Apuesta por la revolución digital

Midas cambia los neumáticos a golpe de tablet

La cuarta revolución industrial ha calado hondo en el sector del automóvil. Incluso algo tan básico como cambiar los neumáticos o pasar la revisión anual no se concibe sin un dispositivo móvil en el que se recoja el diagnóstico “con fotos” de todos y cada uno de los elementos que garantizan la seguridad de los vehículos.

Centro Midas
Midas cambia los neumáticos a golpe de tablet

Más de 5.000 años separan los orígenes de dos elementos esenciales para la evolución de la humanidad: la rueda y la digitalización. Ambos circulan hoy de la mano en los pequeños talleres de proximidad regentados por autónomos y franquiciados.

“Hay que modernizarse para no ser expulsado del mercado. Hemos cambiado nuestro modelo de negocio hacia la digitalización con un objetivo claro, mejorar nuestra competitividad y dar respuesta a lo que los clientes nos demandan”, explica Vicente Pascual, director de expansión de Midas.

La cadena de talleres de reparación rápida que cuenta a día de hoy con 155 centros en España, de los que el 87% son franquicias, ha realizado una fuerte apuesta por la innovación tecnológica. De hecho, los entre 12.500 y 25.000 euros de canon de entrada que han de desembolsar los franquiciados “lo reinvertimos en el negocio”.

Tras el pit stop de 2012 cuando se implementó la cita previa online -que supone entre el 25% y el 30% de las entradas-, y una década después de haberse integrado al grupo Mobivia en 2014, Midas incorporó en sus puntos de venta el programa 'e-Midas.net', con el que los profesionales de los talleres sustituyeron el papel por una tablet. “Fuimos pioneros del diagnóstico digital del vehículo”, comenta Pascual. El análisis de todos y cada uno de los elementos de seguridad del automóvil o moto queda recogido en un formulario virtual que, además, se acompaña de fotografías tanto de las piezas que están en buen estado como de aquellas que hay que reparar o sustituir.

La ruta de la digitalización tiene muchas millas por delante y el pasado año se cruzó una nueva meta. La marca lanzó 'Midas Connect', una aplicación móvil que conecta vehículo, conductor y taller. “Surgió como respuesta a lo que nos pedían nuestros clientes, que en definitiva es seguridad y previsión”. A través de la App se puede conocer cuál es el estado de los frenos y neumáticos, los kilómetros recorridos, el consumo medio, estado de batería y aire acondicionado… Además, facilita información sobre la ubicación del vehículo y de si se sobrepasa el perímetro de conducción o el límite de velocidad predefinido. A este respecto, Pascual pone el acento en que “el objetivo no es obtener un beneficio económico por la instalación de la aplicación, sino fidelizarlos a la marca. Buscamos desarrollar herramientas que nos vinculen al cliente durante todo el año”. Apreciación esta que tiene que ver con la propia estacionalidad del negocio. “Los españoles cambiamos las ruedas cuando tenemos algún pinchazo o, como mucho, cuando nos vamos de vacaciones”, apostilla.

Pese al bólido de la era 4.0, la innovación y las nuevas tecnologías han de convivir con las herramientas y sistemas tradicionales, “hay que ser consciente de que todavía existen dos Españas. Una cosa es lo que se cuece en las grandes capitales como Madrid y Barcelona y otra muy distinta lo que ocurre en otras provincias y localidades. Tienen otro tipo de necesidades a las que hay que dar respuesta”.

Formación dual y transparencia

Uno de los puntos fuertes de la compañía es la formación. “Nos cuesta mucho encontrar gente capacitada”, lamenta el director de expansión de la marca que abrió su primer centro en España en 1988. Por ello la división española está potenciando los conciertos con Universidades, Escuelas Técnicas y centros de emprendimiento. De hecho, participan activamente en el Grado Superior de Automoción que se imparte en la Universidad Alfonso X el Sabio, tanto en el diseño de los contenidos como en los programas de prácticas (FP Dual).

