No renunciar definitivamente al ERTE

¿Cómo se afronta un nuevo rebrote del virus? Así lo están viviendo los autónomos de Lugo y Lleída

Lamentablemente, en esta nueva normalidad los rebrotes de la COVID-19 están volviendo a surgir. Una situación que aunque no es generalizada en todo el país, se está dando en Lugo y Lleída, donde los pequeños negocios afrontan con mucho desánimo el no poder abrir y volver a tener limitaciones.

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¿Cómo se afronta un nuevo rebrote del virus? Así lo están viviendo los autónomos de Lugo y Lleída

Más de 200.000 personas vuelven a estar confinadas en Lleída (Cataluña) y hay otras 70.000 en la provincia de Lugo (Galicia). Desde el inicio de la desescalada, España acumula un total de 118 rebrotes, de los cuáles 67 siguen en activo, como confirmó el ministro de Sanidad, Salvador Illa, este miércoles en una entrevista en Catalunya Ràdio. Una situación de incertidumbre que afecta, inevitablemente, a los negocios de las zonas, y muy especialmente a los trabajadores autónomos.

La vuelta a la nueva normalidad no implica que España sea un país libre de COVID-19 y el peligro de volver a decretar el estado de alarma, aunque sea a un nivel más local, sigue presente. Y con ello el aumento de las víctimas, el colapso de los hospitales y la paralización, otra vez, de la actividad económica.

Tener que volver a echar la persiana de forma indefinida, o quitar mesas para cumplir con las restricciones de aforo, o limitar el acceso de los clientes son algunas de las medidas que por segunda vez en el año han tenido que volver a implementar muchos autónomos. Desde las organizaciones autonómicas advierten que muchas de las actividades que habían sobrevivido a la pandemia no iban a aguantar el rebrote, porque afrontar una parálisis de la facturación dos veces en un año es casi imposible de soportar. Por no hablar de que el rebrote da por perdida la temporada de verano y el turismo que podía haberles salvado. Así están viviendo  la vuelta al confinamiento los autónomos de Lugo y y Lleída.

Los autónomos durante el rebrote gallego

La Junta de Galicia tomó la decisión el pasado domingo 5 de junio de volver a decretar el confinamiento en una parte de la Comunidad. En concreto, cerró las fronteras de la zona de A Mariña (Lugo) en la que viven casi 70.000 personas. Una decisión que cogió a los pequeños negocios de la zona de imprevisto. Ahora, estos dudan si van a poder volver salir adelante.

Según explicó el presidente de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Galicia (ATA-Galicia), Rafael Granados, “recibimos la noticia con mucho miedo y, sobretodo, con mucha incertidumbre. Porque el mercado se había activado, la gente había abierto sus negocios y estaban empezando, por lo menos, a contener los gastos de su actividad. Pero con un rebrote como el de la zona de Lugo, la economía se paraliza por completo”.

Tienen dificultades con el cese ordinario 

Granados denunció que los trabajadores por cuenta propia de la zona confinada están teniendo muchas dificultades para acogerse al nuevo cese de actividad ordinario. Concretamente para acceder a la prestación que cubre la caída de ingresos que vayan a sufrir los autónomos durante el tercer trimestre – julio, agosto y septiembre-.

“Indudablemente, las ventas van a caer porque, cuando cuando hay un rebrote, la facturación se resiente. La gente tiene miedo, algunos negocios como los bares tienen que volver a estar al 50% y las empresas vuelven a mandar a sus trabajadores al ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo). A pesar de todo, no saben si van a poder acreditar esa caída del 75% que se les exige” detalló.

Es la incertidumbre de no saber qué va a pasar ni con la alerta sanitaria, ni con su negocio lo que mantiene en vilo a los autónomos gallegos. “La probabilidad de que consigan acreditar una pérdida del 75% en el tercer trimestres es muy alta, ya que lo más seguro es que la demanda caiga entre un 80% y 90%. Sin embargo, para solicitar esta prestación se necesita algo de certidumbre y nadie sabe lo que va a pasar de aquí a tres meses” señaló.

El  elemento que desestabiliza las previsiones de estos autónomos es el turismo. A Mariña es la zona costera de Lugo y "cualquier variable puede modificar las previsiones de un negocio. El comportamiento de los habitantes tras el rebrote y el turismo nacional pueden cambiar la viabilidad de un negocio”, dijo Granados-

Para Granados lo peor del brote en Lugo no es sólo que la actividad se vuelva a frenar o las dificultades que habrá para volver a reactivar los negocios por segunda vez. Lo más difícil es "a nivel psicológico.La incertidumbre está afectando mucho a los autónomos. Son trabajadores por cuenta propia dentro de sus casas, con sus negocios cerrados, sin ningún tipo de ingreso y haciendo frente a los gastos de sus actividades, mientras no les queda nada para sus gastos personales”.

