Según el Banco de España

El saldo de los préstamos concedidos a autónomos y empresas desciende en más de 16.200 millones de euros

Se experimenta una contracción en la demanda de crédito por parte de autónomos y empresas y continua el flujo hacia las fórmulas alternativas de financiación. 

crédito_consumo_banca
El saldo de los préstamos concedidos a autónomos y empresas desciende en más de 16.200 millones de euros

La banca tradicional podría estar empezando a percibir los primeros síntomas de la desaceleración de la economía, por un lado, y del empuje de los sistema de financiación alternativa, por otro. Según los datos hechos públicos ayer por Banco de España el saldo de préstamos concedidos por las entidades de crédito a sociedades no financieras se redujo 16.226 millones de euros (un 3,27% en términos relativos) entre los meses de abril de 2018 y 2019. Así, si hace un año el volumen era de 497.144 millones de euros a día de hoy éste es de 480.918 millones de euros. Con respecto al pasado mes de marzo también se registra una caída de 1.704 millones de euros.

Esta marcha atrás coincide con la tendencia apuntada por la Encuesta de Préstamos Bancarios del primer trimestre, que refleja una ligera contracción de la demanda de crédito por parte de los autónomos, pymes y empresas de mayor tamaño. Circunstancia que, según apunta el organismo regulador que preside Pablo Hernández de Cos, continuará así a lo largo de los próximos tres meses y pese a la situación de calma chicha en los criterios de aprobación de los préstamos.  

Todo lo anterior no significa que quienes quieren iniciar o ya tienen un negocio en marcha no necesiten liquidez bien para su día a día o bien para realizar nuevas inversiones que les permitan ampliar plantilla, expandir su negocio o invertir en tecnología. De hecho, el saldo total de financiación concedido a sociedades no financieras en abril fue de 897.444 millones de euros, la cifra más elevada en los últimos cinco meses, y 11.483 millones de euros por encima de la de hace un año (+ 1,29%). La razón se debe a la evolución positiva de las inversiones en obligaciones, bonos, valores… (valores representativos de deuda) tanto a corto como a largo plazo, que crecieron un 17,5% -hasta los 115.425 millones de euros-, así como a los préstamos exteriores (todos aquellos que no dependen de la banca tradicional y sí de entidades sujetas a supervisión y regulación), que despuntaron un 4,3% acumulando un saldo de 301.102 millones de euros.

El auge de la financiación participativa

El despegue de las fórmulas de financiación alternativa o no tradicionales queda respaldado por la Encuesta sobre Préstamos Bancarios elaborada por el organismo que dirige Pablo Hernández de Cos. En ella se explica que, pese al espaldarazo que los bajos tipos de interés han proporcionado a la demanda de préstamos durante el primer trimestre del año, “el uso de otras fuentes de financiación habría ejercido una influencia en sentido contrario”.

A este respecto cabe destacar que según el Informe Anual del Crowdfunding en España 2018, elaborado por Universo Crowdfunding, la recaudación total del sector de la financiación participativa aumentó un 57,1% (hasta los 159,69 millones de euros, cifra que se elevaría hasta los casi 500 millones de euros si se contabiliza el mercado secundario). Asimismo, el número de plataformas participativas cuya actividad es la de facilitar préstamos a emprendedores o autónomos se fijó en 12 el pasado ejercicio, una más que en 2017.

Por otra parte, el último Estudio Nacional del Autónomo (ENA) del mes de marzo, que elabora Infoautónomos junto con la Universidad de Granada, pone en valor que cada vez son más los emprendedores que apuestan por las tres efes (family, fools and friends por sus siglas en inglés) para iniciar su actividad. Casi el 62% de los emprendedores recurrieron a fórmulas de financiación alternativa, recursos propios o la capitalización del paro para poner en marcha su negocio, frente ello menos de un 40% recurrió al banco.

Tesis que también se destaca en el barómetro anual de ATA, Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos que preside Lorenzo Amor, en el que se apunta a que sólo uno de cada tres trabajadores por cuenta propia acudieron a una entidad financiera a pedir financiación.

Crédito al consumo

Pese a que la demanda de crédito al consumo también se habría reducido durante el primer trimestre del año, el saldo vivo crece a un ritmo del 4,6%, hasta alcanzar un total de 184.763 millones de euros. Esto es 6.723 millones de euros más que en abril de 2018. No obstante, la tasa de incremento es ligeramente inferior que la del mismo periodo del pasado ejercicio, cuando el avance fue del 6,6%. 

Según la tesis defendida en la Encuesta de Banco de España, las condiciones de la oferta y la demanda de crédito, tanto a sociedades no financieras como a consumo durante el primer trimestre son “algo menos expansivas”. Además de por una posible caída de las compras en los hogares, en el caso del crédito al consumo la contracción tendría que ver con el “ligero” endurecimiento de las condiciones de acceso -algo que no ocurrió en el caso de autónomos y pequeños negocios donde los criterios se mantuvieron sin cambios-. En lo que toca a la financiación concedida a sociedades la causa se encontraría en la incertidumbre derivada de la parálisis política en España así como de los efectos colaterales que puedan derivarse de la situación exterior con las amenazas de la guerra comercial, el Brexit y la desaceleración de la economía alemana. Cuestiones todas ellas que están aplazando la toma de decisiones de inversión entre el colectivo de autónomos y pequeñas empresas.