Las asociaciones avisan de que abandonarán los cultivos

Trabajo obliga a darse de alta como autónomos a los agricultores esporádicos

El Ministerio de Trabajo, MIgraciones y Seguridad Social ha abierto varios expedientes a agricultores temporales para que se den de alta en el RETA y abonen las cuotas adeudadas de ejercicios anteriores. Para las asociaciones agrarias, esta medida es un grave error que hará que muchos agricultores esporádicos abandonen sus parcelas por los bajos rendimientos que generan.
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Trabajo obliga a darse de alta como autónomos a los agricultores esporádicos

En España, todo aquel que desarrolle una actividad económica de forma habitual, personal y directa, sin tener un contrato de trabajo por cuenta ajena, debe darse de alta como autónomo. Pero ¿y si la actividad no es habitual? ¿y si la persona en cuestión es un agricultor que vive de otros ingresos y desarrolla su actividad unas pocas semanas al año?  

Hasta ahora, a estas personas les bastaba con declarar los ingresos y pagar los correspondientes impuestos cuando vendían a las cooperativas los frutos de su cosecha esporádica. Sin embargo, este año parece que las cosas van a ser distintas. El Ministerio de Trabajo está reclamando a agricultores, que tienen el campo como segunda fuente de ingresos, que coticen por los ejercicios pasados en los que facturaron por la venta de productos agrícolas, como, por ejemplo, la uva, la castaña o las hortalizas.  

Según aseguraron desde ASAGA (Asociación Agraria de Galicia), el Gobierno va a obligar a estos trabajadores a darse de alta como autónomos, aunque ya estén cotizando por cuenta ajena en otra empresa. Desde la asociación denunciaron que “esta medida es un grave error que provocará importantes daños en los pueblos de Galicia y España, en general”. 

Ya se han abierto varios expedientes a agricultores gallegos para que se den de alta en el RETA y, además, paguen con carácter retroactivo las cuotas atrasadas de años anteriores. Para las asociaciones agrarias esto es un golpe del que difícilmente podrán recuperarse estos trabajadores que, en su mayoría “tienen campos heredados, que cuidan de forma casi altruista y por los que sacan unos ingresos mínimos que se ven obligados a complementar con otras actividades” explicó Francisco Bello , presidente de ASAGA. 

Desde la asociación denunciaron esta medida que consideran que va en detrimento de los pueblos. “Estos agricultores no profesionales mantienen el entorno, previenen la aparición de incendios y fijan la población en el medio rural. Que se les obligue a pagar más de lo que ya pagan va en contra de la España rural y la supervivencia de sus gentes”  

De tener que pagar la cuota, la mayoría dejaría sus parcelas

Cuando estos agricultores venden los productos a la cooperativa -según aseguraron desde ASAGA-, ya están pagando impuestos y declaran el IRPF. "Con ese nivel impositivo, los intereses del Estado ya están suficientemente cubiertos. Obligar a alguien a darse de alta en el RETA, aunque sólo sean 2 o 3 meses al año, por la venta de un producto agrícola como puede ser la uva o la castaña; con unos ingresos tan bajos y con una actividad tan puntual, agranda el problema de la ‘España vaciada’ de la que tanto se habla y contra la que, supuestamente, se está luchando a través de otras medidas". Como otros muchos autónomos, el pago de la cuota a la Seguridad Social está considerada como un impuesto más aunque realmente sea una aportación que directamente se dirige a sus prestaciones presentes y futuras. El problema es si estos agricultores pueden o no hacer frente a el pago de los impuestos más las cotizaciones socieales que les corresponderían por una actividad no habitual  y, según las organizaciones agrarias, parece que no les compensa en relación a los ingresos que obtienen. 

El agricultor tiene que cubrir antes muchos gastos como productos fitosanitarios, combustible, maquinaria o fertilizantes. Con unos ingresos que -aseguran desde las asociaciones- "son de por si muy bajos",  si finalmente se ven obligados a pagar las cuotas del régimen de autónomos, "la gran mayoría dejarán de cuidar sus parcelas agrícolas porque sus ganancias serían muy pequeñas, incluso inexistentes. Zonas que ahora están cuidadas, pasarían a estar abandonadas" explicaron desde la asociación.

¿La solución? Desde ASAGA piden que estos trabajadores para los que la agricultura es su segunda fuente de ingresos tengan un trato especial, acorde a la temporalidad y bajo volumen de sus ingresos, y a la labor que realizan con el entorno y la supervivencia del medio rural. El presidente de la asociación añadió que ya se están empezando a entablar conversaciones con el Gobierno y esperan que "reconsidere esta medida que va en contra del mantenimiento del entorno y la España rural".