Opinión

La morosidad y las empresas zombies

Cuando una empresa no tiene suficientes beneficios para para cubrir sus gastos financieros, es lo que se denomina en economía empresas zombies.
La morosidad y las empresas zombies

La incapacidad para refinanciarse y obtener liquidez de muchas pymes y autónomos pone en riesgo la cadena de pagos, con el consecuente peligro para la viabilidad de muchas empresas.

Cuando una empresa no tiene suficientes beneficios para para cubrir sus gastos financieros, es lo que se denomina en economía empresas zombies. Es decir, el dinero que gana no llega para devolver la deuda que tienen, sino que apenas sirve para pagar los intereses de los préstamos.

El banco de España ya advirtió, que alrededor del 8% (unas 250.000) de las empresas españolas están en esa situación. Lo preocupante son las consecuencias que tienen este tipo de empresas para clientes, proveedores, organismos, etc…, ya que muchas sobreviven a base de refinanciar deuda. De momento lo pueden hacer ya que los tipos de interés están bajos y se está abriendo la mano para que se endeuden más las presas.

La gran pregunta es si con los prestamos ICO, estaremos permitiendo que muchas empresas se endeuden más para obtener la rentabilidad deseada, o por el contrario lo único que estaremos consiguiendo es que se endeuden cada vez más y más.

La inyección de liquidez para el tejido empresarial es necesaria, pero también ha permitido a muchas empresas no viables refinanciar sus deudas, gracias a que los tipos de interés están muy bajos. Esto ha generado una gran bola de endeudamiento.

¿Qué pasará cuando los tipos de interés vuelvan a sus niveles normales? Obviamente, una parte de estas compañías no podrán continuar y ser verán abocadas al concurso de acreedores, a no ser qué se normalicen los ingresos.

Hay que tener cuidado con este tipo de empresas, ya que no son viables y sobreviven de una manera artificial.

Si lo miramos de manera global hacen bastante daño a la economía, ya que no son productivas y tampoco tienen dinero para invertir. También debido a su alto endeudamiento y elevado riesgo, dificulta que otras empresas puedan acceder al crédito. Al final muchas veces, las entidades financieras son cooperadoras necesarias de esta situación, ya que prefieren refinanciar esa deuda, a tener que reconocer perdidas en sus balances.

Debido a la situación actual, a la caída del Producto Interior Bruto (PIB) se han agudizado los problemas de liquidez y endeudamiento, que de momento se van paliando en algunos casos con medidas de apoyo como los ERTEs y las líneas de avales del Instituto del Crédito Oficial (ICO), pero ¿Qué pasará cuando esto se acabe?

Una vez se terminen estas medidas, veremos como salen a la luz las debilidades de muchas em presas. Algunas no podrán volver a incorporar a todos sus trabajadores y tendrán que llevar a cabo despidos, otras no podrán devolver los préstamos, etc… Al final se habrá destinado dinero público a empresas que no eran viables.

Esto nos lleva a otra pregunta, ¿se debe solo ayudar a empresas viables, y solventes y que están en esta situación solo de manera transitoria? Al menos si se ayuda con recursos públicos, merece un debate.

Un problema añadido es el tejido productivo de España, que está formado en más de un 95% por micro, pequeñas y medianas empresas. Mucho mas vulnerables financieramente si se producen este tipo de situaciones.

Lo lógico es que las ayudas (ERTEs e ICOs) se vayan quitando, conforme se vaya reactivando la economía y la actividad en todos los sectores.