El sector acusa a los fondos de inversión

La Seguridad Social pierde dos veterinarios autónomos cada semana

Según el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el sector de los veterinarios pierde una media de dos trabajadores por cuenta propia por semana, y ha pasado de 6.881 afiliados a 6.660 entre el 2016 y el 2017. El desempleo entre los recién licenciados creció un 700% y éstos jóvenes son de los peores pagados. Para los veterinarios, uno de los factores de esta crisis, es el auge de las franquicias controladas por fondos de inversión. 

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La Seguridad Social pierde dos veterinarios autónomos cada semana

En España, 4 de cada 10 hogares tienen al menos una mascota, así lo señala el censo de la Asociación Madrileña de Veterinarios de Animales de Compañía (AMVAC) y, por eso, existen más de 6.000 clínicas veterinarias a lo largo de todo el territorio nacional.

Sin embargo, estos negocios se están viendo amenazadas por la entrada al sector de numerosas franquicias. “Existen, en la actualidad, intereses económicos ajenos a los propios veterinarios, que pueden desequilibrar este sector económicamente precario y muy atomizado. Cadenas, franquicias, aseguradoras o fondos de inversión, con poderío económico y de comunicación, pueden hacer peligrar el modelo tradicional que viene dando empleo, aunque precario, a un elevado número de veterinarios autónomos y a un creciente número de trabajadores por cuenta ajena”, asegura Manuel Lázaro, Vocal del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid, a Diario AyE.

Descenso del número de autónomos

Estas franquicias, controladas en su mayoría por fondos de inversión, están dañando gravemente al ecosistema autónomo del sector. En los dos últimos años, tras experimentar un periodo de tenue crecimiento, el sector está cerrando negocios. De hecho, cada semana se pierden dos autónomos afiliados a la Seguridad Social y, mientras que en el 2016 los veterinarios por cuenta propia eran 6.881, el año pasado apenas si sumaban 6.660, según los datos del Ministerio de Empleo y Seguridad Social.

Dichos profesionales autónomos son incapaces de competir contra el poderío de los centros franquiciados, así lo explica Lázaro: “Cualquier inversor, como es lógico, antepone el beneficio económico a corto o medio plazo, sobre otros intereses. Campañas agresivas de precios, de comunicación, o de otro tipo, pueden hacer tambalear a muchos centros actuales”.

Crecimiento descontrolado del número de veterinarios

A la ya “demoledora” situación de la aparición de estas franquicias, así la califica Lázaro, se le suma otro factor de riesgo.

Existe un crecimiento desmedido del número de nuevos licenciados que al terminar el grado encuentran un panorama laboral con ínfimas cuotas de empleabilidad. De este modo, entre 2016 y 2017 el desempleo entre los profesionales de entre 25 y 29 años creció un 700%, así lo asegura CEVE. 

“El número de veterinarios en España, en función del número de habitantes, casi duplica la media de países de nuestro entorno; y a esto hay que añadirle que salen cada año 5 veces más veterinarios que en otros países, lo que continúa agravando el problema”, asegura el miembro de la Junta Directiva del Colegio.

En España existen 13 facultades de veterinaria, lo que es una “exageración”, en palabras de Lázaro. Además, la mayoría de recién licenciados optan por buscar trabajo en clínicas de animales de compañía, dirigidas en su mayoría por profesionales autónomos.

Problemática del sector

Uno de los principales problemas del sector veterinario es la remuneración, que según el Instituto Nacional de Estadística ronda los 997 euros, posicionándose, de esta manera, el quinto empezando por abajo en el ranking oficial de salarios por sectores.

Manuel Lázaro reivindica que “el papel de las administraciones en el sector es por un lado, de mucha presión en cuanto a requisitos que se deben cumplir, que ocasionan muchos gastos, y por otro de una cierta indefensión, al no atender a la razonada petición de reducir el IVA, de obtener un menor número de veterinarios nuevos cada año, o de ofrecer más ayudas al sector”.

Respecto a la reducción del IVA, la subida de 13 puntos (del 8% al 21%), aprobada en septiembre de 2012, perjudica notablemente al sector . Se ha mantenido en ese nivel desde entonces pese a que el Congreso acordase una reducción hasta el 10%

Lázaro asegura que “la subida del IVA tuvo un efecto muy significativo en la retracción del consumo y a la impresión de que todo era mucho más caro", además, “algunos centros, temerosos del significado que este aumento pudiera tener, optaron por asumirlo, lo que derivó en un desastre económico mayor”.

“Este tipo de IVA no lo consideramos apropiado ya que no reconoce a una actividad como la nuestra, profundamente sanitaria, y que repercute enormemente en la salud de mascotas y de las personas, ya que muchas enfermedades del ser humanos son ‘zoonosis’, o enfermedades de los animales transmisible al hombre”, reivindica el vocal del Colegio Oficial de Veterinarios de Madrid

Todo esto ha derivado en una reducción de un 35% de las visitas a las clínicas veterinarias, incluso llegando al 43% en regiones como Galicia, asegura Manuel Reinoso, vicepresidente de AEVET (Asociación Española de Veterinarios).