La mayoría no suele pasar de la tercera generación

Planificar con tiempo la herencia de un negocio resuelve los problemas de continuidad

Planificar adecuadamente la herencia de un negocio familiar ayudará a su continuidad en el tiempo. Esto debe convertirse en uno de los objetivos de estas pequeñas empresas cuya tradición familiar le cuesta traspasar la barrera la tercera generación.

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Planificar con tiempo la herencia de un negocio resuelve los problemas de continuidad

La mayoría de los trabajadores por cuenta propia quieren dejar el negocio -al que tanto esfuerzo le han dedicado- en manos de una persona cercana, normalmente en las de su hijo o un pariente. Esto suele ocurrir en España durante dos generaciones. Es en la tercera cuando los problemas de relevo generacional empiezan a aparecer.

Así lo confirma un estudio del bufete Life Abogados sobre la continuidad de la empresa familiar. El estudio revela que los negocios familiares que sobreviven a la tercera generación sólo representan un 2,6% del total. Según explica el bufete esta cifra se debe “a los problemas derivados de una mala planificación en las sucesiones y a una falta de profesionalización por parte de los miembros de la familia en la tercera generación, lo que lleva a un buen número de empresas a apostar por gestores externos”.

Desde el Instituto de la Empresa Familiar explican que, para asegurar la continuidad de estos negocios, es necesario una clara distinción entre los roles familiares y empresariales de las personas, una acertada planificación de los procesos de sucesión generacional y un diseño adecuado de los órganos de gobierno, tanto para la empresa como para la familia.

De todos estos aspectos, el Instituto considera que “es imprescindible planificar adecuadamente los procesos de sucesión generacional para garantizar la continuidad de la empresa”. Para ello recomienda planificar el traspaso de la empresa con tiempo, afrontando la decisión como un plan estratégico. Según el Instituto hay que transmitir al candidato los valores del negocio, la visión a largo plazo de la actividad y el espíritu emprendedor.

También, y para evitar cualquier conflicto familiar que las decisiones tomadas en el negocio puedan acarrear, recomiendan que desde un principio se pongan en marcha políticas de "comunicación amplias y transparentes y se creen mecanismos específicos que permitan llegar a acuerdos generales en el seno de la familia". Esto se hace mediante los denominados  “Consejos de Familia, que tienen como objetivo fomentar las relaciones entre los distintos miembros, detectar las posibles desavenencias y transmitir o reflexionar sobre los distintos aspectos vinculados con la filosofía del negocio familiar. A la vez, que se diseña también un marco de actuación para todos los miembros de la familia y para sus relaciones con la empresa, en el que se establezcan las reglas del juego”. Todo ello irá recogido en un documento que se conoce como ‘protocolo familiar’, que es el código de conducta que regula las relaciones profesionales y económicas entre los miembros de la familia y la empresa, "teniendo como objetivo primordial asegurar la continuidad de la compañía”.

Las ventajas fiscales de la herencia de un negocio familiar

Una de las ventajas de la empresa familiar es que cuando ésta es objeto de herencia está exenta en el Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones. “El impuesto de sucesiones lo que hace es grabar una masa hereditaria, que puede ser un activo productivo o no. La empresa familiar es un activo productivo y por lo tanto la persona que la herede puede disfrutar de una deducción del 95%. Hay comunidades autónomas que han aumentado ese porcentaje hasta el 99% como ocurre en Madrid, Castilla y León y recientemente en Andalucía -el gobierno autonómico acaba de reducir la presión fiscal-” explicó Esteban Sastre, director de estudios de el Instituto de la Empresa Familiar.

No obstante, y según afirma Sastre, no todo lo que esté ligado a la empresa puede beneficiarse de la ventaja fiscal. “La Agencia Tributaria identifica los activos productivos que de verdad depende de una empresa... Hay coches, casas o terrenos que están a nombre de una empresa pero que luego no tienen un rendimiento económico para la misma”.

Otro de las características fiscales de la exención del impuesto es que sus requisitos y obligaciones varían en función de la comunidad autónoma en que se encuentre. “Y es que, aunque hay una normativa estatal que lo regula, al tratarse de un impuesto las comunidades tienen potestad y lo pueden modificar” apuntó el director de estudios. Uno de los ejemplos que pone es “la obligación a mantener activa la empresa durante 10 años como norma general, que en ciertas comunidades autónomas se reduce a cinco. De hecho, creo que la única que no reduce a cinco es Extremadura”.

También la reducción varía en función del parentesco, pues estas exenciones sólo son aplicables para “los parientes de primer y segundo grado. Aunque, volvemos a lo mismo, hay comunidades dónde se ha ampliado el grado de consanguinidad”. Asimismo, que el dueño del negocio haya dejado un protocolo de sucesión también será clave para ayudar al mantenimiento del negocio familiar tras sus fallecimiento, ya que éste permite resolver todos los problemas de sucesión y titularidad que plantea el traspaso de un negocio.