los venezolanos se convierten “negocios de éxito”. Una seña que tiene que ver con el proceso migratorio “cuando emigras te toca devorarte el mundo. Además, dejas personas atrás que dependen de ti. Todo te hacer convertirte en un hombre o mujer orquesta”, comenta Rodríguez. Resiliencia que, además se traslada al espíritu de colaboración entre los autónomos, emprendedores y empresarios venezolanos que residen en España, "nos ayudamos los unos a los otros para que nuestros proyectos se enriquezcan y funcionen. Somos una especie de gran familia en constante comunicación", describe Montiel.