El control fiscal

¿Quién defrauda más: las empresas o los autónomos?

Cuando se pregunta quién es el causante de los 250.000 millones de euros que el Fisco deja de ingresar cada año en sus arcas nadie se pone de acuerdo. Ni siquiera en la cantidad de fraude que hay en España.

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¿Quién defrauda más: las empresas o los autónomos?

Estamos de acuerdo, en que no estamos de acuerdo. Esta frase tan poco aclaratoria es la mejor forma de explicar la situación actual de la bolsa de fraude en España. En la sociedad siempre ha existido la leyenda de que los autónomos son los mayores defraudadores y también hay quién afirma que, entre los mayores evasores, se encuentran la gran empresa. Sin embargo nada de esto parece estar muy claro y hay datos que dicen lo uno y lo contrario. No hay una información base, ni cifras que comparar y las opiniones de quienes deben controlar este problema se contradicen. No obstante, con o sin acuerdo, la economía sumergida existe y sus causantes también.

Grandes, medianas, pequeñas empresas, y los autónomos sienten la mirada vigilante de Hacienda y todos consideran que la presión se ejerce más sobre uno mismo, que sobre el resto. Premisa que coincide con lo que cuenta el Sindicato de Técnicos de Hacienda (Gestha), quienes afirman que el 80% de los efectivos actuales de la AEAT se destina a investigar a autónomos, pymes y trabajadores por cuenta ajena y sólo un 20% a las grandes empresas

Sin embargo, un informe que el propio sindicato realizó en 2012 asegura que más del 70% del fraude puede atribuirse precisamente a quienes menos vigilancia tienen: las grandes empresas y fortunas. El resto de lo que se defrauda se repartía entre pymes (17%), autónomos (8,6%) y retrasos de compraventas entre particulares (2,6%). El secretario general de Gestah, Jose María Mollineado, señala que a pesar de que no se ha podido realizar una actualización del informe los datos “están ahí” y asegura que “actualmente estamos en ratios similares a los que ofrecía el informe del 2012”.

La Agencia Tributaria niega que se dediquen más efectivos a investigar a los pequeños negocios que a las grandes empresas. De de hecho, aseguran que la realidad es justo la contraria. Según explican fuentes de la Agencia Tributaria, ésta dedica la mayor parte de su personal de inspección al control del mediano y gran contribuyente, tanto personas físicas como empresas. Además, afirman que los controles sobre el pequeño contribuyente se realizan con un proceso mucho más simple y automatizado, lo que implica mucho menos personal. Y recriminan a Gestha que, cuando realiza estas afirmaciones -hasta donde ellos conocen-, nunca aclaran qué perfiles de funcionarios y de áreas de actividad están vinculados con el control de pequeños y de grandes contribuyentes.

La cifra de fraude

La cifra de la economía sumergida en España es otro de los aspectos en los que ni sindicato, ni Administración se ponen de acuerdo. Desde la Agencia Tributaria, señalan que, como la mayoría de las Administraciones públicas, no realizan estudios para cifrar la economía sumergida. Esto se debe a que no existe un consenso internacional que permita dar fiabilidad a los estudios sobre la economía sumergida.

Sin embargo, Gestha fue capaz de cuantificar en 253.000 millones de euros la cifra oculta para Hacienda o, lo que es lo mismo, el 24,6% del PIB a cierre de 2012 (cuando realizó el estudio). También el Consejo General de Economistas se atrevió a calcular la economía sumergida espaola rondaría los 168.000 millones de euros (el 16% del PIB).

Independientemente de quien tenga mayor peso en la balanza del fraude en España, grandes empresas o autónomos, los delitos por evasión fiscal y por fraude están ahí y poco a poco van aflorando. Hacienda recaudó 14.836 millones de euros en 2016 gracias sus actuaciones de lucha contra el fraude fiscal.

Y para el 2018 se ha puesto en marcha un nuevo Plan de Control Tributario que este año centrará su esfuerzo, entre otras cosas, en obligar a las multinacionales a declaran dónde cobran sus beneficios, en controlar las ventas que se hacen por internet y las prestaciones online, en deshacer las tramas del IVA y en perseguir a las empresas fantasmas... En cualquiera caso, lo mejor es llevarse bien con Hacienda, cumplir con los plazos y tener un buen gestor.