Opinión

Volumen VS margen, el drama del autónomo

Volumen VS margen, el drama del autónomo

El problema es que con la explosión de Internet, el modelo de negocio cambia y a diferencia del pasado, en el que se pretendía ganar el máximo dinero por transacción, ahora de lo que se trata es de ganar en mínimo necesario. In cambio de modelo en las transacciones del que la mayoría de la gente no se enteró cuando se produjo a finales de los 90, comienzos del 2000.

Pero llegó la fecha fatídica, el 2008, y en ese momento fue cuando se popularizó todo lo que ya sucedía. Fue en ese instante cuando muchos se enteraron de que estábamos ante un nuevo mundo y en un nuevo mercado, donde los tópicos del pasado ya no valían, habían cambiado los paradigmas y ganar el máximo dinero posible por transacción había muerto dejando paso al paradigma de ganar el mínimo dinero necesario.

El problema es que este cambio de paradigma obliga a tener que conseguir muchas más transacciones para poder ganar lo mismo que antes. Si el beneficio por transacción se reduce al 50%, automáticamente obliga a tener que conseguir realizar el doble de transacciones.

En el mundo de Internet esto es relativamente fácil de absorber pues una parte importante de la empresa no depende de personas, sino que una parte importante de la transacción está automatizada. El problema viene cuando la transacción no está automatizada y se sigue trabajando como en el siglo pasado.

Lamentablemente muchos autónomos siguen trabajando como en el siglo XX y sus procesos de negocio no están automatizados. En todas las actividades de la transacción actúa el autónomo: es el quien vende, da el servicio, cobra y gestiona todo. Pero si tiene que multiplicar por dos el número de transacciones para seguir manteniendo su poder adquisitivo, el problema es que tiene que trabajar el doble y si la tendencia sigue así ¿cuántas horas va a tener que trabajar al día? Y además considerando que tiene un límite 24 horas al día.

Por tanto si un autónomo trabajaba antes del 2008, aproximadamente 8 horas al día y en su sector el beneficio por transacción se ha reducido al 30%, entonces el autónomo que siga trabajando de forma tradicional tendría que estar en su techo de trabajo, es decir 24 horas al día para mantener el poder adquisitivo y a partir de aquí ya no puede hacer más, según se vaya reduciendo el beneficio por transacción, el autónomo, si todavía aguanta, sólo podrá o modificar su forma de trabajar o perder poder adquisitivo.

Una reacción típica es la de intentar poner puertas al campo, pero todos sabemos que esto no es posible, lo que nos lleva a una conclusión: hay que cambiar el modelo de trabajo. Aauí hay dos alternativas, siempre y cuando el modelo de negocio sea viable en el mercado actual es decir, que el primer análisis que debe hacer el autónomo es si lo que hace sigue aportando valor al mercado y existen clientes que están dispuestos a aceptar la propuesta.

Si la conclusión es positiva entonces lo que el autónomo debe plantearse es si puede cambiar la forma de trabajar de tal forma que con menos esfuerzo sea capaz de realizar tres veces el número de transacciones que hacía hasta ahora.

Como decíamos, puede haber dos alternativas, la primera y más apoyada en formas de trabajo tradicionales es trabajar en colaboración con otros autónomos creando una red de especialistas, que entre todos puedan realizar la transacción completa, esto es, que uno venda, que otro realice el servicio, que otro cobre y que otro gestione, por ejemplo de tal forma que entre todos puedan optimizar tiempo y esfuerzo y que no se le olvide a nadie que es necesario compartir, que más vale un porcentaje de algo que un 100% de nada.

Entonces el autónomo que no esté preparado para compartir y trabajar en colaboración, tiene un futuro muy negro, salvo que dé un paso adelante desde la dimensión tecnológica y se aproxime al mundo actual y a los nuevos paradigmas tecnológicos.

Este es la segunda alternativa a la que hacíamos referencia, el autónomo debe replantearse su negocio y ver cuáles de las actividades que está realizando para completar una transacción son susceptibles de ser realizadas de forma automática apoyándose en las herramientas tecnológicas con las que ya contamos en la actualidad.

Y por último podríamos pensar en una tercera alternativa mixta, utilización intensiva de las tecnologías y colaboración con una red de autónomos, con esta fórmula es con la que el autónomo podrá competir con cualquier empresa grande e incluso multinacional, una fórmula que permite hacer grande lo pequeño, algo que ahora es factible, no así en el pasado, pero ha llegado el momento de cambiar de mentalidad y pensar a lo grande desde lo pequeño.