No están cerrados por decreto pero sí limitados

Los vendedores ambulantes piden un nuevo cese de actividad que contemple sus restricciones

 Los vendedores ambulantes tienen limitada su actividad la mitad de los días de la semana. A pesar de ello, no pueden acceder al cese de actividad extraordinario porque se exige que el negocio haya sido suspendido por decreto. Piden una prestación adaptada a sus circunstancias.

Los vendedores ambulantes piden un nuevo cese de actividad que contemple sus restricciones

Los vendedores ambulantes se ven obligados a parar su actividad durante semanas y no porque ellos quieran, sino porque una autoridad competente les impide montar su puesto. Ninguno de los mercadillos que se realizan actualmente en España están funcionado como antes de la pandemia y las limitaciones exigidas en el número de vendedores están agravando la situación económica de estos autónomos. Por ello, reclaman una modificación de la prestación por cese de actividad extraordinario, a la que, por el momento, no pueden acceder.

“Nuestra gran preocupación ahora es la caída de la actividad. Los municipios han limitado el número de vendedores en los mercadillos y hay lugares dónde esa restricción paraliza la activad de la mitad de autónomos que solían acudir a él”, explicó Carlos Martí Roy, presidente de la Asociación para la Gestión y Modernización del Comercio Urbano y Mercadillos (GESCOMER). Según los datos que manejan, antes del estallido de la emergencia sanitaria, el 65% de los vendedores ambulantes participaban en entre cinco y seis mercadillos a la semana y ahora la media es de uno o dos.

Se trata de una limitación del 50% o más de la actividad, “que no está siendo compensada. No podemos acceder a la mayoría de la ayudas porque están enfocadas a una caída de ingresos, o al cierre decretado del negocio. Nuestra situación no cumple ni uno ni otro requisito: lo que estamos sufriendo es un una paralización de la actividad”, dijo Martí. Razón por la que desde Gescomer reclaman a la Seguridad Social que modifique la actual regulación de la prestación por cese de actividad extraordinario -que sólo se puede solicitar cuando una autoridad sanitaria decreta la suspensión de la actividad -y habilite uno para cuando se produzca una restricción parcial.

“Hemos pedido a la Seguridad Social que cuando se impongan medidas que frenen el 50% de la actividad, habilite algún tipo de protección. Nosotros no sufrimos una suspensión total, pero sí un recorte que está afectando gravemente a las familias que viven de la venta itinerante”, denunció el presidente de Gescomer.

Piden modificar el artículo 13 del cese de actividad

En España hay 41.000 empresas dedicadas al comercio ambulante. De ellas, el 92% son trabajadores por cuenta propia con uno o dos trabajadores a su cargo, y el resto son sociedades, principalmente cooperativas. “Todas ellas se están viendo afectadas por esta situación, ya que la limitación de los mercados es una circunstancia que está ocurriendo en la mayoría de los municipios de España, pues no hay ninguno que esté funcionando completamente” dijo Martí.

En concreto, los vendedores ambulantes piden una modificación del artículo 13 del Real Decreto-ley 30/2020 y en el que se aprueba la extensión de la prestación por cese de actividad hasta el 31 de enero de 2021. Ese apartado recoge el nuevo texto de la medida en su modalidad extraordinaria y en el que se limita su acceso a “los trabajadores autónomos que se vean obligados a suspender todas sus actividades como consecuencia de una resolución adoptada por la autoridad competente, como medida de contención en la propagación del virus COVID-19”, como recoge la normal.

En este sentido, los vendedores ambulantes defienden que “el artículo 13 habla de una resolución administrativa que decrete la suspensión de la actividad. Y en nuestro caso, lo que ocurre es que una resolución administrativa limita parcialmente nuestra actividad, que en algunos municipios es hasta el 50%, porque los ayuntamientos han reducido el número de participantes en los mercados a la mitad. Esto ha hecho que los vendedores no vendan semanalmente, sino de forma quincenal”, como contó el presidente de GESCOMER.

No se puede comparar a otras limitaciones de actividad 

Para Martí la caída de la actividad de la venta ambulante por las restricciones no es comparable a la que sufre la hostelería o el comercio, “porque cuando en los bares y restaurantes se limitan los horarios o el consumo en barra, y en los establecimientos el aforo, el autónomo continúa ejerciendo su actividad, mientras que nosotros no podemos porque no tenemos esos días disponibles para vender”.

Según explicó son los ayuntamientos quienes regulan en la mayoría de los casos qué vendedores ambulantes pueden montar su puesto y cuáles no: “establecen, por ejemplo, que quien va esta semana a su mercado son los que tienen las licencias con un número par. El resto de vendedores que tiene uno impar se queda en casa, con su negocio cerrado”.

La II Jornada Nacional del sector

Precisamente la petición de la modificación de la prestación por cese de actividad extraordinaria a la Seguridad Social fue uno de los grandes protagonistas de la II Jornada Nacional Sobre Modernización del Comercio Ambulante, celebrada este martes en Madrid. Un evento que agrupaba por segunda vez a diferentes asociaciones del sector, a organizaciones empresariales e, incluso, contó con la participación de diferentes miembros y representantes del Gobierno.

“Estamos muy contentos porque son las segundas jornadas nacionales que se celebran del sector y son las primeras que se celebran por streaming. Hemos tenido 300 personas inscritas”, contó el presidente de Gescomer, asociación que junto con el Ayuntamiento de Madrid, posibilitó la organización de la II Jornada.

El objetivo de las mismas era visibilizar al sector del comercio ambulante, a la vez que recordar la seguridad del mismo. “En la situación de crisis sanitaria que estamos viviendo, queremos visibilizar el compromiso del sector y de la Administración Pública, en la puesta en marcha del Protocolo de medidas higiénico sanitarias y buenas prácticas en hábitos de prevención y cuidado de la salud, y como esto puede redundar en una mejor imagen del sector vinculada a la responsabilidad social de las empresas que ejercen la actividad y un mayor nivel de confianza en los consumidores y usuarios de este canal de comercialización”, explicaban en un comunicado.

Para Martí fue un evento en el que “se pudo  reflexionar sobre el papel del comercio ambulante en las grandes ciudades, pero también su carácter de servicio público en el mundo rural y en su importancia en la lucha contra la despoblación. Abordamos la importancia de estar digitalizados y de de la formación. Y esperemos que se materialice en más iniciativas y que se modernice así al sector”.