Celia Ferrero, vicepresidenta de la Federación

El servicio para salvar empresas de Madrid debe extenderse por España

Celia Ferrero, vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA), señaló en el curso de verano de la Universidad Complutense que el proyecto ‘Early Warning’ (detección temprana de problemas de empresas) de Madrid debe llegar al resto de España porque también en otras CCAA hay negocios en dificultades.

Celia Ferrero
Celia Ferrero, vicepresidenta de ATA, y Morten Møller, coordinador de ‘Early Warning Europa’. | Foto: Guillermo López.
El servicio para salvar empresas de Madrid debe extenderse por España

Celia Ferrero, vicepresidenta de la Federación Nacional de Asociaciones de Autónomos (ATA), afirmó que el servicio ‘Early Warning’ (detección temprana de problemas de negocios), que está implantado en la Comunidad de Madrid desde el 2017, se renovará por tercer año consecutivo, “al margen del gobierno que finalmente esté al frente de la comunidad”. Este proyecto, desde su inicio, ha sido desarrollado por la Federación de Autónomos y la administración autonómica. Ferrero señaló que este modelo debe extenderse al resto de España.

Este servicio nace con el objetivo de otorgar a los autónomos y emprendedores una segunda oportunidad para relanzar sus negocios y que estos se consoliden en el mercado. La otra alternativa es ayudarles a echar el cierre de manera ordenada y con los mínimos perjuicios para el autónomo con el fin de que pueda reemprender. Éste es un proyecto europeo que ya funciona en Dinamarca, Alemania, Bélgica, Italia, Grecia o España, entre otros países para la construcción de una red de voluntarios que ayudan y asesoran a los autónomos y empresas que están atravesando un momento de dificultad, explicó Ferrero durante el séptimo Curso de Verano del Escorial de la Universidad Complutense ‘Autónomos y Emprendedores, un modelo emergente, que se celebra con la colaboración de ATA y el Ilustre Colegio Oficial de Gestores Administrativos de Madrid (ICOGAM).

Ferrero, que además es coordinadora institucional del proyecto, explicó que, desde ATA, llevan “pensando mucho tiempo que las ayudas de las administraciones suelen estar destinadas al inicio de la actividad (tarifa plana, por ejemplo), pero no al crecimiento del negocio o al cierre del mismo. Emprender no siempre es sinónimo de éxito, a veces también de fracaso, por lo que hay que conseguir que ese fracaso sea lo menos doloroso posible. Las quiebras de empresas conllevan perdida de empleos, deudas y problemas de salud del autónomo y, por tanto, costes sanitarios. También habrá que plantear ayudas desde ese punto de vista”.

La vicepresidenta de ATA insistió en que la Comunidad de Madrid ha avanzado mucho en el servicio publico de empleo. También informó de que “ATA va a seguir trabajando mucho tiempo con esta administración” y que “lo mas importante es el cambio de mentalidad que estamos logrando. No podemos permitir que aquel que genera empleo sea el menos ayudado. Una de las grandes ventajas de este programa es que va a servir para, además de ofrecer este servicio, ayudar a los negocios con la transformación digital y estudiar muchos casos sobre salud de autónomos (Burn out): depresión, estrés, etcétera”.

¿Cómo funciona ‘Early Warning’?

Morten Møller, coordinador de ‘Early Warning Europa’, explicó durante su ponencia en el mismo curso las bases y el funcionamiento del proyecto. Este servicio trata de dar una ayuda imparcial y confidencial al autónomo para que se realicen los cambios necesarios para que su negocio sobreviva y vuelva a crecer. En caso de que no se posible, es imprescindible asegurar cierres rápidos y honestos. También es vital cambiar la percepción general del cierre de un negocio y los segundos inicios, además de contribuir a crear más empresas con gran potencial de crecimiento.

El proceso de Early Warning comienza por concertar una cita personal con el autónomo que tiene problemas con el fin de realizar un diagnostico de su empresa, ya que por teléfono la realidad es muy diferente a como es cara a cara, señala Møller. A partir de aquí, se definen los problemas reales. Para ello, “tenemos un gran grupo de mentores, empresarios o exempresarios al final de su carrera profesional, gente con mucha experiencia en sectores específicos”. Tras este diagnóstico, se realiza un emparejamiento entre autónomo y mentor en base a sus problemas y la química que exista entre ellos.

Morten Møller explicó que “si creemos que hay una posibilidad de supervivencia en el negocio, empezamos a planificar las acciones y hacemos un seguimiento de tres o seis meses. Si consideramos que tiene posibilidades de sobrevivir, entonces lo pasamos a la consultoría privada”. El coordinador del proyecto en Europa añadió: “utilizamos dinero publico para ayudar a las empresas que no pueden pagar ayuda privada, y nuestra misión es hacer crecer estos negocios para que puedan financiarla”.

Los costes de esta ayuda para el autónomo rondan entre 500 euros y 1.500 euros. Møller explicó que, si se tiene en cuenta que con esta servicio el 50% de las compañías sobreviven, resulta que el  retorno de la inversión total anual es de 61 euros por cada euro invertido. Además, los negocios que sobreviven lo hacen con un 6% menos de pérdidas de facturación y un 11% más de crecimiento el primer año. Y los que continúan total o parcialmente conservan el 50% de los empleos originales.