Los pequeños libreros cierran y las ferias se aplazan

El sector del libro estima pérdidas superiores a los 1.000 millones de euros

El confinamiento ha aumentado la lectura, pero sólo la de libros digitales, que han registrado incrementos de más del 50%. Mientras tanto, las pequeñas librerías estiman pérdidas millonarias. Permanecen cerradas en los meses que más ventas registraban y ven como todas las ferias de libros se aplazan por el coronavirus.

El sector del libro estima pérdidas superiores a los 1.000 millones de euros

El Consejo de Ministros aprobó el pasado martes la bajada del IVA a los libros electrónicos y la prensa digital. De esta forma, han pasado del 21 al 4%. Dicha rebaja del IVA digital atiende a un clamor de editores y asociaciones profesionales, que desde hace tiempo consideraban injusto que las publicaciones en papel estuvieran sujetas a un tipo de IVA superreducido del 4%, mientras que sus hermanos digitales soportaban un gravamen 17 puntos superior. 

Una buena noticia para todo el sector cultural. Sin embargo, no todos la reciben con una sonrisa y más en un momento en el que el libro en papel languidece y se enfrenta a su peor etapa. Al final, de esta rebaja de impuestos "se van a beneficiar los grandes”, apuntó el escritor Álvaro de Paz. Lo mismo piensan muchos libreros, que creen que esta crisis y algunas medidas que se han tomado para paliarla sólo beneficiarán a grandes plataformas como Amazon.

Las cifras hablan por sí solas. La venta de libros electrónicos durante el confinamiento debido a la pandemia de coronavirus ha registrado incrementos de más del 50%, además de un aumento del préstamo bibliotecario online, según el Informe Anual del Libro Digital 2019 realizado por la distribuidora Libranda. Asimismo, el estudio también refleja en las últimas semanas una subida del 30% en el tiempo que los lectores pasan en plataformas de suscripción de libros digitales. El precio medio del libro digital se mantuvo considerablemente estable en 2019, entre un 30% y un 60% más barato que el libro en formato papel.

No obstante, estos picos de lectura no se trasladan a un aumento de las ventas para todos. Al final, han sido las grandes plataformas digitales las que han aprovechado el incremento de lectores que se decantan cada vez más por el formato digital.

Tiempos difíciles para las pequeñas librerías

Un libro y una rosa. Así se celebra el 23 de abril San Jorge – Sant Jordi en Cataluña – y el Día Internacional del Libro. Se trata de una conmemoración a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor.

Desde 1988, es una celebración internacional promovida por la UNESCO. Un día simbólico para la literatura mundial, ya que ese día, en 1616, fallecieron Cervantes y Shakespeare. La fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes, como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov, Josep Pla, Manuel Mejía Vallejo y William Wordsworth.

Sin embargo, este día de San Jorge, no será como otros años y se augura triste. El sector editorial y el de los libreros auguran pérdidas millonarias debido al confinamiento, a pesar del aumento de la lectura. Los más pequeños deben sus ventas al comercio a pie de calle. De hecho, abril y mayo son los meses mágicos de las librerías, que en ocasiones concentran hasta el 50% de sus ventas entre días y ferias del libro.

En los cálculos que baraja FEDECALI - Federación de Cámaras del Libro – se estima un impacto superior a los 1.000 millones de euros en pérdidas en el sector. Se trata de un sector que mueve un inmenso capital humano: autores, editores, libreros, distribuidores, agentes, traductores, lectores profesional, que ahora mismo ven peligrar su supervivencia.

Los pequeños libreros se sienten desamparados. Y no es para menos, ya que  tienen que seguir pagando el alquiler y sus facturas mientras no venden prácticamente nada. Por ello, han creado distintas campañas para recaudar fondos y así garantizar que las librerías de los barrios puedan abrirse nuevamente después de que se levante el cierre. Entre ellas, encontramos la campaña Para Seguir Leyendo, Llibreries Obertes o Todos Tus Libros. La idea es “ayudar a la reapertura de una librería aportando cualquier cantidad de dinero que se podrá canjear por libros una vez que ésta abra su local”, explicó el librero Jesús Otaola.

Aunque las librerías están actualmente cerradas en España, la iniciativa permite a las personas comprar libros en sus tiendas locales ahora, que recibirán una vez que las tiendas vuelvan a abrir. De esta forma, los negocios pueden usar los fondos para cubrir pagos urgentes.

Las ferias reubican las fechas

La Feria del Libro de Madrid, atendiendo a las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Comunidad de Madrid en relación con la situación sanitaria de la región, se va a aplazar para prevenir y contener la epidemia causada por el virus COVID-19. Decisión tomada en una reunión urgente de su Comisión Organizadora, integrada por editores, distribuidores y libreros.

Se han estudiado varias fechas posibles y se ha determinado celebrarla del 2 al 18 de octubre de este año, atendiendo a la responsabilidad y prudencia que un evento de la envergadura de la FLM tiene tanto para expositores como visitantes.

El país invitado en 2020 a la feria es Colombia y sus contenidos estarán relacionados con la lectura, los lectores y la distribución del libro español en América Latina. Además, pondrán el foco en las políticas públicas de defensa de las librerías. 

El director de la Feria del Libro de Madrid, Manuel Gil, traza un primer diagnóstico de urgencia. Y explicó que “estamos ante un annus horribilis para todo el mundo del libro. Toda la cadena de valor se va a ver brutalmente afectada. La estimación de la Federación de Gremios de Editores de España es que se perderán 800 millones en comercio interior y 200 en comercio exterior”.

Por su lado, en Sant Jordi, la venta de libros registrada durante el 23 de abril equivale a un 15% de las ventas en catalán (entre el 5 y el 8% en castellano) de todo el año. Sólo el año pasado este sector facturó en Cataluña 22,16 millones de euros.

Aun así , y a pesar del confinamiento, libreros y escritores se unen a través de las redes sociales para celebrar el día del libro de manera virtual. Unos leen relatos, otros recomiendan títulos y otros aportan sus críticas literarias.