Pascual comenta que en el caso de los franquiciados, “muchos de ellos no tienen experiencia ni en el sector ni en emprendimiento, lo que supone un reto. Hay que formarlos en ambas materias y no es sencillo. Especialmente en los que cuentan con un bagaje profesional”. Además, “hay que hacerles entender que aunque se aporta un respaldo, un acompañamiento y unas garantías una franquicia no es la gallina de los huevos de oro. El negocio hay que trabajarlo, asumiendo además que hay que cumplir con los valores y directrices de la marca”. Entre ellos  formarse y adquirir nuevas competencias, algo que se ha convertido en “uno de nuestros valores añadidos. Tenemos planes de reciclaje para todos los profesionales que trabajan en la compañía”.

La transparencia del lenguaje del director de expansión de Midas se ha trasladado también a la gestión. “Siempre he apostado por ello. Hay que hablar claro, decir las verdades y no ocultar información a quienes están interesados en abrir una de nuestras franquicias. Es el único modo de que entre quien realmente quiere emprender y defender su negocio”. Por ello no esconde que “vendemos negocios a largo plazo”. Los contratos se firman por periodos de diez años y “el 99% los renueva”. Según los datos que aportan un 70% de los centros lleva abierto más de 15 años y un 40% supera el cuarto de siglo.

En cuanto a si económicamente merece la pena o no realizar la inversión de unos 185.000 euros (más impuestos y fondo de maniobra) de media, Pascual insiste “nunca decimos datos que no son. El volumen de negocio promedio es de entre 380.000 y 400.000 euros, y la rentabilidad media que obtiene un franquiciado es de un 8%. Por supuesto que tenemos algunos talleres que tienen rendimientos netos superiores al 15%, pero también hay otros con porcentajes inferiores”. A este respecto apostilla que “el proyecto personal está por delante del empresarial, por lo que si alguien acude a Midas buscando dar un pelotazo lo descartamos”.

Pascual destaca también que cada vez son más las mujeres que se interesan por el mundo del motor. “Entre el 10% y el 15% de nuestros franquiciados son mujeres y, concretamente, es una mujer la que está al frente del taller número uno en España”.

Apoyo financiero

No todas las 130 franquicias de Midas en España siguen un mismo modelo. La empresa, con la que han empredido más de 500 personas en toda Europa, ofrece tres fórmulas de adhesión. Abrir un nuevo centro, proceso que supone de entre cinco y 10 meses; cesión de un centro ya en funcionamiento, en el que el periodo hasta la apertura se reduce a cinco meses; o conversión de instalaciones, es decir, un autónomo que tiene su propio taller abierto y quiere sumarse a la marca.

En todos los casos el franquiciado tiene que aportar el 35% de la inversión inicial, que oscila entre 30.000 y 300.000 euros -según el modelo-. Para el 65% restante Midas cuenta con acuerdos con cuatro bancos que disponen de unidades especializadas en el negocio de franquicias, lo que facilita que el sí sea la respuesta final a la necesidad de crédito. “He visto aprobar operaciones que, sinceramente, jamás pensé que pudieran ser viables. Hoy son negocios que funcionan”.

Pero ¿qué ocurre si el taller no marcha cómo se desearía?. “Lo último es cerrar. Antes invertimos”. Tal es así que desde el momento en el que se abre una nueva franquicia el equipo de operaciones hace un seguimiento “muy cercano. Cada persona de operaciones analiza el rendimiento del centro y si en ese análisis observamos que hay algo que no marcha bien planteamos estrategias que permitan una segunda oportunidad. A veces pasa tan sólo por reorganizar el equipo. Hay gente que no sabe dirigir pero gestiona las hojas de cálculo a la perfección”.  

De cara al futuro, el plan 2019 - 2021 de Midas recoge más de 30 nuevas aperturas, de los cuales entre el 80% y el 90% serán franquicias. La compañía quiere, además, potenciar el negocio de los talleres de moto. Actualmente cuenta con 45 y las miras están puestas en inaugurar otros 14.