Las pensiones de los autónomos sólo suponen el 7% del déficit de la Seguridad Social

Pese a lo que se venía diciendo, el grueso del desfase que soporta el sistema público de pensiones proviene de las pensiones de los asalariados que suponen el 44% de los casi 19.000 millones de déficit de la Seguridad Social.

Las pensiones de los autónomos sólo suponen el 7% del déficit de la Seguridad Social

Desde hace unos meses, algunas voces vienen repitiendo el mantra de que el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) supone el verdadero lastre para la Seguridad Social porque los autónomos cotizan poco. Pero las cifras que se van conociendo comienzan a demostrar que este argumento no es más que un discurso sin fundamento. Según las previsiones de liquidación de la Seguridad Social para el 2016 –a las que ha tenido acceso el diario ABC-- el sistema público de pensiones soporta una diferencia entre ingresos y gastos de 18.898 millones de euros. De ellos, el RETA (sin incluir al régimen agrario de trabajadores por cuenta propia) apenas si aporta un déficit de 1.300 millones de euros, el 7% del total. Frente a esta cifra, el Régimen General de los trabajadores asalariados –también excluyendo a los agrarios por cuenta ajena-- revela un agujero de 8.400 milllones de euros, lo que representa el 44% de todo el déficit del sistema. Estos datos vendrían a desmentir a quienes apuntaban al RETA como el problema de sostenibilidad de la Seguridad Social.

Incluso dividiendo el déficit de cada regimen por su número de afiliados, la carga de la prueba es aún más evidente a favor de que los autónomos no son la causa de los grandes desfases del sistema. El RETA aporta un déficit de 451,7 euros por cotizante, mientras que el régimen de los asalariados provoca una diferecia entre ingresos y gastos de 636 euros por cotizante.

El restante 48,6% del déficit de la Seguridad Social, es decir, los otros 9.188 milllones de euros, proviene de los régimenes especiales agrarios (por cuenta propia asumido por el RETA y por cuenta ajena incluído en el Régimen General), el de la minería, el del mar y el del hogar.

Por otro lado, y tal y como se extrae del Boletín de Gestión Económica del Ministerio de Empleo y Seguridad Social, el colectivo de trabajadores por cuenta propia habría ingresado al sistema en concepto de cotizaciones sociales (incluyendo los 718 millones de aportación de las Mutuas y los 95 del cese de actividad) más de 8.450 millones de euros, mientras que el gasto en las pensiones de los autónomos ascendió a 12.980 millones de euros. Estos datos corroboran los anteriores en cuanto el déficit del RETA estaría en torno a los 4.500 milllones, de los que 1.300 corresponderían a los autónomos y, los restantes 3.200 a los agricultores por cuenta propia incluidos en el RETA.

Además, los ingresos que aportan los autónomos a la Seguridad Social crecieron un 1,09% con respecto al año anterior, subida que llega hasta el 6,90% en el caso de las aportaciones a las Mutuas y que compensan la caída del 3,54% en las aportaciones a la cobertura por cese de actividad o paro de los autónomos. Se tratan de cifras in crescendo que resaltan aún más si se tiene en cuenta la reducción de entre 400 y 500 millones de euros en el gasto en pensiones prevista para final de año.

No es la primera vez que los autónomos tirán del carro de las cotizaciones. Desde que empezó la crisis y hasta el año pasado, las bases medias de cotización de los autónomos han aumentado un 18% frente al incremento del 12% en el Régimen General. En términos monetarios, y según un estudio de ATA (Federación Nacional de Trabajadores Autónomos), esto se traduce en 170 euros más de cotización, lo que supuso pasar desde los 931 euros mensuales al inicio del periodo, a los 1.100 euros mensuales en 2016. Hito que es aún mayor si tenemos en cuenta que en estos ocho años se perdieron 190.000 autónomos cotizantes por la crisis.