Financiación para proyectos sostenibles

El valor añadido de los productos eco en la agricultura

Muchos pequeños agricultores van formando parte de lo que viene llamándose cultura ecológica. Pero, a veces, encuentran dificultades para cambiar los métodos de cultivo por los costes que suponen.

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El valor añadido de los productos eco en la agricultura

El cambio climático es cada vez más evidente para muchos. Preocupa las grandes sequías, las inundaciones extremas, el calentamiento global… Se trata de una realidad que a muchos consumidores les hace reaccionar y tomar medidas en sus decisiones de compra. Todo ello ha generado un mercado que puede ser interesante tanto si se está plenamente convencido que es necesario actuar para que el planeta no siga viéndose dañado por el propio hombre, como si sólo se entiende la demanda de productos ecológicos como una tendencia de consumo.

Pero, de cualquier manera, la conciencia de que necesitamos vivir en un planeta más sostenible es ya global, es decir, los gobiernos están tomado medidas pertinentes y también hay muchas iniciativas que surgen de manera individual para ayudar a este objetivo y muchas parten de autónomos y microempresas.

El sector de la agricultura es un eslabón importante de cadena ecológica y, por tanto,  tiene un papel primordial para ayudar a mitigar el cambio climático. Está claro que en los próximos años muchos de los problemas medioambientales relacionados con la agricultura seguirán existiendo. Sin embargo, si se toman ciertas medidas, su gravedad podrá mitigarse.

Además, el consumo de alimentos ecológicos está en alza. En muchos casos porque el comprador esta concienciado con el problema de la contaminación, en otros porque considera que son productos más saludables y nutritivos. Algunos estudios demuestran que los cítricos ecológicos presentan entre un 10 y un 20% más de vitamina C que los convencionales. Por ejemplo, en las zanahorias, la diferencia en cuanto al nivel de potasio aumenta hasta el 35% y también hay diferencias también en cuanto a la presencia de minerales, hierro...

De esta forma, poco a poco, la agricultura ecológica va abriéndose camino en España, situándose ya está entre los 10 primeros países del mundo en consumo ecológico. Sin embargo, todavía tiene que enfrentarse a las reticencias de los elevados precios, ya que se trata de procesos de adaptación que requieren una inversión elevada. Por ejemplo, el uso de sistemas limpios como las placas solares, que permiten hacer la función de bombeo con 0 emisiones contaminantes puede dar al agricultor una ventaja competitiva, ya que puede vender su producto con ese valor añadido. Además, este sistema no sólo respeta al medio ambiente, si no que el autoconsumo permite un ahorro de coste a futuro con una sencilla instalación y una vida útil muy larga.

Sin embargo, una eficiencia hídrica apoyada por energías limpias para la extracción del agua por bombeo implica inversiones importantes en la canalización de las explotaciones, y en la inversión de energías alternativas a las que actualmente se utilizan. Por eso, todavía hay un porcentaje de explotaciones agrícolas que siguen utilizando bombeo mediante gasoil, lo que implica mucho mayor impacto medioambiental.

Está claro que los pequeños negocios no pueden enfrentarse a esta transformación sin ayuda financiera y por eso Bankia ha lanzado medidas específicas para este sector, estudiando la situación de cada autónomo. Es decir, la entidad bancaria se ha dado cuenta de la importancia que tienen estos temas para el productor y el consumidor  y, por eso, ha creado un plan de ecoeficiencia y cambio climático, donde los productos y servicios que ofrecen deben ir dirigidos a ese objetivo de sostenibilidad.

Lo que está claro es que la agricultura se enfrenta a muchos retos en los años venideros y uno de ellos es precisamente la producción lo más ecológica posible. Sin embargo, su transformación no siempre está al alcance de todos los bolsillos. Bankia quiere comprometerse con los agricultores y ganaderos, por lo que ofrece una gran variedad de productos de financiación para poder hacer frente a los gastos del día a día y a los proyectos de inversión. Un ejemplo es el anticipo de cobro de la cosecha. Además, ponen a su disposición todos sus conocimientos para financiar el autoconsumo del bombeo de agua. Uno de sus partners realiza una auditoría de las emisiones de CO2 que dejará de emitir gracias a la nueva instalación solar, y los ahorros de coste a futuro que tendrá.

Además de las iniciativas de Bankia, no hay que olvidarse de las regulaciones en el mundo agrario, y por ende, las ayudas y subvenciones que los agricultores reciben, están muy relacionadas con el respeto al medio ambiente, por lo que es muy importante ponerse al día lo antes posible.

Junto con todo ello, Bankia quiere dar ejemplo en todos sus procesos de compras y contrataciones para que sean sostenibles. Algunas de las acciones que están llevando a cabo para ser un referente son la limitación a un 5% en la generación de residuos y el consumo de tóner, papel y agua, la bajada a un 20% el consumo energético, la apuesta por los edificios con sistemas de gestión ambiental certificados o la reducción de la huella de carbono en un 20%. De esta forma, trabajan en tener un catálogo de productos que financien los proyectos sostenibles, la compra de vehículos ecológicos, las reformas en viviendas que permitan la ecoeficiencia, los electrodomésticos de bajo consumo y un largo etcétera.