Fernando J. Santiago, presidente del Consejo General de Gestores Administrativos de España

“Los políticos deben hacer más caso a los autónomos”

-"Los cambios que recoge la ley del trabajo autónomo son buenos, pero esa norma deja muchas cosas pendientes".

-"Los gestores no somos un gasto, somos una inversión".

Fernando J. Santiago, presidente del Consejo General de Gestores Administrativos de España
Fernando J. Santiago, presidente del Consejo General de Gestores Administrativos.
“Los políticos deben hacer más caso a los autónomos”

Abogado y gestor administrativo, Fernando J. Santiago Ollero lleva al frente del Consejo General de Gestores Administrativos de España desde enero de 2015. Experiencia en liderar la representatividad de este cuerpo profesional no le faltaba cuando salió elegido, pues desde cinco años antes presidía, y aún lo hace, el Colegio de Gestores Administrativos de Madrid. Fernando Santiago es combativo en su defensa de una profesión, la de gestor administrativo, que fue creada en 1847 mediante un Real Despacho de la reina Isabel II. Y también en la defensa de los autónomos, que son el 99% de sus clientes. Por eso y por su importancia para la economía española, él lo tiene claro: "Los políticos deben hacer más caso a los autónomos".

-Dado ese porcentaje, los gestores conocerán perfectamente al colectivo de autónomos.

-Va más allá. Somos autónomos que ayudan a otros autónomos y, 'motu proprio' hacemos nuestros sus problemas. Nosotros no somos expertos que saben mucho de una materia y su teoría, sino que vivimos los mismos problemas que un autónomo que sea panadero o que tenga una pequeña sociedad.

-Se considera que disponer de un gestor administrativo es uno de los gastos imprescindibles de cualquier trabajador autónomo.

-No somos un gasto, somos una inversión. Nosotros les asesoramos cuando quieren empezar una actividad o constituir un negocio, les ayudamos a lo largo de toda la vida del negocio, somos sus consejeros, sus confidentes y también asistimos a sus cierres cuando se producen, es decir, acompañamos al autónomo en toda su trayectoria. Y hay que tener en cuenta que los autónomos siguen siendo motor de la producción económica. Si hubiera una huelga de autónomos sí que se pararía el país de verdad. Por eso, los cambios para este colectivo se deben hacer con diplomacia.

-Eso nos lleva directamente a la Ley del Trabajador Autónomo que pronto entrará en vigor. ¿Qué opinión le merece?

-Como todas las reformas, se queda corta. Para hacer una reforma de esa índole, lo primero es convocar un comité de expertos, pero expertos de verdad. En ese comité tendrían que haber estado los autónomos, los de la calle, todos los sectores implicados, expertos en la materia. Si bien, los cambios en principio son buenos porque reflejan un interés por mejorar. Aunque en esta ley en concreto, se van a quedar muchas cosas pendientes….

- ¿Y de medidas como hasta dónde llega la tarifa plana, las deducciones, los autónomos societarios…?

-Los autónomos societarios…fíjate si les importan poco los autónomos que establecen una base mínima mayor para ellos, así sin saber por qué. Se aprueba con premeditación y alevosía y te enteras de la medida de golpe, como ocurre con tantas. Y la tarifa plana está bien para el que empieza. Los gestores siempre le decimos al autónomo que debe grabarse: tanto cotizas, tanto recibes. No hay que cotizar por lo mínimo durante mucho tiempo, sólo cuando se empieza.

Los autónomos somos el colectivo al que más afecta la morosidad

-¿Cree que los autónomos están reconocidos por la clase política?

-Voy a ser un poco incorrecto. Les importamos un bledo. Sólo se acuerdan de nosotros para medidas que tienen repercusión mediática. Si realmente tienen interés por los autónomos, que se reúnan más con ellos. Si una gran compañía quiere reunirse con el secretario de Estado o el ministro de turno, le reciben al día siguiente. El colectivo de autónomos, la propia ATA, tienen que esperar meses para una reunión, que se puede anular en el último momento y otra vez a esperar. No existe un verdadero interés. Habría que elaborar un Estatuto del Trabajador Autónomo en condiciones, pero no, antes se conseguirá un nuevo reglamento de la Liga de Fútbol Profesional.

-¿Es partidario de que los autónomos sean agentes sociales como los sindicatos y los empresarios?

-Sin duda. Las organizaciones que representan a los autónomos han tenido que buscar su hueco a empujones, en la calle, tocando muchas puertas. ¿Y han tenido o tienen las ayudas que tienen otras organizaciones? No.

-Uno de los mayores problemas de los autónomos es la morosidad. ¿Qué le parece la proposición de sanciones contra los morosos?

