Opinión

Los tecnólogos y el negocio

Estamos asistiendo a una situación en las empresas donde los especialistas en Tecnologías de la Información están asumiendo la responsabilidad de dirigirlas y nos encontramos con unos resultados muy dispares, pero me atrevería a decir que en su mayoría son un desastre desde la visión de gestión, sin quitarles el mérito de su genialidad y por supuesto quitándome el sombrero ante aquellos que han llegado a ser enormemente ricos, como digo apoyándose en empresas mal gestionadas, basadas en muchos casos en ideas muy afortunadas e incluso geniales.

Los tecnólogos y el negocio

Cuando se analizan las cuentas de resultados de la mayoría de las empresas llamadas tecnológicas, se descubre que muchas de ellas son máquinas perfectas de perder dinero, aunque su cotización en bolsa sea espectacular y si precisan ampliaciones de capital, no tienen ningún problema en conseguirlo, la pregunta es: ¿Por qué se da esta situación?

La verdad es que muchos tecnólogos gestores se empeñan en decir que sus empresas no se pueden evaluar de la forma tradicional, algo que es absolutamente falso, el problema es que no tienen ni formación ni preparación y experiencia de gestión y me atrevería a decir que en muchos casos, además es que ni les interesa.

Recuerdo cuando empecé mi vida profesional cuando terminé mi primera carrera, la Licenciatura en Ciencias Físicas en la especialidad de Cálculo Automático, es decir la especialidad de computadoras, me incorporé entonces a la ITT y empecé a trabajar en I+D en su Centro de Investigación Europeo, recuerdo que todos mis compañeros, con una dilatada experiencia en I+D y en muchos casos absolutamente brillantes, no tenían ninguna sensibilidad por la preocupación por los gastos y la factibilidad de los proyectos que realizábamos, simplemente les preocupaba el estado del arte.

Esa es la mentalidad del tecnólogo, quieren hacer su proyecto, con la última tecnología, si preocuparles la cuenta de resultados para nada y si les dices algo al respecto, han encontrado la excusa perfecta, este proyecto empresarial no se puede medir de la forma tradicional, es diferente, especial, etcétera, es más ahora ante las reclamaciones de las diferentes instituciones para que cumplan con sus obligaciones tributarias, se empeñan en decir que ellos no son una empresa, sino una plataforma tecnológica, excusa digna de un junior o de alguien que desprecia la inteligencia de sus interlocutores.

La realidad es que todos los proyectos empresariales pueden ser perfectamente evaluados como lo han sido las empresas a lo largo de la Historia, pues todas tienen ingresos que son perfectamente medibles y gastos que a su vez también son perfectamente medibles y con la mezcla de ambas se puede configurar perfectamente una cuenta de resultados, por otro lado, son empresas que cuentan, como todas, de una serie de activos y a su vez tienen el pasivo correspondiente, con lo cual seguro que se puede configurar el balance oportuno.

Puedo aceptar y además me parece muy correcto y de hecho ha sido para mí una máxima, que la gestión empresarial es algo más que la contabilidad, pero no podemos olvidar que la contabilidad es la primera aproximación a la gestión de la empresa o cuando menos una forma de controlarla, siendo una herramienta básica para el control y gestión de la empresa.

El problema es que muchos de esos brillantes tecnólogos desprecian aquello que no saben o desconocen, en vez de, primero aceptar que es necesario y que además puede ser de utilidad, pues un proyecto empresarial tiene futuro si genera beneficios, aunque es cierto que en muchos casos ha habido empresas tecnológicas que han sido vendidas a precios astronómicos que han hecho ricos a sus fundadores, aunque sus resultados hayan sido desastrosos, ejemplos como Twitter, subiendo la cotización de las acciones de forma increíble, cuando presentaban los resultados desastrosos que indicaban que en el trimestre correspondiente habían sido capaces de perder tres veces más que en el trimestre equivalente del años anterior.

Son cosas que a bote pronto no te explicas, pero son reales y sucede desde que las empresas empezaron a vender a los posibles inversores, expectativas, pero qué expectativas, no me he encontrado una respuesta válida, es más en la mayoría de los casos, no he encontrado ninguna respuesta.

Recuerdo que un buen amigo que había tenido la paciencia de tenerme como profesor en dos Máster distintos, es decir que fue reincidente, gestionaba la empresa patrimonial de la familia y me comentaba que habían realizado una operación increíble, con unos resultados extraordinarios, y que nunca realmente supieron ni lo que habían comprado ni lo que habían vendido, se trataba de una participación en una empresa tecnológica, cuyo creador no paraba de argumentarles que la empresa tenía unas expectativas increíbles, pero por más que le insistían no pasaba de decir expectativas, pero en nada concreto.

Cuando vendieron la empresa, sus ganancias fueron enormes, aproximadamente un multiplicador de 7 en menos de tres años, pero me comentaba que una vez vendida la empresa y ya con el dinero en el Banco, le insistió al fundador de la empresa sobre qué habían vendido y la respuesta siguió siendo la misma, expectativas.

A Jeff Bezos se le atribuye que cuando arrancó la primera ronda de financiación, insistió a sus inversores en que le pidieran volumen, pero no beneficios, el resultado es que Amazon ha sido una máquina perfecta de perder dinero, aunque ha empezado a ganar a nivel operativo en los últimos años y aunque la empresa, está en una huída hacia adelante, similar a la de El Corte Inglés, pero en Comercio Electrónico, en definitiva alquilando espacios, su fundador es el hombre más rico del mundo, ¡enhorabuena!

Mi pregunta es, ¿se me escapa algo? o ¿es qué nos hemos vuelto locos? o, simplemente, ¿hemos perdido el conocimiento de la gestión empresarial?