A veces por mala previsión y muchas por falta de liquidez

No pagar la cuota de autónomos puede llevarte al embargo

Todos los autónomos deben estar afiliados a la Seguridad Social y pagar su cuota mensualmente. No hacerlo conlleva recargos de hasta el 20%, que pueden convertirse en un embargo en cuestión de meses.

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No pagar la cuota de autónomos puede llevarte al embargo

Pagar la cuota de autónomos es una de las obligaciones de cualquier trabajador por cuenta propia. Desde el primer día de actividad, el autónomo debe afiliarse a la Seguridad Social un pagar una cuota que dependerá de la base que elija. Si, como la mayoría de autónomos, cotiza por la base mínima la cotización mensual ascenderá a 283.3 euros de cuota pero no es bueno quedarse, si se puede, en la cuota más baja ya que las prestaciones (baja temporal, accidente, enfermedad profesional, cese de actividad, viudedad, orfandad, maternidad o paternidad, y la futura pensión) también serán mínimas. 

Pero ¿qué sucede si un autónomo deja de contribuir al sistema? Un trabajador por cuenta propia que incumple sus obligaciones con la Seguridad Social se enfrentará, en primer lugar, a recargos de hasta un 20% sobre el importe que ha dejado de abonar, que podrán convertirse en embargo si no resuelve a tiempo la situación.

Consecuencias de no pagar la cuota

El último día de cada mes, el autónomo está obligado a pagar la cuota por su actividad y no hacerlo, tiene consecuencias inmediatas. “En el momento en el que un autónomo deja de pagar, la Administración comienza a reclamarle de forma casi inmediata su cuota con un recargo añadido. El primer mes de impago, el trabajador por cuenta propia se enfrentará a un recargo de un 10% sobre la cuota que no ha pagado. Si tras este mes no ha subsanado la situación, el recargo ascenderá directamente al 20%. A partir de este momento, la Administración puede proceder a embargarle” explicó Domingo Gallego, asesor jurídico de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA).

Así si un trabajador por cuenta propia que cotiza por la base mínima y con una cuota de 283,3 euros deja de pagar ésta a la Seguridad Social, en cuestión de días pasa a deber 311,6 euros. Al segundo mes, la deuda asciende a casi 340 euros, lo que supone 56,6 euros de diferencia con respecto a la cantidad habitual. Tras el segundo mes, el problema se agrava y la Administración puede proceder a embargar su cuenta o bienes.

¿Qué sucede con la tarifa plana?

Si dejar de pagar tiene serias consecuencias para todos los autónomos, aún más para los que disfrutan de la tarifa plana. “Dejar de pagar la cuota en este caso, significa perder inmediatamente durante un mes la bonificación por la que se paga una cuota reducida de 60 euros. Eso implica que el autónomo, no sólo tendría que enfrentarse a recargos, si no que además su cuota ascenderá a 283,3 euros perdiendo la ayuda de la tarifa plana. La diferencia es sustancial, el trabajador por cuenta propia en cuestión pasaría en unos días de tener que pagar 60 euros a deber un total de 310 euros, lo que significa un incremento de casi el 220% sobre el importe de su cuota” comentó Gallego.

Además, con los sistemas informáticos actuales, si el autónomo deja a un lado sus obligaciones con la Seguridad Social, en poco más de dos meses la Administración puede estar reclamando la deuda e incluso puede proceder a embargarle. Entonces ¿Qué razones pueden llevar a un autónomo a dejar de cumplir su principal obligación? El asesor jurídico de ATA, apuntó dos causas principales: la mala previsión de los nuevos autónomos y la falta de liquidez temporal.

Mala previsión y falta de liquidez

La mayoría de autónomos pagan su cuota domiciliándola a su cuenta bancaria. Esto tiene muchas ventajas pero también algunos inconvenientes. Si cuando pasa el pago de la cuota el último día del mes, el autónomo no tiene preparado el importe suficiente, la Administración aplicará inmediatamente un recargo de un 10% sobre el importe de la cuota. La mayoría de las veces, esto sucede por una falta de previsión por parte de los nuevos autónomos, o una mala estructura de pagos en el caso de los profesionales más antiguos.

Normalmente, quién no paga la cuota no es porque no quiera. A veces sucede que los trabajadores por cuenta propia no disponen del saldo suficiente por cobros imprevistos. “En ocasiones, el banco puede hacer un cargo imprevisto antes de que pasen la cuota y el autónomo puede verse sin suficiente liquidez para pagar a la Seguridad Social. También sucede en muchos casos que los nuevos autónomos, debido a su inexperiencia, no prevén el cobro de la cuota a final de mes. La mayoría de las veces, son situaciones que podrían evitarse con mayor previsión y una mejor estructura de pagos. Merece la pena estar al tanto del pago de la cuota, y así evitar consecuencias innecesarias” concluyó el asesor jurídico de ATA.