-Hay que acabar con la morosidad. Es al colectivo al que más afecta, al que más. Que se tarden de 120 a 180 días en pagar no es de recibo. Un principio fundamental del comercio es compro-pago, vendo-cobro. Ahora está tergiversado y se ha convertido en compro, vendo, cobro y pago. De ahí el gran fracaso de la medida del IVA de caja, por la cual no se puede deducir el impuesto mientras no hay cobro. Y lo de la morosidad en la Administración pública es mucho peor. Sigue pagando en muchos casos a 180 días, con excusas como la intervención, las cuentas, etcétera. Lo que pasa es que el acceso de los autónomos, sobre todo pequeños, a la Administración es menor.

-Como observador de primera mano del trabajo de los autónomos, ¿rebate que hay mucho fraude en este mundo? Ahora se habla bastante de los falsos autónomos

-A ver, que las palabras son complicadas. Yo niego la definición porque un falso autónomo es un autónomo que no existe. El autónomo puede cotizar o no cotizar pero no es falso, es un autónomo que no cumple. Lo que hay es un vacío legal que han utilizado algunos, como en el caso de esas cooperativas para no facturar, que tanto han proliferado. La primera denuncia contra Factoo la pusimos los gestores administrativos. Pues bien, la Inspección de Trabajo ha tardado ocho meses en tomar cartas en el asunto. Además, siempre han existido muchos bulos sobre los autónomos, como el de que los chinos no pagan impuestos. No hay ningún colectivo que no cotice, que no tribute. Lo que pasa es que la legislación sobre autónomos es la más compleja, la más difusa de todas las que hay en el mercado laboral. Al no existir un Estatuto específico, se coge de aquí y de allá y así pasa. Hay que leerse las leyes de IRPF, de Sociedades, de Seguridad Social, de Haciendas Locales, los Presupuestos del Estado…

Los gestores somos autónomos que ayudamos a otros autónomos

-¿Qué papel puede jugar la Unión Europea en unificar normas?

-Al contrario que ocurre con las sociedades mercantiles, los autónomos son muy diversos según los países, no hay una figura unificada. Unas directrices básicas como las de la UE no nos sirven. Lo que queremos es un Estatuto del Trabajador Autónomo redactado por autónomos.

-Los gestores administrativos también son trabajadores autónomos, ¿qué problemas especiales tienen como sector?

-Pues que el último papel que tramitan es el suyo propio (risas). Nosotros tenemos un acceso a la profesión regulado, se nos exige tener una titulación, pero después el ejercicio profesional es como el de cualquier autónomo. Ahora bien, como problema específico tenemos el intrusismo. La idea, defendida entre otros por la CNMC, de que la liberalización de los sectores “es muy buena” es una verdad parcial, que es de las peores. Yo no digo que nos dejen las labores de asesoramiento administrativo en exclusiva a los gestores pero hay que tener normas porque existe una responsabilidad hacia el asesorado. Luego se debe exigir un seguro obligatorio. ¿Quién le ampara cuando alguien le asesora mal? Nosotros tenemos un seguro de responsabilidad civil como gestores de 1.200.000 euros. Otro problema específico nuestro es que hasta los años 90, los gestores no podíamos cotizar en el régimen de autónomos sino a través de una mutualidad obligatoria propia. ¿Quién nos garantiza que hemos cotizado lo suficiente para llegar a la pensión máxima? Yo, por ejemplo, para poder cobrarla tendré que trabajar hasta los 72 años.

Fernando J. Santiago, presidente del Consejo General de Gestores Administrativos de España

-¿Cómo está evolucionando la profesión de gestor, que cumple en 2017 los 170 años?

-Estamos en constante reciclaje. Todos los días hay cursos, seminarios, proyectos nuevos. Trabajamos a la velocidad a la que se modernizan las tecnologías y por delante de la Administración. De lo que nosotros hagamos, depende el trabajo de millones de personas.

Somos autónomos con los mismos problemas que todos los demás, pero a ellos hay que añadir el intrusismo

-Hablemos de la Fundación del Colegio de Madrid

-Toda organización que tenga un componente público como la nuestra tiene una responsabilidad social. El Estado no llega a todas partes. Debemos tener una política de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). A la hora de constituir la Fundación, nos fijamos en una de las mayores lacras que tiene este país: los accidentes de tráfico y, más concretamente, los accidentes en que las víctimas son menores o gente muy joven. Nos hemos empeñado en reducir esa siniestralidad acercando la educación vial a los colegios. Sólo con una víctima mortal que evitemos, ya habremos hecho algo. Ese es el legado que quiero dejar como presidente.

-Por último, ¿cómo contempla el futuro inmediato del país? 

-Los gestores somos optimistas por naturaleza. Económicamente, vamos mejor, es cierto, observamos “cierta alegría” que antes no había. Eso sí, habría que cuidar aspectos para ir todavía mejor, como cuidar al emprendedor.