Para el control sanitario propio o de los empleados

Los negocios podrían beneficiarse de esta mascarilla que avisa si tienes fiebre

Esta mascarilla térmica, desarrollada por una empresa alicantina, avisa cuando la persona que la lleva supera los 37,5 grados de temperatura, lo que podría resultar de utilidad para muchos autónomos y pymes en el control diario de sus trabajadores.
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Los negocios podrían beneficiarse de esta mascarilla que avisa si tienes fiebre

Cada vez son más los que se suman a la actividad de la fabricación y venta de mascarillas. Su uso es obligatorio en toda España y esto hace indudablemente que la alta demanda se mantenga tras dispararse hace ya unos meses. De hecho, las novedades no cesan en este mercado donde cada día nuevos negocios reinventan el producto original: desde logos personalizados para empresas, estampados llamativos o que combinan con la funda de tu móvil hasta conseguir que una mascarilla te advierta de si tienes fiebre.

Precisamente, esta última ha sido desarrollada por una empresa textil alicantina, situada en el municipio de Muro de Alcoi, que fruto de su experiencia se percató de la posibilidad de emplear en la fabricación de mascarillas un tipo de tejido ya existente, que se activa con los cambios de temperatura. Lo único que les faltaba era lograr adaptarlo para que ese cambio en el tinte se produjese concretamente al superar los 37,5 grados. Y así fue. Tras cinco meses de pruebas en el laboratorio y con el Instituto Tecnológico del Textil (AITEX), que ha certificado su durabilidad y efectividad frente a la prevención del virus, hallaron la fórmula para convertir la mascarilla térmica en realidad.  

Ellos son un ejemplo más del espíritu de superación y adaptación que muchos autónomos, emprendedores y pymes en general están demostrando tanto para mantener a flote su negocio como para aportar nuevos mecanismos que reduzcan el efecto del virus y ayuden a la difícil tarea de doblegar la curva de contagios.

De verde a blanco cuando se superan los 37,5

El tejido de la mascarilla diseñada y fabricada por Colorprint Fashion tiene una filtración bacteriana del 98% y es capaz de cambiar de color, según aumenta la temperatura corporal de la persona que la porta. Así, este producto textil térmico, que pasa de verde a blanco al superar los 37,5 grados centígrados, permite detectar un posible contagio a simple vista.

En un principio, el aspecto de la mascarilla es completamente verde, sin embargo, unas franjas blancas comienzan a aparecer en cuanto la tecnología del tejido percibe esa subida de temperatura. Además, cuentan con el mismo certificado que las mascarillas higiénicas y permiten asimismo su lavado y desinfección sin afectar a las propiedades del textil. “Se estropea antes el filtro de la mascarilla porque haya culminado su proceso de vida que el colorante”, aseguró Enrique Pérez, ingeniero técnico textil de Colorprint Fashion que ha diseñado del producto.

Permite el control en todo momento 

Desde que comenzó la pandemia, pero sobre todo a raíz de la desescalada, someterse a un control de temperatura antes de entrar a la oficina, centros médicos o cualquier otro tipo de establecimiento se ha vuelto un ritual casi obligatorio en la era covid. Sin embargo, estos controles rutinarios se realizan en un momento puntual y no aseguran que minutos más tarde la persona continúe sin fiebre.

Con este nuevo sistema, cualquier negocio podría identificar rápidamente si el propietario o uno de sus trabajadores comienza a tener fiebre, uno de los síntomas que alertan de un posible contagio. También sería de gran eficacia para que tiendas, mercados locales, bares y restaurantes, entre otros, muestren que a su clientela que no tienen síntomas del virus..

La mayoría toma la temperatura a sus trabajadores cuando llegan, pero luego a lo largo del día ya no dispones de ese control. Así, por ejemplo, un supermercado puede controlar a los empleados que tienen en caja o reponiendo alimentación”, detalló Pérez.

Está siendo un éxito 

Su venta al público no está disponible todavía. Aun así, estas mascarillas térmicas han superado ya multitud de pruebas para su correcta homologación y comercialización. De hecho, la compañía alicantina ha recibido un aluvión de pedidos en las últimas semanas tras registrar su patente. “La demanda ha sido brutal. Nos ha sobrepasado, no esperábamos que fuese algo tan grande”, confesó Pérez. Es más, si todo sale bien, sus ventas darán la vuelta al mundo, pues cuentan ya con peticiones de varios países de Latinoamérica y Europa que esperan su comercialización.

La empresa textil espera poder suministrar las mascarillas a cualquier grupo de población. Por eso, pretenden fijar un “precio accesible al público y que no sea algo exclusivo”. En este sentido la unidad oscilaría entre tres y cinco euros, aunque advirtieron de que “todavía es pronto para saberlo”, ya que al no estar habituados a tratar con el público final, pues son una fabricante y no una comercializadora, se encuentran “estudiando las diferentes formas de ver cómo se hace llegar a todo el mundo”, explicó Pérez.

A la vista está que el proceso de comercialización puede demorar unas cuantas semanas más, pero desde Colorprint se muestran optimistas y esperan tener “todo listo” en el menor tiempo posible. “Las expectativas que tenemos son muy buenas”, concluyó el ingeniero textil.

No es apta si el ambiente de trabajo es muy caluroso

Aún así, Pérez insistió en una cuestión relativa a su uso y que los consumidores deben tener en cuenta. Su producto es un mero indicador y por eso no está aconsejado para actividades cuyo ambiente registre altas temperaturas, porque entonces “la mascarilla va a estar blanca del calor que hace y no porque la persona esté enferma”, precisó.

Ejemplo de ello, podría ser el caso de las peluquerías donde se puedan acumular altas subidas de temperatura por el tipo de utensilios empleados o, incluso, cuando se usan directamente en los clientes como, por ejemplo, el secador. Precisamente, los creadores de estas mascarillas térmicas se valen de estos aparatos para explicar y demostrar en concreto su funcionamiento, ya que el calor que desprenden “incide de forma inmediata en ese cambio y aumento de la temperatura”, apuntó el ingeniero.  

En cambio, no generaría problemas de uso en aquellos trabajos que requieran esfuerzos físicos, pero se desarrollen en un entorno de temperatura controlada, como un almacén o un restaurante, ya que “tú puedes sudar pero tu temperatura corporal no aumenta, sino que está controlada dentro de los parámetros que consideran que una persona está sana. Aunque tengas muchísimo calor, no es fiebre es simplemente calor”, concretó.

1.000 alumnos en Valencia prueban las mascarillas

Colorprint Fashion ha donado más de un millar de mascarillas a la Conselleria de Educación de la Generalitat Valenciana. El objetivo es poder verificar directamente sobre la población el uso y la efectividad que ofrecen sus mascarillas.

La propia Conselleria anunció que en las próximas semanas se llevarán a cabo pruebas piloto en tres centros educativos de la Comunidad, uno en cada provincia (Alicante, Valencia y Castellón). Asimismo, se está estudiando la posibilidad de que todos los escolares de la región las porten y pueda ampliarse gradualmente al resto de zonas del país, según informó Pérez.

Además, la empresa especializada en la estampación ha diseñado pulseras y pegatinas que al estar fabricadas con el mismo tejido funcionan de manera similar a las mascarillas y pueden llegar a ser incluso más prácticas para los más pequeños de la casa.