Opinión

Sé alguien por ti mismo

Desde entonces, siempre tuve el objetivo de llegar a ser “nada”. Es decir, carecer de título y ser yo, y a partir de ahí desarrollé toda mi carrera profesional, con luces y sombras, pero siempre siendo yo.

Sé alguien por ti mismo

Cuando empecé a trabajar hace ya muchos años recuerdo que tuve la suerte de tener como jefes tres norteamericanos espectaculares y no porque fueran norteamericanos, sino porque eran realmente brillantes, de hecho el proyecto de terminales de entrada de datos que realizamos, era un proyecto del Business System Group de la ITT, proyectos internacionales en los que se incorporaban gente especialmente brillante y donde tuve la suerte de ser seleccionado nada más terminar mi primera carrera, la de Ciencias Físicas, por el jefe de Software William Falcon.

Éste, junto con el jefe de Hardware, Albert Zavalis y muy especialmente el jefe de la División James Bestey, además de ser un pozo de sabiduría en su tema específico, tenían la filosofía buena del trabajo según la formación norteamericana, y quiero dejar claro que no por ser norteamericanos es que fueran buenos, pues a lo largo de mi vida profesional los he conocido excepcionales, buenos, regulares, malos y desastrosos, pues estos junto con mi Presidente Odias Smith cuando era Vicepresidente en la consultora Proudfoot, eran excepcionales, los primeros marcaron mi carrera y mi forma de actuar profesionalmente y hasta incluso personalmente y Odias me volvió a hacer recuperar mi ilusión por jefes brillantes, después de una larga sequía.

Bien pues recuerdo que en una ocasión James Bestey me comentó que tenía que aprender a trabajar en la empresa para mí mismo, algo que creo que he realizado a lo largo de mi vida profesional con unos resultados excepcionales, pues ya tenía un puesto de nivel internacional a los 27 años y como Director General a los 33.

En otra ocasión fue Bill Falcon, cuando en un reparto de puestos, no me quedé muy contento y entonces me dijo que tenía que aprender siempre a ser algo por mí mismo y no ser algo por un título en una empresa, el resultado es que a los seis meses aproximadamente seguí sin tener un título rimbombante en la División, pero me convertí en el Nómina Especial, creo que más joven en la Historia de la ITT, no recuerdo ya si fue a los 24 o 25 años, esto más allá del título dentro de la División, que sólo valía dentro de la División, era un estatus de Dirección a nivel mundial de toda la Compañía, con una serie de privilegios, incluidos temas económicos que obviamente me abrieron los ojos y por eso cuando luego me pidieron que fuera Director Internacional de Operaciones de la División, ya lo vi con otros ojos, lo más importante no era lo que aparecía en mi tarjeta, sino lo que realmente era.

Desde entonces, siempre tuve el objetivo de llegar a ser “nada”, es decir carecer de título y ser yo, Félix Cuesta y a partir de ahí desarrollé toda mi carrera profesional, con luces y sombras, pero siempre siendo yo y trabajando para mí, independientemente de la empresa en la que trabajara y el título que tuviera en ella, lo que conseguí a partir de los cincuenta años cuando me convertí en profesional liberal y fundé mi propia empresa, nunca he tenido título en mis tarjetas, sólo el que no es temporal, el título de Doctor en Ciencias Económicas que es mío y nadie me puede quitar, con una tesis doctoral por la que me dieron Premio Extraordinario en la Universidad de Alcalá y a la que se puede acceder sin problemas a través de la base de datos TESEO o directamente en la Biblioteca de la Universidad a la que le regale y dediqué un ejemplar por la ayuda que me prestaron en la búsqueda de información, también se puede acceder al libro en el que se convirtió: La transformación empresarial como base de la competitividad. De la Empresa Tradicional a la Empresa Virtual.

Todo esto ha sido para ilustrar que lo importante es ser algo que no tenga carácter temporal, que nadie pueda quitarte.

Cuando asisto a una conferencia o seminario, en el turno de preguntas todo el mundo se presenta con su nombre, apellido, título en su empresa y la empresa y se regodean en el título y en la empresa y presumen de ello, pero no parecen conscientes de que son tan efímeros como un tercero decida o las circunstancias lo aconsejen.

En los programas de Radio en los que participo, lo mismo que antes también en los de Televisión, cuando me preguntan cómo quiero que me presenten, muy a diferencia de la mayoría de mis contertulios, siempre digo que sólo con mi nombre, apellidos y con el título de Dr. en Economía, o si lo prefieren de Licenciado en Físicas, pero no como Presidente de mi Empresa y antes de la Empresa en la que trabajara, he tenido muchos puesto en mi vida y he trabajado en varias empresas y todo ello fue temporal, pero mi Licenciatura o mi Doctorado son perennes y nadie me los puede quitar, ni las circunstancias, porque son míos, me pertenecen.

Sé algo por mí mismo, no porque alguien te lo otorgue hoy y te lo pueda quitar mañana.