Los autónomos durante el rebrote catalán

Uno de los brotes que más le preocupa al Gobierno es el que se ha producido en la comarca del Segrià, en Lleida (Cataluña) y que ha confinado de nuevo a más de 200.000 personas en sus casas. “Son momentos muy complicados para todos. Pero son especialmente duros para los autónomos y los pequeños comercios de la zona, que tienen que volver a cerrar sus negocios después del esfuerzo que han hecho para reactivarlos”, comentó Cristina Pérez, presidenta de la Asociación de Trabajadores Autónomos de Cataluña (ATA- Cataluña).

Para Pérez, los autónomos y pequeños negocios de Lleida no pueden afrontar el brote solos y necesitan ayudas. “Aparte de las estatales, a nivel local no hay ayudas, ni medidas específicas y las necesitan, porque los alquileres de los locales y los gastos que tienen los autónomos siguen presentes”, denunció. Según ella, lo que hace falta es comunicar esas nuevas medidas “uno de los problemas que siempre tienen los autónomos es que tienen que pelear por las ayudas, tienen que buscarlas". 

En la comarca del Segrià, la mayoría de los pequeños negocios están asociados al turismo. Según la presidenta de ATA-Cataluña, se trata de actividades que sufren más que el resto la incertidumbre. Por eso duda “que los hosteleros de esas zonas hayan abierto o, incluso, si no se les apoya como venimos reclamando, vuelvan a abrir. A no ser que sean grandes grupos, van a asegurarse las condiciones de la apertura de su negocio

Van a apostar por la jubilación

Precisamente es esta inseguridad “lo que va a hacer que muchos autónomos que estaban dudando entre seguir con el negocio o jubilarse, aunque no les quede mucho de pensión, vayan a optar por la jubilación”.

Según Perez, la carga de afrontar solos el peso de un negocio y la incertidumbre de no volverlo a abrir van a afectar mucho a los autónomos. También a nivel psicológico.  “La depresión se va a generalizar. Con la diferencia de que si un asalariado se queda sin trabajo, éste va a tener la ayuda del SEPE, mientras que si un autónomo ha cerrado, veremos  qué pasa con él”.

Una recomendación ante el rebrote: seguir en ERTE

Por el momento, no hay un comportamiento estándar para los autónomos en caso de rebrote. Lo único que hay es un sentimiento de desánimo y de incertidumbre general en las zonas, en estos momentos, más afectadas por la COVID-19. La posibilidad de un rebrote, aunque siempre está presente, genera incertidumbre porque sigue sin haber un protocolo al que los negocios puedan acogerse, más allá de seguir las recomendaciones que hacen para cada actividad las autoridades sanitarias.

No obstante, los negocios con trabajadores sí que pueden hacer algo para prevenir ese rebrote: no renunciar al ERTE ante la autoridad laboral. Ésta es la recomendación que hace Carlos Piñero, abogado laboralista y director jurídico de ATA, que recomienda a los autónomos, y muy especialmente a aquellos que tenga su negocio cerca de un foco de contagio, “que sean muy conservadores con el tema de los ERTES. Éstos están vigentes hasta el próximo 30 de septiembre. Y, mientras que la causa por la que se solicitó siga vigente, éstos se pueden mantener”.

Según explicó el abogado, la extensión de los nuevos ERTEs hasta el mes de septiembre se puede mantener hasta que finalice su vigencia, aunque el autónomo desafecte a sus trabajadores. “Es decir, un bar con tres trabajadores puede seguir acogido al ERTE y disfrutando las exenciones de las cotizaciones sociales - 70% en julio,  60% en agosto y 35% en septiembre en función del momento en el que les reincorpore –hasta septiembre”, comentó.

Según establece Real Decreto-ley 24/2020, de 26 de junio, de medidas sociales de reactivación del empleo y protección del trabajo autónomo y de competitividad del sector industrial, un negocio puede seguir en ERTE hasta el 30 de septiembre, aunque recupere a sus trabajadores. Como recoge la ley, el Expediente finaliza cuando se presente el documento ante la autoridad laboral. Por eso, antes de comunicarlo, es recomendable no precipitarse y estudiar bien las condiciones en las que se encuentra el negocio y el avance del virus”.