Tanto en el escaparate como en el interior

Si quieres vender más, fíjate en la decoración de tu negocio

Hay escaparates y fachadas que cautivan, que llaman la atención y que te invitan a entrar en el negocio. Tienen un color, un diseño, unas luces y un orden pensado para incitar al viandante a cruzar el umbral de la puerta, una colocación que está pensada por escaparatistas y decoradores profesionales, que intentan que la primera imagen que tienen un cliente de la tienda se quede en la memoria. Se trata de una forma de marketing offline, que requiere de una inversión -que puede ser asequible- y que ayuda a reforzar la imagen de marca y a aumentar las ventas.

escaparate-negocio-tienda
Si quieres vender más, fíjate en la decoración de tu negocio

Llenos de color o sobrios, lisos o con un estampado, abarrotados de luces o con menos iluminación… Son muchos los recursos que tiene a mano un trabajador por cuenta propia para decorar su negocio. Están desde quienes optan por mantener la misma decoración durante varios años, hasta aquellos que decoran por temporada o estación, pasando por los que simplemente optan por introducir pequeños cambios u modificaciones. En cualquiera de los casos, son conocedores de que la decoración de su tienda puede ser fundamental para conseguir la venta final.

“Se dice que el ojo humano tarda seis segundos en decidir si quiere algo o no, es un espacio muy corto para crearse un juicio al respecto y cuánto mejor esté el escaparate y en mejores condiciones, más posibilidades se tienen de que un cliente opte por nuestra tienda y no otra”. Con estas palabras explica Amaya Lozano, escaparatista y fundadora de LuksAndCompany, la importancia que tiene para un negocio un buen escaparate. Además, asegura que cuando se hace algo llamativo o especial en el escaparte “hace que se quede en la memoria y tener esos puntos diferenciadores, en un mercado en el que hay tanta oferta, puede hacer que la gente elija tu tienda”.

Una decoración llamativa puede atraer al cliente, pero no asegura la compra. Para conseguir la venta escaparate y tienda tienen que estar en armonía. “Si la tienda no corresponde al escaparate, la reacción del cliente suele ser la contraria. Y viceversa, si la tienda está muy bien decorada y se tiene un producto bueno, pero el escaparte no lo refleja, la venta tampoco se producirá” apunta Lozano.  

Además, y como apunta esta escaparatista, el cuidado y diseño de la decoración de la tienda y del escaparte es una de las formas que tiene el dueño de una empresa de hacer marketing offline, para crear y darle valor a su imagen de marca. “Muchos clientes nos ven como un gasto, pero es una inversión a futuro para la tienda, para generar una imagen”.

Un coste que varía muchísimo en función del propio local, de los cambios que se quieran introducir, del diseño, de los materiales con los que se hace realidad ese boceto. Según Lozano el precio de un escaparate puede rondar desde los 50 euros hasta los 2.000 euros, pero que normalmente la mayoría de los pequeños negocios suelen gastarse entre unos 250 euros o 300 euros. Exceptuando la época de Navidad, que “es cuando muchos están dispuestos a invertir y suelen poner un limite que ronda los 400 euros”.

Asimismo, la decoración de la tienda también varía de igual forma que el escaparate en cuanto al espacio y materiales “En nuestro caso, cobramos en función del trabajo que nos lleve montar la decoración de la tienda, de si tardamos media, una o dos jornadas laborales… Normalmente suelen ser unos 50 euros o 60 euros más -sin contar el coste de la impresión, por ejemplo, de la cartelería-”.

¿Cómo es el proceso de creación?

La confección de un escaparte, y de su integración en la tienda comienza, según cuenta Amaya Lozano, por unir los valores que el dueño de un negocio quiere transmitir en el escaparate en cuanto a artesanía, colores, formato, idea… y en función de ellos se van creando bocetos, hasta que se consigue un diseño que le gusta al comerciante. “Normalmente, lo que se pide no tiene nada que ver con lo que se quiere, porque a veces ven diseños en internet que por un lado no se pueden copiar, pero que por otro lado tampoco se podrían llevar a cabo en su local”.

Las características del propio local dónde se encuentra el negocio suele ser el mayor impedimento a la hora de crear y hacer realidad los diseños, ya que normalmente no se suelen realizar cambios en la estructura de la tienda. Uno de los mayores problemas es la iluminación, un aspecto fundamental para hacer un buen escaparate y que muchos locales no tienen y no se pueden permitir cambiar.

Las cuatro calves para que un escaparte funcione

Para decorar un escaparate hay que tener en cuenta según la web LuksAndCompany cuatro factores fundamentales:

1.- La iluminación:

Si este factor falla, el resto del trabajo no ha servido de nada. Por ello es importante conocer el tipo de foco y luz que se tiene, para que en función de la luz que proyecte y cómo se proyecta se pueda trabajar

2.- El color

El color que se emplee va variar en función de la temporada en la que se confecciona el escaparte, porque la gente está familiarizados con ellos, de lo contrario se genera una reacción negativa. Los colores fríos son azules, verdes y violes; y los cálidos son los amarillos, rojos y naranjas, pero antes de apostar por un color es necesario ver cuáles son las tonalidades de la temporada para que la decoración también vaya en sintonía con ellos.

3.- La composición

Esta se define como “el arte de ordenar los volúmenes en el espacio, con gusto y dando sentido a la unidad”. Estos pueden seguir dos formatos principales: simetría – que transmite una sensación de seriedad, estabilidad, sobriedad… muy utilizadas en joyerías, sastrerías, perfumerías, etc-; o asimetría – que evocan juventud, alegría, casualidad… y son muy utilizados en el sector de la juguetería, de la moda joven, etc-. Asimismo, los productos pueden estar colocados siguiendo una forma geométrica (pirámide, línea, cuadrado, rectángulo, círculo, etc) o combinándolo con alguna otra técnica.

4.- El espacio

Menos es más. Esta es la idea principal que aconsejan tener en mente a la hora de diseñar un escaparate, por lo que es importante hacer una selección de los productos que más puedan gustar a la gente. Los clientes suelen hacer una lectura visual del escaparate y la zona en la que más se suelen fijar es el centro, seguido de la zona inferior y por último, la parte alta.

Que aprendan ellos

El trabajo de un escaparatista o visual -especialista en decorar interiores de tienda- se asemeja mucho al de un diseñador o ilustrador o al de cualquier persona que haga del arte su profesión, pues lo que se paga es la idea, el saber hacer. Por ello son muchos los dueños de un pequeño negocio, los que se han planteado aprender sobre el diseño de escaparates.

“Nosotros llevamos un tiempo realizando cursos de formación debido a la demanda de los últimos años” explica Amaya Lozano. Hay diferentes formas de acceder a éstos cursos ya que están en  la Cámara de Comercio, en el Corte Inglés, en Universidades o incluso pueden estar financiados con la Tripartita (ahora Fundae -Fundación Estatal para la Formación en el Empleo-), pues tiene un acuerdo.

Éste último formato es el que más destaca Amaya Lozano, ya que es un curso específico para el negocio que los contrata. “Nos trasladamos hasta allí y estamos un día entero con ellos viendo las posibilidades y enseñándoles las diferentes técnicas y fórmulas”. Su coste ronda los 400 euros, pero asegura que de financiarse con la Tripartita y puede quedarse, si el autónomo tiene trabajadores a su cargo, en unos 100 euros.