Implicaciones para autónomos y pequeños negocios

El PSOE propone al Congreso eliminar "gradualmente" el dinero en efectivo

El PSOE presentó ante el Congreso de los Diputados una propuesta que incluye la eliminación "gradual" del dinero en efectivo, con el horizonte de su "desaparición definitiva". Europa se opone al proyecto. También los comerciantes y hosteleros, que temen estar obligados a pagar comisiones y que se restrinja la libertad de pago de sus clientes.
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El PSOE propone al Congreso eliminar "gradualmente" el dinero en efectivo

El dinero en efectivo podría desaparecer por completo en un futuro no muy lejano. De momento, es sólo una propuesta pero ya se ha presentado en el Congreso y se debatirá próximamente en la Comisión de Hacienda. El pasado sábado el grupo parlamentario socialista planteó en una proposición no de ley once medidas tributarias y fiscales, entre las que se encuentra "la eliminación gradual" del pago en metálico con el horizonte de su "desaparición definitiva".

El anteproyecto de ley recogido en el Boletín del Congreso reúne varias medidas que el PSOE quiere poner en marcha para prevenir el fraude fiscal. Entre ellas, se encuentran el impulso de los sellos de excelencia en la contribución fiscal de las empresas, campañas de explicación del destino de los ingresos públicos procedentes de impuestos o la publicidad responsable de cara a la conciencia fiscal.

De momento se trata tan sólo de una proposición por parte de un grupo parlamentario al Gobierno, que tendría que pasar todavía por varios filtros. Sin embargo, la propuesta ya se ha sacado a debate junto a otras medidas cruciales que refuerzan y persiguen uno de los objetivos principales del Ejecutivo y que marcó su hoja de ruta de cara a las pasadas elecciones: la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida. La proposición quedó paralizada y ha vuelto a resurgir en un momento de clara debilidad del dinero en efectivo frente al digital. El COVID-19 hizo que cayera a niveles nunca vistos el uso del dinero en metálico, mientras que el pago por tarjeta y móvil batió récords históricos.

El miedo al contagio y la obligatoriedad de evitar el efectivo en el pago de determinados servicios como, por ejemplo, el transporte público favorecieron estos meses la utilización del dinero digital. De hecho, el último estudio de Mastercard señala que, en las últimas semanas, el 66% de los españoles prefirió pagar con medios contactless su compras y el 75% continuará utilizando el pago sin contacto como principal opción a la hora de abonar sus comprasLos datos reflejan, en el corto plazo, un escenario en el que el uso del dinero físico podría acabar siendo minoritario.

El Banco Central Europeo se opone

Sin embargo, eliminar este medio de pago no es una decisión que puede tomarse de forma unilateral por parte de ningún Estado miembro de la Unión Europea. Por más que la propuesta llegase a contar con el apoyo parlamentario suficiente, a día de hoy, sería muy complicado que el anteproyecto se convirtiera en norma. "Lo lógico es que, con el tiempo, el dinero en efectivo termine desapareciendo. Es inevitable, pero las pautas no las podemos marcar nosotros de forma independiente al resto de Europa", advirtió Antonio Pedraza, presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas.

De hecho, el Banco Central Europeo se ha opuesto a la proposición de los socialistas y publicó un comunicado en el que recordaba los efectos negativos que podría tener esta propuesta, de llevarse a cabo, en los colectivos más vulnerables. Además, según  el organismo, esta proposición no está en consonancia con la política económica de la zona euro.

El proyecto no de ley del grupo parlamentario socialista contradice la posición del Banco Central Europeo (BCE) y del tratado económico de la zona euro. La Comisión Europea ya explicó hace años que la norma general en los estados miembros "debe ser la aceptación de billetes y monedas en euros como medio de pago en transacciones minoristas" y que limitar su uso sólo podría hacerse "en base a motivos relacionados con el principio de buena fe, como que el minorista no tenga cambios disponibles". 

Además, desde la entidad europea insisten en que la limitación del uso de dinero en metálico podría tener efectos especialmente negativos en determinados grupos sociales como los ancianos, los inmigrantes o los residentes en zonas rurales. Todavía más su eliminación.

Más comisiones y menos libertad para el cliente

La propuesta, según adelantaron voces expertas, no tiene demasiadas posibilidades de salir adelante pese a que el uso de tarjeta de crédito, hasta en pagos pequeños, esté imponiéndose en la sociedad española. Es muy probable que, tarde o temprano, el dinero en metálico desaparezca prácticamente. Sin embargo, una eliminación del pago en efectivo que se adelante al proceso natural y gradual de desaparición podría "acabar perjudicando a los de siempre. A colectivos vulnerables, entre los que se encuentran los autónomos y, en general, los negocios más pequeños" explicó Joan Torres, presidente de la Federación Española de Asociaciones Profesionales de Técnicos Tributarios y Asesores Fiscales (FETTAF). 

Por más que la mayoría de negocios españoles -sea cual sea su tamaño- ya están adaptados al pago telemático, si se eliminara todo el efectivo, "pasarían a estar obligados a pagar comisiones a las entidades financieras por el mero hecho de desarrollar su actividad y, además, podrían perder a muchos clientes mayores, que todavía no están suficientemente adaptados a estas tecnologías" apuntó Torres.

