Algunos noveles admiten cobrar en "negro"

Los músicos piden que se les contrate como asalariados, no como autónomos

Según el Sindicato de Músicos Españoles (SPME), las salas evitan los pagos que tendrían que abonar a la administración al contratar por cuenta ajena a un músico. Reclaman que se les contrate como asalariados y no como autónomos.

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Los músicos piden que se les contrate como asalariados, no como autónomos

La música es un mundo lleno de glamour y dinero, pero esa es la imagen que trasladan a la sociedad. La visión que arroja el Sindicato Profesional de Músicos Españoles (SPME) ahonda en la precarización del sector donde se obliga a los artistas a trabajar en condiciones pésimas. Este no es el caso de los artistas de primer nivel que salen en las tendencias de YouTube, más bien del colectivo de pequeños músicos que viven de su arte dando bolos en salas, clubs y fiestas. Un mundo en el que, según este sindicato, los dueños de los locales de conciertos abusan de su posición dominante y obligan a los artistas a convertirse en autónomos.

“Ocurre cuando un trabajador debiendo ser contratado por cuenta ajena, es obligado a firmar un contrato mercantil para evitarse, el empresario, la obligación de realizar el pago de las cotizaciones de Seguridad Social e IRPF”, señala Luis Navarro, Secretario General del Sindicato Profesional de Músicos Españoles (SPME). En este caso la empresa estaría "endosando" la obligación de liquidar las cuotas de Seguridad Social al propio trabajador, pero además estaría incrementando innecesariamente el IVA soportado por la empresa, haciendo que un trabajador, en este caso, músico liquide por toda la orquesta, convirtiéndose en empresario de sus compañeros músicos, “resultando todo ello mucho más complicado”, explica; ya que el músico o artista se convierte, por tanto, en empresa y tendrá que ejercer como tal para gestionar las altas de los músicos que componen el grupo.

El sindicato se queja de que el empresario regente de la sala, para evitar los pagos que tendría que abonar a la administración al contratar por cuenta ajena a un músico, le obligue a firmar un contrato mercantil, por lo que el artista tendrá que darse de alta como autónomo para poder formalizarlo.

¿Cómo realizar correctamente la contratación?

Luis Navarro explica la manera correcta de realizar este acuerdo, entendiendo por acuerdo un contrato, que como tal debe estar fijado por escrito y firmado por ambas partes: empresa y trabajadores. La relación que se establece es la misma que cualquier empresa que contrata a uno, dos o más trabajadores. La única diferencia es que se trata de un contrato de duración limitada a la actuación con sus descansos.

La empresa está obligada a abonar la nómina una vez que el artista haya realizado su actuación y  a realizar el pago de las cuotas a la Seguridad Social por el Régimen Especial de Artistas. Una parte de la cuota la descontará del salario y la otra será obligación exclusiva del empresario.

“Siempre que un artista pacte con una sala de conciertos, un teatro o un hotel, por ejemplo, debe tener claro que está tratando con una empresa y no debería admitir la contratación por ningún acuerdo distinto a un contrato laboral", señala el Secretario General. “Para finalizar, el trabajador debe saber que un contrato de trabajo, bien gestionado, cubriría todas las contingencias laborales y sociales, desde que sale de su casa hasta que vuelve, como un accidente in itinere”, concluye.

Algunos aceptan pagos en negro

El Secretario General del Sindicato reivindica que se eduque a los jóvenes que comienzan en este sector, además de en la música, en aprender a gestionar debidamente su contratación laboral: “La mejor protección de estos nuevos participantes está en informarse en la Tesorería General de la Seguridad Social y en Hacienda como debe realizarse estos trámites y saber exigir a las Empresas el cumplimiento de las normas y en caso de incumplimiento, denunciar los hechos ante las Inspecciones de Trabajo”.

En muchas ocasiones, el ansia de los músicos jóvenes, que están empezando, de subirse a un escenario les lleva a aceptar estas nefastas condiciones e, incluso, a cobrar en negro las retribuciones. “Si estos cobros se hacen en negro es debido a un pacto entre ambas partes. Para ello está el contrato de trabajo. Si el empresario no lo acepta y le obliga a cobrar de esta manera, lo que debe tener claro el trabajador es que, si firma un recibo de las cantidades que cobra, el empresario estará endosándole la obligación de liquidar el IVA y no tendrá ninguna responsabilidad. Si, entonces, el trabajador hace ojos cerrados al asunto, Hacienda puede que venga reclamando la liquidación del IVA con recargos y posibles sanciones”, advierte Navarro.