Traducir su web o su comercio online a varios idiomas le permitirá llegar a una audiencia más amplia

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Traducir su web o su comercio online a varios idiomas le permitirá llegar a una audiencia más amplia

Los empresarios españoles que deciden traducir su página web, su tienda online, o su catálogo de productos a varios idiomas consiguen impulsar considerablemente la tasa de captación de clientes nativos de dichos idiomas, tanto los que residen en nuestro país, como los que viven en sus países de origen.

No debemos conformarnos con el inglés, si queremos internacionalizar nuestra empresa

Es innegable que el inglés es la lengua franca de los negocios y el lenguaje académico y científico. No obstante, es un error ampliamente extendido entre las empresas españolas pensar que basta con mostrar una traducción al inglés de sus catálogos de productos y su sitio web para acceder al mercado internacional. 

Es cierto que el nivel de inglés en la mayoría de países europeos es bastante mejor que en España, especialmente si nos comparamos con países como Suecia, Finlandia, Dinamarca, Noruega o Países Bajos. Pero, incluso en el caso de que los potenciales clientes de nuestra empresa se defiendan en inglés, tendremos pocas posibilidades de que terminen comprando nuestros productos, si competimos con otra empresa que les habla en su idioma y les facilita toda la información perfectamente traducida. Si lo duda, piense en cómo actuaría usted si tuviera que elegir entre comprar un producto en dos sitios web con precios similares, donde solo uno de ellos le ofreciera la posibilidad de comunicarse en español durante todo el proceso de compra y para cualquier consulta posterior al servicio de asistencia técnica. 

Pero no solo se trata de una cuestión de preferencia idiomática, como cuando tenemos nociones de alguna otra de las lenguas en las que se nos facilita la información. Al igual que en la mayoría de países de nuestro entorno, existen muchas personas que solo se sienten cómodas y confiadas cuando pueden expresarse en su idioma; y las compras por internet son inherentemente un terreno que despierta desconfianzas, en ocasiones fundadas, y conviene, por tanto, no ahondar en ellas.  

En internet lo importante no es la distancia, sino la cercanía

“Un comercio electrónico a miles de kilómetros de distancia, si se nos presenta en nuestro idioma, respetando las convenciones culturales de nuestro país, puede resultar más cercano que la tienda de la esquina”, señala Francisco Fernández, gerente de LinguaVox. “Para lograr que nuestra empresa sea percibida como propia en el extranjero es preciso encargar la adaptación y la traducción de nuestro sitio web a una agencia de traducción profesional que nos aporte plenas garantías de calidad”, concluye Francisco.

En la red pueden encontrarse multitud de servicios de traducción con tarifas dispares, pero es conveniente preguntar por el proceso de traducción y el sistema de calidad que hay detrás. En 2015 se publicó una norma internacional de calidad para proveedores de servicios de traducción, la norma ISO 17100. Este estándar de calidad, que ya se ha convertido en un referente en muchas empresas técnicas, médicas y jurídicas, establece una serie de requisitos que deben cumplirse para garantizar una traducción de calidad. Entre otros requisitos, la norma detalla la capacitación profesional de los traductores. 

Conocer un idioma no te convierte en traductor. El oficio de traductor conlleva formación académica superior, conocimientos técnicos e informáticos, dominio de una o varias especialidades y un proceso continuado y constante de aprendizaje y actualización.

La norma ISO 17100 exige que cualquier traducción debe ser revisada exhaustivamente por un revisor, que es otro traductor profesional con varios años de experiencia en el ámbito de que trate la traducción. 

La imagen de nuestra empresa en el exterior es demasiado importante para ponerla en riesgo por una mala traducción; confiar en una agencia de traducción certificada resulta la opción más sensata.