Según señalan los expertos, "un objetivo noble", como podría ser la lucha contra el fraude fiscal y la economía sumergida, podría acabar afectando a las personas más vulnerables y también a los pequeños negocios, si se hiciera mediante la eliminación inmediata del pago en efectivo. "No estamos en contra del dinero digital, ni mucho menos. Pero hay que tener cuidado con las restricciones de este tipo, porque los que más utilizan metálico son, casi siempre, colectivos muy sensibles a los cambios. Habría que estudiar las implicaciones de obligar a utilizar tarjeta a miles de personas mayores -y también menores-, de entornos rurales, o con rentas muy bajas que todavía no están adaptadas a estos métodos. Si el consumidor se ve afectado, también se verán afectadas las empresas" explicó el presidente de FETTAF

Más todavía los negocios que desarrollan su actividad a pie de calle. El uso del efectivo todavía no es, ni mucho menos, residual en hostelería o en el comercio, dos de las actividades con más peso en la economía española. En muchos casos, estos autónomos viven de clientes que no disponen de tarjeta de crédito y que, de tener una, no están acostumbrados a darle uso.

Un tema que está por ver y que debería ir paralelo a toda decisión que se adopte sobre el pago por medios telemáticos son las comisiones que se cobran al negocio. La tasa media de intercambio -comisión que pagan los negocios por realizar un cobro con tarjeta - descendió al 0,41%, mientras que en 2008, de media, se pagaba un 0,88%. A pesar del considerable descenso del precio del dinero digital, expertos y asociaciones consideran que, en un futuro contexto de eliminación del metálico, habría que regular estas tasas que percibe el banco por el cobro con tarjeta, para que el objetivo de acabar con el fraude y la economía sumergida, no acabe siendo una carga para los negocios más pequeños, dado que todo lo que ingresarían iría gravado por una comisión, no así ahora cuando cobran en metálico .

"Hay que tener mucho cuidado con lo que se impone, porque podríamos acabar viéndonos en un escenario en el que el banco pueda hacer el negocio que considere a costa de los ingresos de autónomos y pymes. No puede ser que para perseguir el fraude fiscal se obligue a usar un único método de pago que conlleva una comisión. Habrá que ver si se desarrolla la norma y cómo se regulan todos estos asuntos" aseguró el presidente de FETTAF

Tarjetas sí, prohibiciones no

El pago por medios digitales es un método que gana cada vez más adeptos. Además, el confinamiento ha hecho que se disparen las compras con medios electrónicos, "y eso está muy bien. De hecho, es incluso recomendable efectuar los pagos con estos métodos, porque es más cómodo tanto para el comerciante como para el cliente y evita mucho el contacto y contagio. La crisis que hemos vivido nos demuestra lo importante que es esto. Pero de ahí a prohibir, hay un paso demasiado grande. La idea no es restringir sino fomentar. No hace falta prohibir porque, tarde o temprano, el efectivo acabará desapareciendo por sí solo, de forma natural" explicó Carlos Moreno, tesorero y portavoz de la Confederación Española del Comercio

Para los comerciantes, el problema no está en la digitalización de las empresas. "La inmensa mayoría de negocios ya cuenta con un TPV (Terminal de Punto de Venta)" aseguraron. Es un problema de que toda restricción acaba generando pérdidas en los negocios. "Y más cuando se imponen barreras tecnológicas que pueden dejar fuera a las personas mayores, uno de los principales pilares del pequeño comercio" explicó el  portavoz de la CEC.

Prohibir el dinero en metálico significa restringir la libertad del consumidor. "Hay cada vez más personas que utilizan sólo medios electrónicos para abonar sus compras. También hay muchos que sólo utilizan efectivo. Pero,lo cierto es que la mayoría de los consumidores combinan ambos métodos. Y esto, lo que refleja es que al consumidor le gusta la variedad. Y lo que le gusta al consumidor, le conviene al autónomo" explicó Emilio Gallego, secretario general de Hostelería de España. 

Por eso, hosteleros y comerciantes se muestran a favor del dinero digital y en contra de las prohibiciones " Normalmente, cuando se prohíbe es para ofrecer algo mejor. No hay que olvidar que muchos consumidores, sobre todo de restaurantes y bares de barrio, bajan a tomar el café con el dinero contado y en efectivo. Hay una generación entera apartada de las nuevas tecnologías y de estos métodos. Los hosteleros estamos de acuerdo con una transición al dinero digital pero siempre y cuando se haga de forma gradual y regulada" explicó el presidente de Hostelería de España. 

Los autónomos estarían preparados 

A pesar del periodo de adaptación que traería la futura eliminación del efectivo, prácticamente todos "los negocios están preparados para el cambio. Casi cualquier tienda o bar, a día de hoy, tiene TPV. Y si no lo tiene, debería adaptarse porque la tendencia natural de las cosas nos está llevando hacia el pago digital. Eso es innegable y se ha puesto todavía más de manifiesto a raíz de esta crisis" explicó Antonio Pedraza, Presidente de la Comisión Financiera del Consejo General de Economistas.

Si  bien el último estudio sobre disponibilidad de pagos a través de tarjeta, realizado por Mastercad en 2019, reveló que alrededor de un 40% de los negocios en España no cuentan con esta opción, un año después y tras las recomendaciones sanitarias por parte del Gobierno que fomentaban el pago por medios electrónicos, los expertos apuntan que ya son muy pocos los autónomos que todavía no cuentan con un datáfono en su negocio.

Desde la CEC también aseguran que "prácticamente todos los comercios de España cuentan con esta opción. No nos preocupa tanto que los negocios no estén preparados, como que el cambio venga obligado para el pequeño negocio, que deberá soportar siempre comisiones o algún tipo de coste repercutido, como para el cliente que no tendrá otra opción de pago".

Si la idea es acabar con el fraude fiscal, "estamos seguros de que hay métodos igual de eficaces, diferentes a la prohibición. Y, si finalmente se decide eliminar el dinero en efectivo, pediremos que se haga de forma muy escalonada, con dialogo, atendiendo a las partes implicadas, y regulando para que ningún consumidor salga perjudicado. Porque si se perjudica al consumidor, se perjudica a los autónomos y a las empresas" apuntó Emilio Gallego, presidente de Hostelería de España.