El punto de salida hacia el éxito

Todo esto que había sido histórico, se acabó ya hace años y afortunadamente. Cada vez más jóvenes están cambiando de mentalidad y empiezan a entender que la única seguridad es la que te dan tus conocimientos, tanto técnicos, como de relaciones. Y cuando terminan sus estudios, empiezan a desarrollar su proyecto profesional, y me atrevería a decir también de vida, centrándose en el desarrollo de aquello en lo que se sienten más felices. Comenzando el arduo trabajo de lo que ahora llamamos “networking”, para así crear una red en torno al proyecto vital que lo haga viable.

Pero más duro es cuando se produce una situación de ruptura a una cierta edad. Cuando nos habíamos acomodado a un puesto de trabajo en el que, en muchos casos no éramos felices, pero que nos permitía vivir con cierta holgura. Un puesto de trabajo en el que no habíamos desarrollado nuestro potencial ni nuestra creatividad, pero podíamos pagar las facturas. Hasta que llega el día X y por determinadas circunstancias, ya sea que alguien compra la empresa en la que trabajas, que ésta se fusiona con otra, que los resultados obligan a reducir costes, que nuevas tecnologías permiten amortizar tu puesto de trabajo, o por cualquier otra, te encuentras, ahora hasta por e-mail, una comunicación en la que la empresa te dice que tiene que prescindir de tus servicios.

Así te encuentras en una edad complicada para encontrar otro trabajo del mismo tipo. Acomodado a una rutina y sin la red de seguridad que suponía el salario mensual que recibías. Esto que puede ser el comienzo de del fin tiene una parte positiva, y es que puede convertirse en el comienzo del éxito y la felicidad. Todo depende de ti y también, por qué no, de algo de suerte.

Lo primero que debes hacer es no deprimirte, que tu autoestima se mantenga a tope porque esto es algo que nos puede pasar a cualquiera, en cualquier momento. No es un tema de si eres competente o no simplemente tienes que aceptar que puede pasarte. Es conveniente que no te pase más de una vez, en ese momento tienes que haber entendido que la red de seguridad que pensabas que tenías no era tal y, por lo tanto ya, deberías prepararte para “saltar a la jaula de los leones” es decir, abordar el mercado sin red, o más bien con la auténtica red, que no es otra, que tu talento y tu trabajo.

Ha llegado el momento de lanzar tu proyecto de vida. Para ello lo primero que tendrás que pensar es qué quieres conseguir: una situación de autoempleo o realmente quieres convertirte en empresario y lanzar tu proyecto empresarial como autónomo o emprendedor.

Una vez que lo has decidido tendrás que saber en qué tienes que apoyarte, si lo que estás buscando es conseguir un sueldo que te permita vivir de acuerdo a tus deseos, tendrás que apoyarte en tus conocimientos, del tipo que sean, ya pueden ser aquellos que has consiguiendo a lo largo de tu vida profesional o aquellos que tienes derivado de algún tipo de afición. Muchas veces este último puede ser la mejor solución pues tienes que prepararte para trabajar muchas horas al día. Cuando te conviertes en autónomo tienes que prepararte para estar disponible 24 horas al día los 7 días de la semana, de ahí la importancia que tiene que el trabajo del que vas a vivir a partir de ese momento, te tiene que apasionar.

Si por el contrario, has decidido convertirte en un emprendedor, lo primero que tienes que hacer es tener claro el modelo de negocio es decir: cómo vas a ganar dinero. Compártelo con otros, que te den su opinión, no tengas miedo a que te roben la idea pues ten por seguro que otros muchos están pensando lo mismo que tú.

Si al final el test que has hecho resulta positivo, intenta rodearte de un buen equipo, el mejor que puedas encontrar, si no puedes pagar los sueldos, conviértelos en socios. Aunque tengas que compartir, más vale un porcentaje de algo que el 100% de nada. Eso sí, asegúrate de que puedes dejar “tu vida” en sus manos, porque si no es así, es mejor que busques a otros, aunque estos sean muy competentes.

Y por último, si en el caso del autoempleo tenías que apoyarte en el conocimiento, en el caso del emprendimiento tendrás que apoyarte en el conocimiento y más aún en las habilidades que te permitan crear el mejor equipo posible.

¡Suerte y ánimo para todos pues empiezas a construir tu auténtica forma de vida!